Ya se puede ver en la Sala de Austrias de la Galería de las Colecciones Reales la escultura de Gian Lorenzo Bernini, célebre escultor barroco. Se trata de la Fuente de los cuatro ríos, que desde esta semana está renovada con la incorporación de una pequeña pieza, un modelo de la que está en la plaza Navona de Roma. La figura del Ganges, devuelta a la institución tras ganar la 'sentencia Bernini'. Una victoria de Patrimonio Nacional tras localizarla en noviembre 2021 dentro de un lote de subastas en La Suite Subastas de Barcelona.

La figura del Ganges estuvo desaparecida durante décadas y ahora vuelve al lugar al que pertenece. Devolviendo así a la emblemática fuente parte de su integridad artística y simbólica, y está disponible al público en el museo que abrió al público en 2023.

Patrimonio Nacional exhibe en la Sala de Austrias de la Galería de las Colecciones Reales una nueva escultura de Gian Lorenzo Bernini, célebre escultor barroco, La Fuente de los cuatro ríos.
Patrimonio Nacional exhibe en la Sala de Austrias de la Galería de las Colecciones Reales una nueva escultura de Gian Lorenzo Bernini, célebre escultor barroco, La Fuente de los cuatro ríos. | EFE/Patrimonio Nacional

La importancia de la figura

"Es una muestra excepcional del trabajo de Bernini, que vemos en la potencia anatómica de la figura, su elegante movimiento y la extraordinaria expresividad del rostro. Iconográficamente, el Ganges portaba un remo que simbolizaba la navegabilidad del río, del cual solo se ha conservado la parte superior", detalla Virginia Albarrán, conservadora responsable de la colección de Escultura de Patrimonio Nacional.

Esta reintegración se ha realizado tras una limpieza superficial de la pieza. Se han eliminado algunos añadidos modernos, como una base de madera que distorsionaba su diseño original. "Esta figura encaja perfectamente en su asentamiento dentro de la fuente y la hemos colocado de manera definitiva", afirma Isabel Delgado, restauradora del Taller de Metales de Patrimonio Nacional.

Para unir la figura del Ganges a la base de la fuente, los restauradores han ideado un complejo mecanismo con anclajes sobre las mismas pletinas originales. Las que utilizó Bernini para ensamblar, en el siglo XVII, las diversas figuras que componen su obra maestra. "Llevo treinta años viendo esta obra y ha sido al colocar esta figura cuando le encuentro el sentido y entiendo lo que quería transmitir Bernini con ella", añade Isabel Delgado.

Así se recuperó

La escultura fue localizada en 2021 dentro de un lote que iba a salir a subasta. Estaba erróneamente identificada: catalogada con el nombre de Vulcano y se atribuía a la escuela florentina. Los expertos de Patrimonio Nacional, que siguen habitualmente las piezas que salen a subasta, detectaron desde el primer momento el error. El riguroso proceso de análisis e investigación documental llevado a cabo por los restauradores y conservadores de la institución validó la autenticidad de la pieza. También su pertenencia a las Colecciones Reales, motivando así el fallo favorable de la sentencia Bernini en junio del pasado año.

Era la primera vez que se recupera una pieza expoliada de las Colecciones Reales mediante una reivindicatoria apoyada en informes técnicos. El 24 de noviembre de 2021, el Ministerio de Cultura y Deporte declaró esta obra inexportable de manera cautelar, basándose en la Ley de Patrimonio Histórico Español. Notificó la orden ministerial a la sala, momento en el que la casa de subastas retiró el lote donde estaba incluida la pieza.

En ese momento la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional inició las pesquisas para averiguar el recorrido del Ganges de Bernini. La obra fue comprada a un particular por una empresa de vaciado de inmuebles. Después pasó por un anticuario y terminó en la casa de subastas barcelonesa. Como no existía documentación que avalara su procedencia, se solicitó al Juzgado de Instrucción de Guardia de Barcelona su traslado al Palacio Real de Madrid para examinarla y así poder determinar su origen.

El recorrido de la pieza

La primera mención de esta obra data de 1668. Entonces Cosme de Médici, durante un viaje a España, la describe como pieza del despacho de Felipe IV, en la Galería del Cierzo del antiguo Alcázar de Madrid. Se sabe que el incendio de 1734 afectó la escultura, aunque se desconoce el alcance exacto de los daños. Después, los inventarios recogen que estuvo en Aranjuez y en la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid. En algún momento comprendido entre finales del siglo XIX y mediados del XX desaparecieron sus figuras alegóricas. La recuperación del Ganges quizás siente precedente para localizar el Nilo, el Danubio y el Río de la Plata. Las esculturas de los otros tres ríos que también desaparecieron del conjunto original.