Nicolás Maduro Moros (Caracas, 1962) se ha autoproclamado presidente de Venezuela contra la voluntad de su pueblo que votó mayoritariamente a favor de su rival, Edmundo González Urrutia, en las elecciones del 28 de julio. El sucesor del comandante Hugo Chávez ha jurado el cargo en la sede de la Asamblea Nacional, dominada por el madurismo, acompañado de "la primera combatiente", su esposa Cilia Flores y dos de sus más fieles escuderos, los hermanos Rodríguez. Es la tercera vez que Maduro jura el cargo.

"Juro que este nuevo período presidencial será el período de la paz", ha dicho Maduro, que ha invocado "lealtad absoluta" a Hugo Chávez. "Queda usted investido en el cargo de presidente constitucional", ha replicado Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional en manos del chavismo. Así arranca un nuevo mandato fraudulento de seis años.

La ceremonia estaba prevista para el mediodía, hora venezolana. Sin embargo, se adelantó más de una hora y el régimen decidió que los periodistas no pudieran acceder, solamente fotógrafos y camarógrafos.

Horas antes el régimen ha ordenado el cierre de la frontera con Colombia por el temor a que Edmundo González Urrutia entre en el país para asumir el cargo. El gobernador del Táchira, el chavista Freddy Bernal, ha anunciado esta medida por una supuesta "conspiración internacional".

En una charla delirante tras consumarse la usurpación del cargo, Maduro se burlaba del intento de González Urrutia de regresar a Venezuela a jurar como presidente. "Estoy esperando que llegue, estoy nervioso", ha dicho. Edmundo González Urrutia se vio forzado a salir del país en agosto pasado debido a la persecución del régimen. Desde entonces vive en España.

En su larga perorata de más de una hora, Maduro se ha dirigido "a los que les gusta tirotear a Venezuela desde el exterior, los quinta columna traidores", a quienes ha dicho: "Esta Constitución nació a pesar de ustedes, oligarcas. Fue escrita por el pueblo, aprobada por el pueblo y defendida por el pueblo. Esta Constitución está victoriosa y Venezuela está en paz". Y lo dice tras arrestar a unas 2.000 personas tras las presidenciales, muchas por su participación en el proceso electoral o por sumarse las marchas opositoras.

Aislamiento internacional

Finalmente, han asistido a este acto de usurpación el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y representantes del líder nicaragüense, Daniel Ortega, y la ministra boliviana de Exteriores, Celinda Solsa. Solo cinco jefes de Estado o de gobierno: el cubano más el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, y el primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Gali.

También ha estado en la sede de la Asamblea en Caracas el presidente de la Duma rusa, Viacheslav Volodin, y un enviado de Xi Jinping, así como representantes de Irán y Corea del Norte. Maduro les ha saludado: "Se vienen sumando al ejército de los valientes".

Pero las ausencias han sido notables como el presidente brasileño, Inácio Lula da Silva, o el colombiano, Gustavo Petro. El más claro desde el principio entre los dirigentes de la izquierda latinoamericana ha sido el chileno Gabriel Boric, que ha apelado a que la izquierda del continente dé la espalda a Maduro. El gobierno de España no ha enviado representantes.

En la calle a pesar del miedo

La víspera, decenas de miles de venezolanos se lanzaron a las calles al llamado de la dirigente opositora María Corina Machado, quien salió de la clandestinidad tras 133 días a resguardo. Vencieron el miedo sembrado por el madurismo con una oleada de represión que no cesa desde el día posterior a las presidenciales y se intensifica en momentos clave como estos primeros días de enero.

El yerno de González Urrutia, Rafael Tudares, ha sido secuestrado por fuerzas del régimen, al igual que el ex candidato presidencial Enrique Márquez.

Al final de la jornada, María Corina Machado fue interceptada por fuerzas del régimen, que finalmente la liberaron. Está por aclarar el incidente, aunque el último mensaje de María Corina Machado en la red social X indica que ella está "en lugar seguro", si bien uno de sus acompañantes resultó herido de bala por los uniformados.

Apoyo a González Urrutia

Ha quedado en evidencia el aislamiento internacional del régimen de Maduro debido al éxito de la gira de González Urrutia, quien partió de Buenos Aires, donde recibió el homenaje de miles de venezolanos cuando saludó desde el balcón de la Casa Rosada junto al presidente argentino Javier Milei.

De allí partió a Uruguay y luego se vio en la Casa Blanca con el presidente saliente, Joe Biden, que le ha dado respaldo total. También ha visitado Panamá y está en República Dominicana. EEUU reconoce a Edmundo González Urrutia como presidente. También le ha brindado su apoyo Donald Trump, que asume el próximo 20 de enero.

25 millones de dólares por Maduro

Justo este viernes 10 de enero, Washington ha incrementado la recompensa ofrecida por la captura de Maduro y Diosdado Cabello, número dos del chavismo, a 25 millones de dólares, el máximo posible para que respondan por tráfico de drogas. También han anuciado una nueva recompensa de 15 millones de dólares más por el arresto del ministro de Defensa, Vladimir Padrino, por narcotráfico.

También la Unión Europea ha aprobado nuevas sanciones contra la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, Caryslia Rodríguez, así como contra otros catorce altos funcionarios venezolanos por considerar que han socavado la democracia y el Estado de derecho en ese país, según informa la agencia Efe. Reino Unido también ha establecido nuevas sanciones contra 15 personas vinculadas a Maduro.

La oposición venezolana ha demostrado su victoria en las presidenciales al publicar las actas electorales, tras reunir un 85% de ellas. De acuerdo con estas actas, reconocidas por el Centro Carter, Edmundo González Urrutia logró el 67% de los votos, mientras que Maduro consiguió un 30%.

Tras el acto en la sede de la Asamblea Nacional, la Plataforma de Unidad Democrática ha difundido un comunicado en el que acusa a Maduro de consumar "un golpe de Estado en contra de los derechos del pueblo venezolano". Maduro es ahora claramente un usurpador.