'El legado que seremos', la transición energética que conecta el pasado, presente y futuro de nuestro país

Cualquier transformación profunda en una sociedad empieza y acaba en el mismo punto: en las personas. Son el denominador común de todos los cambios de calado, de todos esos saltos de trampolín que encierran la ruta hacia el progreso. Porque, bajo el paraguas de una marca, eso es lo que encuentras: hombres y mujeres dispuestos a avanzar. Y la transición energética no es una excepción.

El legado que seremos, un proyecto personal del reconocido fotógrafo español Álvaro Ybarra Zavala, lleva desde 2023 recorriendo el país para inmortalizar la nueva revolución industrial que emerge en torno a la Transición Energética. Un cambio que no sólo responde a los retos medioambientales, sino que redefine los modelos de producción, distribución y consumo energético, situando a las personas y al planeta en el centro de la ecuación.

El proyecto es, en palabras del fotógrafo, "un testimonio del compromiso de la generación de hoy con el futuro de las generaciones del mañana. Lo concibo como un viaje en el que se visibiliza a los protagonistas y responsables de la transformación del mundo que conocemos, impulsando una economía moderna y competitiva. Detrás de cada revolución industrial hay una revolución energética, y la que esta sucediendo ahora mismo delante de nuestros ojos es necesario contarla".

Las personas: el centro de todo

Sonia Bielsa era todavía una niña cuando visitó por primera vez la central térmica de Andorra (Teruel). Los interruptores, las luces y la multitud de dispositivos hicieron que a la niña los ojos le hiciesen chiribitas. En aquel mismo momento supo que quería dedicarse a lo que se dedicaba su padre, Francisco Javier Bielsa.

Sonia representa a la cuarta generación de su familia que trabaja en Endesa: su bisabuelo empezó en las minas de carbón, su abuelo siguió el camino, y ella es la primera que ha dado el salto a las renovables tras, en 2019, su vida cambiar por completo: la central de carbón anuncia que echa el cierre. A Sonia, entonces, se le abre una nueva oportunidad laboral: "Tengo la suerte de entrar a trabajar como supervisora de Operación y Mantenimiento en los nuevos parques eólicos de Endesa". Su trabajo, ahora más dinámico y en contacto con la naturaleza, pretende, precisamente, preservar esta nueva forma de producir energía eléctrica que Ybarra refleja en su proyecto.

La central térmica de Compostilla, en Cubillos del Sil (León), fue clave en el origen de Endesa. Tras décadas operando con carbón, la central dejó de estar activa en junio de 2020. A pesar de su cierre, partes de sus equipos siguen siendo utilizados en museos y universidades. Con tres grupos operativos en el momento de su cierre, la planta sumaba 1.051,7 MW. El desmantelamiento completo de las instalaciones, que ocupan 375 hectáreas, está previsto para finales de 2025.

El legado que seremos plantea preguntas para generar conciencia sobre la importancia de la descarbonización, sí, pero también es un tributo a los protagonistas que, con su esfuerzo, compromiso y generosidad, hacen posible este cambio. "Este proyecto nos conecta con este momento crucial para nuestro futuro, acercando a la sociedad la magnitud de esta auténtica revolución que estamos viviendo y poniendo rostro a los grandes protagonistas de esta transformación", incide el fotógrafo.

Además, en compañías de sectores estratégicos como el de la energía, la historias personales se llegan a elevar a la categoría de familiares, como ocurre con la familia de Sonia. Ellos conocen qué se hacía antes, pero también qué se pretende hacer ahora. Cuáles son los nuevos modelos más respetuosos con el entorno natural.

Pasado, presente y futuro

El relato de El legado que seremos discurre por los principales hitos del cambio que vivimos, desde los últimos días de la generación eléctrica con carbón hasta la nueva vida de la tecnología hidroeléctrica, pasando por la actividad en una de las últimas centrales nucleares de España. Porque, ahora, todo es diferente: el boom de la eólica y la compatibilidad con actividades ganaderas y agrícolas, las nuevas plantas solares integradas en los entornos, los proyectos de sostenibilidad asociados a nuevos desarrollos renovables, la electrificación de la demanda, las nuevas redes inteligentes... Parece todo ha ido a mejor.

Las palas son apoyadas con extrema delicadeza en colchonetas a forma de cama para evitar cual posible daño. Los operarios trabajan en el parque eólico de Aldeavieja, a 1.580 metros de altura en la Sierra de Ojos de Albos, donde el clima juega un papel crucial en las labores. La niebla y el viento son factores constantes, pero cuando las condiciones mejoran, aprovechan al máximo las horas de trabajo con una suavidad y profesionalidad ejemplares. El desmontaje de los aerogeneradores, que llevan 24 años en funcionamiento, no solo responde a un proceso técnico preciso, sino que también pone en práctica la economía circular. Las piezas reemplazadas, en excelente estado, serán reutilizadas en otras plantas eólicas, prolongando su vida útil y contribuyendo a un modelo sostenible que favorece la producción de energía renovable.

La energía verde y a un precio razonable, por ejemplo, es un vector con el que mejorar la competitividad de las empresas ya instaladas en nuestro país, pero también favorece la captación de nuevos proyectos internacionales que, al encontrarse distribuidos por un sinfín de municipios del país, ayudarán a que este crecimiento económico impacte también en las zonas rurales, donde la pérdida de oportunidades ha llevado a fenómenos dramáticos de despoblación.

Por ello, para Ybarra el proyecto es "un relato que conecta el pasado con el presente y el futuro, y que busca plantear preguntas que pongan los cimientos para encontrar los consensos necesarios ante los grandes retos que nos plantea el futuro". Todo gracias a las historias humanas que sustancian la revolución en la que nos encontramos sumergidos. Y a las que el fotógrafo, en su trabajo, rinde homenaje.