Cuatro agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) declararon la pasada semana en la causa por la que hay imputados dos espías, que ahora han sido suspendidos y acusados de traición y revelación de secretos por entregar presuntamente información clasificada a los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos. Los funcionarios del Centro detallaron cómo vieron al principal sospechoso, el que era jefe del área de Rusia en la Institución, entrando en un garaje con un "rollo de papel" por el que, a cambio, cobró dinero en un sobre.

Desde que la investigación comenzara hace más de un año, el asunto que ha removido los cimientos de la casa de los espías avanza en pasos cortos. La semana pasada sí hubo novedades relevantes porque el principal sospechoso de traicionar a sus compañeros y vender la Seguridad del Estado a una potencia extranjera ha salido de prisión con el beneplácito de la magistrada, pero no con el de la Fiscalía.

La titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid dejó el martes en libertad a este alto cargo con T.I.P. 7691 (número de identificación), que llevaba desde el 16 de octubre de 2023 en prisión provisional. Como avanzó este medio, el fiscal se oponía a que pudiera salir por "las habilidades del investigado de pasar desapercibido y abandonar el país sin ser detectado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado" así que consideraba que el riesgo de fuga persistía. El segundo implicado, que era un subordinado suyo, sólo permaneció unas semanas en prisión al inicio porque las pesquisas apuntan a que su participación fue menor.

Las defensas tratan de desmontar la causa ahora alegando que la investigación previa a su detención fue irregular porque no contó con aval judicial para el registro de su vivienda, por ejemplo, o porque los seguimientos que se hicieron son inconcretos y no evidencian qué documentación exactamente se filtró a los espías extranjeros.

En esta línea, la magistrada ha accedido a pedir al Tribunal Supremo la orden de entrada y registro, y a citar a los miembros del CNI que se encargaron de hacer los seguimientos. Este jueves comparecieron cuatro, con el rostro tapado y la voz distorsionada mediante videoconferencia en la que respondieron a algunas de las preguntas.

Según fuentes que conocieron este interrogatorio, no quisieron aclarar a qué servicio de Inteligencia exactamente se filtró la información, si bien la ministra de Defensa, Margarita Robles, de quien depende el CNI, ya dijo hace meses que los datos confidenciales se difundieron a la CIA (la Agencia Central de Inteligencia americana).

Buena parte de las preguntas fueron contestadas con negativas porque los agentes se acogieron principalmente a la Ley Reguladora del Centro de 2002 que protege bajo llave la mayor parte de la información de la Institución. Sobre lo que sí dijeron, entre otros asuntos, que existe una orden de entrada y registro que firmó el magistrado de enlace con el CNI en el Tribunal Supremo y que los seguimientos que se hicieron entre marzo y septiembre de 2023 revelaron cómo el jefe de los espías del área de Rusia trajinaba con papeles.

Aclararon, por ejemplo, que lo vieron entrando en un parking subterráneo en Avenida de Asturias con un "rollo de papel" y salir sin él. O que lo vieron con un sobre con dinero, del que sospechan que cobró. En los seguimientos que constan en la causa se documenta, también, que abandonó hasta ocho veces su domicilio dejando en el interior sus dos teléfonos móviles.