Es el primer Papa nacido en América Latina. La misión de Jorge Mario Bergoglio, que adoptó el nombre de Francisco al ser elegido como sucesor de Benedicto XVI, tras su renuncia en febrero de 2013, era insuflar nueva vida a la Iglesia católica en su continente natal, donde los evangélicos y los protestantes avanzan a toda velocidad. Este martes el Papa Francisco cumple 88 años con una salud que aún le permite viajes como el que realizó en septiembre a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Ha señalado en varias ocasiones que no se plantea la renuncia, salvo en caso de estar impedido físicamente por una grave enfermedad.

Después de dos Pontífices centroeuropeos, el polaco Juan Pablo II y el alemán Benedicto XI, el primero en dejar el trono de San Pedro varios años antes de fallecer, el cónclave en el que participaron 115 cardenales designó al cardenal Jorge Mario Bergoglio, lo que generó entusiasmo en su Argentina natal. Jesuita, hincha del Atlético San Lorenzo y de la periferia, el Papa Francisco es cercano al punto de vista del Sur Global.

Las guerras de hoy: Palestina y Ucrania

Ningún otro Papa se habría atrevido a aceptar el regalo de un Belén de madera en el que el niño Jesús yace sobre una kufiya (pañuelo palestino) por temor a la reacción de Israel. Fue un presente de artesanos palestinos de Belén, donde vive una pequeña comunidad cristiana. Durante el encuentro con los portadores del regalo, Francisco se refirió a la "Palestina martirizada" y repitió su llamamiento a poner fin a la guerra.

"Recordemos a los hermanos y hermanas que, justo allí y en otras partes del mundo, sufren la tragedia de la guerra", señaló el Papa. El niño y el pañuelo palestino, que estaban en la sala de audiencias, se retiraron, según informa Associated Press. La tradición es que se coloquen de nuevo el 24 de diciembre.

Más ruido causaron sus declaraciones sobre la paz en Ucrania en marzo de este año. En una entrevista televisiva para la emisora suiza RSI, el Papa pidió a Ucrania que negociara con el agresor ruso. "La palabra negociar es una palabra valiente. Cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van bien, tienes que tener el coraje de izar la bandera blanca y negociar", dijo Francisco. Desde Kiev y otras capitales occidentales se interpretaron las palabras del Pontífice como una invitación a capitular. Desde el Vaticano luego se insistió en que se trataba de un llamamiento a la paz.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, le explicó en su visita al Vaticano como no puede equipararse entre agresor y víctima. Sin embargo, Francisco denuncia de forma contundente "la avidez de la industria armamentística" pero no condena claramente a Rusia como agresor en Ucrania, ni se refiere a los crímenes cometidos por el Kremlin. En este caso, adopta ese punto de vista de la izquierda latinoamericana que sigue anclada en la Guerra Fría y ve a EEUU casi desde la misma óptica que se observa desde Moscú.

Con los inmigrantes y los pobres

Lo que sí es cierto es que el Papa Francisco se suele poner en el lugar del inmigrante y del desfavorecido. Por el Jubileo, que se conmemora el próximo año, ha pedido a los países más industrializados y a las instituciones internacionales que condenen la deuda a los más pobres. También lo hizo el Papa Juan Pablo II en vísperas de 2000.

"Para tratar de romper el círculo financiamiento-deuda sería necesaria la creación de un mecanismo multinacional, basado en la solidaridad y la armonía de los pueblos", dijo el verano pasado ante los participantes de la conferencia Crisis de deuda en el Sur Global’, impulsada por el Pontífice.

"Llegó con una actitud revolucionaria, para acercar más a los fieles y hacer una Iglesia pobre para los pobres", señala en El Tiempo el vaticanista colombiano Néstor Pongutá. Y añade: "Es un pastor que huele a oveja".

Su sensibilidad con los migrantes está fuera de duda en un mundo en el que incluso desde la Europa de los valores se describen como amenazas. El primer viaje de su Pontificado, en julio de 2013, fue a Lampedusa, la isla italiana donde paran miles de personas que buscan un futuro mejor en Europa.

"La muerte de inocentes, principalmente niños, en busca de una existencia más serena, lejos de las guerras y la violencia, es un grito doloroso y ensordecedor que no puede dejarnos indiferentes. Es la vergüenza de una sociedad que ya no sabe llorar y compadecerse de los demás", advirtió el Santo Padre, diez años después de aquel viaje. La situación sigue siendo igual de dramática y las respuestas que dan los Estados cada vez menos solidarias.

Objeto de críticas feroces

De todas las críticas que recibe, lo que peor lleva es que le digan que "está destruyendo el Papado", según confesaba al periodista italiano Fabio Marchese Ragona, autor de su biografía Vida. Mi historia en la historia. Asume las habladurías sobre su colaboración con el régimen de los militares argentinos, algo que niega tajantemente, pero le parece injusto que se invalide toda su tarea con un comentario tan aniquilador. Francisco, de un estilo mucho más directo que ninguno de sus predecesores, también se ha expuesto a críticas más frontales.

Para Giovanni Vian, historiador y exdirector de L’Osservatore Romano, el momento más difícil de su pontificado ha sido la tragedia de los abusos sexuales de miembros del clero y de la jerarquía eclesiástica contra menores o religiosas, según explicaba al diario colombiano El Tiempo. Ha pedido perdón a las víctimas y ha condenado el "crimen abominable" y ha promovido un protocolo para que no puedan seguir encubriendo casos así. Pero los avances han sido lentos y aún queda mucho por hacer para resarcir a las víctimas.

Es tajante sobre el tema del aborto. "Debemos defender siempre la vida humana, de la concepción hasta la muerte. No me cansaré de decir que el aborto es un homicidio, un acto criminal, porque significa eliminar una vida humana que no tiene culpas". También condena "la práctica del útero en alquiler, que es inhumana, con los niños tratados como mercaderías".

Aunque es el Papa más cercano al Sur Global, y a América Latina, donde vive más del 40% de los católicos del mundo, el retroceso en favor de evangélicos y protestantes sigue adelante. Todavía predominan los católicos, un 69% según Pew Research, pero son muchos los que a lo largo de su vida se acercan a otras iglesias evangélicas: sobre todo en Colombia, Paraguay, Perú y Ecuador. Es cierto que el Papa Francisco es visto como una figura mucho más cercana que sus predecesores.

Rechaza que la unión de homosexuales se llame matrimonio, pero no rechaza que tengan derechos civiles como parejas. En su última biografía, señala: "El matrimonio homosexual no es posible, pero las uniones civiles sí... Es justo que estas personas que viven el don del amor puedan tener una cobertura legal como todos. Jesús iba con frecuencia al encuentro de las personas que vivían en los márgenes. Es lo que la Iglesia debería hacer hoy con las persona de la comunidad LGBTQ que dentro de la iglesia con frecuencia son marginadas".

El segundo Papa más longevo

Desde el domingo está celebrando los 88. Es el segundo Papa más longevo de la historia contemporánea, solo superado por Leon XIII, que murió a los 93 años, en 1903. El Papa Francisco, a quien le falta un lóbulo del pulmón derecho desde los 21 años, padece problemas de movilidad debido a una artrosis en la rodilla derecha, que también tiene un ligamento roto. Como muchos a su edad, y más por su debilidad pulmonar, es sensible a resfriados y gripes.

El domingo realizó una visita de nueve horas a Córcega, donde se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron. Con la voz cascada, habló brevemente con los periodistas que viajaron con él. Los reporteros, encabezados por la decana Valentina Alazraki, de Televisa, le obsequiaron con una carta con los colores del Vaticano y un muñeco a su imagen y semejanza. Francisco recibió la torta, como dicen los argentinos, con simpatía.

Cuando se cumplieron diez años de su Pontificado, en 2023, el Papa Francisco hizo unas declaraciones que le definen: "Hice lo que el Espíritu Santo me iba diciendo que tenía que hacer. Y cuando no lo hice, me equivoqué".