La factura de luz podría suponer un importante disgusto a los hogares de España en 2025. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que los cambios fiscales y regulatorios que se barajan podrían elevar la factura anual de la energía eléctrica en hasta 118 euros para los que se encuentren en mercado libre (mercado regulado) y en 106 euros para los que sigan con la tarifa regulada PVPC. Lejos de aliviar a las familias, las modificaciones prometen hacerlo, incluso considerablemente, más complicado. A continuación, desglosamos las razones de esta subida y cómo esta actividad afectara a los hogares.

Los motivos tras la alarma de la OCU

Incremento de los cargos del sistema

Uno de los factores decisivos que explica este crecimiento es el aumento del 33% en los cargos del sistema previsto por el Ministerio para la Transición Ecológica. Este cambio repercutirá de forma directa en la factura de los consumidores, previniendo un incremento de 22,3 euros al año para un hogar medio. Si bien esta cifra queda por debajo de los escenarios previstos en 2021, no deja de ser un varapalo a la economía doméstica.

También, la OCU apunta que las modificaciones sugeridas no contemplan las necesidades de las familias que están modificando su presupuesto, a causa de otros incrementos en los costes de la vida.

El bono social también juega su papel

El tema de la financiación del bono social también tendrá un cambio sustancial. Este concepto, que la gran mayoría de comercializadoras trasladan directamente al consumidor del mercado libre, sube de 0,1915 a 0,3168 euros al mes. Aunque a simple vista puede parecer un importe que podría considerarse como bajo, anualmente se traduce en un gasto anual adicional de 1,5 euros.

No obstante, existe un pequeño respiro para los que tienen la tarifa regulada PVPC. Desde el mes de enero, la citada tarifa para todos los usuarios de la PVPC les permitirá un ahorro de 8,6 euros anuales aproximadamente, gracias a un ajuste que equipara dicho esquema con el del mercado libre.

El IVA vuelve al 21%: un mazazo directo

Fin de la excepción fiscal

La normativa imponía un IVA de tipo reducido, con un tipo impositivo del 10%, cuando los valores de los mercados de la electricidad en el caso de la energía mayorista superaban el precio de 45 €/MWh. Se trata de una disposición que llega a su fin, de manera que desde 2025, el impuesto volverá a tener un tipo habitual del 21%, lo que repercutirá a escala de la subida general de los precios. A modo de ejemplo, la decisión puede llevar a un encarecimiento del precio del 10% para un hogar tipo.

La perspectiva de la OCU

La OCU se mantiene firme en señalar este cambio. Ellos entienden que la electricidad, dada su condición de bien de primera necesidad, debería tener un IVA reducido de forma habitual. Esta demanda, que repiten desde el año 2021, no ha sido ni atendida ni llamada, a pesar de la creciente presión social.

¿Cómo enfrentar este incremento según la OCU?

Recomendaciones para reducir el impacto

La OCU invita a todos los consumidores a revisar sus tarifas y elegir cuáles son las que más se adaptan a sus necesidades. Así mismo, les invita a ir buscando el ahorro en el propio hogar como elemento compensatorio. Pequeñas modificaciones, como por ejemplo utilizar los electrodomésticos en hora valle o disminuir la potencia contratada, hacen la diferencia.

Exigencias al Gobierno

También por eso la Organización de Consumidores y Usuarios exige al Gobierno adoptar medidas urgentes, y además del IVA reducido, opta por un mayor nivel de transparencia en la estructura tarifaria y los costes. Que estas acciones podrían evitar que los hogares continúen pagando el pato de decisiones que no tienen en cuenta su realidad económica.

En suma, 2025 promete ser un año muy complicado para las economías de los consumidores. La OCU advierte que la clave para minimizar las subidas de precios es estar informados y actuar con antelación. De mientras, sólo queda esperar si el Gobierno decide escuchar a la calle y aliviar la carga de las familias españolas.