En las últimas tres décadas Silvestre Zubitur ha visto de todo en su pueblo. Desde 1992 es concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) en Leiza (Navarra). Junto a su familia regenta una armería en la localidad en la que EH Bildu gobierna con mayoría absoluta. Los dos concejales de UPN poco pueden hacer frente a los 9 de la coalición de la izquierda abertzale que controla el municipio. El último episodio lo vivió este miércoles por la mañana cuando unos desconocidos arrancaron el cartel con el lema 'Amnistía no/Ez' que colocó contra la amnistía de los condenados por el 'proces' y ante el que se concentra junto con otros simpatizantes todos los domingos, tras la misa de doce.

En la búsqueda de los culpables terminó frente a la puerta de la 'Herriko Taberna', la sede social de la izquierda abertzale. Su mujer le advirtió que uno de los camareros era el responsable de arrancar la pancarta. El enfrentamiento, siempre en euskera, terminó con gritos de 'Gora ETA militarra' y un amenazante 'os quedan cuatro días'. Silvestre ya apenas se asusta. Rechazó la escolta hasta en tres ocasiones cuando ETA asesinaba. Una banda que hasta en tres ocasiones mató en este municipio navarro.

Pregunta.- ¿Cuándo se han dado cuenta de que les habían arrancado el cartel que colocan desde noviembre de 2023 contra la amnistía?

R.- Mi hermano y yo estábamos trabajando en la armería. A las 10.30 de la mañana mi mujer, vivimos encima de la armería, nos ha llamado diciendo que habían roto el letrero y que se lo habían llevado. Hemos salido corriendo a ver si era cierto y así es, no estaba en la fuente. Hemos mirado alrededor por si veíamos algo y nada, no había nadie a la vista. Acababa de pasar. Mi hermano y yo hemos rodeado una casa solariega que está enfrente para ver qué veíamos y dónde lo podían haber dejado. No veíamos nada. Era raro. Acababa de ocurrir.

P.- ¿Dónde la han encontrado?

R.- Vimos que había un camión descargando bebidas en la ‘Herriko taberna’. Un hombre con un carrito estaba descargando. En ese momento mi mujer ha llegado y me ha dicho que ese hombre era el que había quitado la pancarta, el que estaba descargando. Poco antes se había hecho ‘el sueco’ cuando le hemos preguntado. Luego ha empezado a balbucear diciendo que si unos chicos y tal. Le hemos dicho que era muy raro. El nos daba largas y nos indicaba hacia dónde lo habían echado…. Entonces, cuando he llamado a la Guardia Civil para denunciarlo, es cuando se ha liado.

P.- ¿Qué ha sucedido? 

R.- Ha empezado a insultarnos, a gritar, ‘Gora ETA militarra!’, a decirnos que ‘nos quedan cuatro días’, insultos y demás. Nosotros le hemos respondido y le hemos dicho la de Dios. Toda la discusión ha sido en vasco, totalmente en euskera. Les hemos llamado de todo, ‘traidores’, ‘cobardes’, etc. Ha sido un altercado duro, pero no han dado ni un paso hacia nosotros. Todo ha sido verbal y a cuatro metros.

P.- ¿La Guardia Civil ha llegado a aparecer?

R.- Sí, a los cinco minutos. Cuando han visto el altercado, han hecho su trabajo y se han ido. 

P.- ¿Y el cartel cómo y dónde lo han encontrado?

R.- Hemos vuelto a buscarlo y una vecina me ha dicho que estaba en el suelo, entre el camión y tal. Lo hemos cogido, lo hemos renovado y lo hemos puesto. Si lo han quitado a las 10.30 a las 11.30 estaba ya colocado de nuevo. El mismo cartel, pero reparado. A las ocho de la tarde se quitará, como todos los días, y lo volveremos a poner por la mañana. Así lleva casi 400 días.

P.- ¿Por qué pusieron ese cartel?

R.- Lo pusimos en noviembre de 2023. De alguna manera, alguien propuso que saliéramos a las plazas de los pueblos en contra de la amnistía del ‘proces’, lo del golpe de Estado de Barcelona  y nosotros, con nuestra humildad, aunque seamos media docena, nos juntamos y lo pusimos. Hicimos el cartel con cuatro cartones y listones. Lo enmarcamos. Es un lema sencillo ‘Amnistía No/Ez’.

P.- ¿Se concentran semanalmente delante del cartel?

R.- Sí, todos los domingos, después de misa mayor a las 12.00 del mediodía. Rezamos delante del cartel un padre nuestro y tres Aves Marías. Todos los domingos, da igual que seamos tres o diez.

P.- ¿Desde cuándo es concejal de UPN en Leiza? ¿Cómo es la vida de un concejal de UPN en Leiza, gobernada por EH Bildu con mayoría absoluta?

R.- Soy concejal desde 1992. Llevo 33 años. Incidentes hemos tenido muchos. Algunos muy graves. Nos asesinaron a un concejal, Jose Javier Mugica en 2001, al cabo Juan Carlos Beiro con una pancarta bomba en 2002 y en 1982 a Gregorio Hernández cuando iba a regularizar su escopeta en el cuartel de la Guarida Civil.

Hemos estado 32 años defendiendo unas ideas pero no hemos hecho más que el ridículo. Ha habido concesiones por todos lados"

P.- ¿Usted ha llevado escolta?

R.- Tres veces me han ofrecido y tres veces la he rehusado. Andar con escolta de la manera que ando yo en mi vida habría sido para volverse loco.

P.- ¿Se ha sentido amenazado? ¿Le han atacado?

R.- Hace unos años nos atacaron, nos echaron cocteles molotov a la sede de UPN, lanzaron combustible y le dieron fuego. Salimos con los bigotes, las pestañas y el flequillo bien quemados. Pillé al que nos prendió fuego. Ellos también tienen cosas que guardar. A pecho descubierto no he visto a ninguno aún.

P.- Estos años en los que ETA ya ha desaparecido hace casi una década… ¿Se vive más tranquilo?

R.- Eso es un cuento. Claro que se vive más tranquilo. Lógico. Han ganado la batalla, no les hace falta ir secuestrando extorsionando y matando. Han conseguido todo sin eso. ¿Cómo van a estar pasando frío en el monte si están calenticos al lado de las estufas? Hemos hecho el ridículo, hemos estado 32 años defendiendo unas ideas pero no hemos hecho más que el ridículo. Ha habido concesiones por todos lados, ceder, ceder y ceder. Ahora está pasando también. Me da igual que se ceda al PNV, a Puigdemont… siempre es lo mismo, ceder, ceder y ceder, eso no es democracia.