El Gobierno ha ampliado hasta 2030 la designación de Correos como operador para prestar el servicio postal universal en España con el objetivo de, entre otras medidas, eludir en el corto plazo el riesgo de disolución de la empresa. El Ejecutivo ha incluido esta designación, así como la de Servicio de Interés Económico General, en el real decreto ley de medidas urgentes que aprobó este lunes en el último Consejo de Ministros del año.

Según el sindicato UGT, esta medida establece un "tratamiento más justo" en la financiación del Servicio Postal Universal. En un comunicado, ha señalado que, "después de cinco años de lucha contra un intento de desguace de Correos, hoy se reinicia una nueva etapa con el impulso de un nuevo modelo de Operador Postal en España".

A juicio del sindicato, las medidas aprobadas suponen una "rectificación loable" del Gobierno respecto a la línea seguida en los últimos cinco años. A ese respecto, la UGT reconoce el papel desempeñado por el nuevo presidente de la compañía, Pedro Saura, que el pasado julio firmó con UGT y CCOO, la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y el Ministerio de Hacienda el acuerdo marco para transformar y diversificar la empresa pública.

Crisis en Correos

Esta decisión del Gobierno se produce en medio de la crisis del organismo público, que hace dos semanas convocó a los sindicatos a una mesa negociadora para explicar la situación de la compañía y plantear soluciones para tratar de corregir la situación.

La dirección de Correos planteó ante los sindicatos un plan para rejuvenecer la plantilla, que consta de más de 50.000 trabajadores, así como una reorganización interna que implicaría cambios de turnos o movilidad de personal. Entre otras medidas, propuso un plan de salidas voluntarias a ejecutar entre 2025 y 2028, que afectaría al personal laboral fijo mayor de 63 años.

Los dirigentes del ente público también expusieron la necesidad de llegar a un acuerdo no solo en el plan de salidas, sino también en uno para flexibilizar las condiciones laborales de una plantilla que consideran "mal distribuida". En cuestión de horarios, el plan pasaría por cambiar el actual esquema de que un 80% esté activa por la mañana y un 20% por la tarde, hacia una reparto del 60-40%. Asimismo, también se pretendería aumentar el personal de los sábados.