Apostar por una "relación fluida con todas las fuerzas políticas", incluyendo con el PNV, pero también con Junts. La excepción sigue siendo EH Bildu. Esa es la directriz defendida por el presidente de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, este miércoles desde Madrid, en su intervención en el Foro ABC que el periódico celebró en sus instalaciones. El barón andaluz del PP, uno de los pesos pesados del partido, hizo este llamamiento a los de Alberto Núñez Feijóo en un momento complicado entre populares y los jeltzale de Andoni Ortuzar, tanto por diferencias políticas como por las generadas tras la transferencia de la sede del Instituto Cervantes de París al PNV como compensación del Gobierno de Pedro Sánchez al expolio nazi del inmueble durante la Segunda Guerra Mundial y cesión al Gobierno franquista. Era entonces propiedad del Ejecutivo vasco en el exilio.

Precisamente, la cuestión de ese palacete parisino, cuya titularidad ya registró el PNV días antes de que el Consejo de Ministros, este martes, lo volviese a incluir en su nuevo decreto ómnibus para "apuntalar su seguridad jurídica", impide al PP posicionarse a favor de la revalorización de las pensiones o de las bonificaciones del transporte público. Algo que comparte, como las ayudas para la reconstrucción tras la DANA en Valencia. Sin embargo, los populares creen que este traspaso al PNV, y no al Gobierno vasco, podría suponer una "irregularidad"; un incumplimiento de la ley de financiación de partidos, dado que su valoración ronda los quince millones de euros al estar en una de las mejores zonas de París, el 11 de la Avenida Marceau.

Moreno Bonilla hizo esta defensa durante el desayuno informativo, afirmando que el PP no puede quedarse sin otros socios más que UPN y Vox en el Congreso de los Diputados, sobre todo cuando desde el Gobierno, a su juicio, Sánchez, sin líneas rojas en sus políticas de pactos, está llevando a cabo una estrategia de "aislamiento" contra los populares. En esas relaciones, y en el caso particular de Junts, el dirigente andaluz cree que los posconvergentes son mucho más que la propia figura de Carles Puigdemont en estos momentos pese a ser su presidente.

Sánchez pacta con todos y "nos está llevando al rincón del cuadrilátero. Probablemente va a permanecer mucho más tiempo de lo deseable en el poder". Por ello, el PP "no debe aislarse" ni "entrar al juego en el que permanentemente ha entrado Sánchez para echarnos del tablero", expuso el presidente de Andalucía. Lejos de hablar de rivalidades, Moreno Bonilla cree que para Sánchez, el PP es "un enemigo".

Fomentar las relaciones parlamentarias

Las declaraciones de Moreno Bonilla acontecen, además, una semana después de que Aitor Esteban, en los pasillos del Congreso de los Diputados en pleno debate que derivó en la derrota de los decretos del Gobierno, cargase contra los populares por su posición contraria a la cesión de ese palacete. Especialmente, contra el portavoz de los populares, Miguel Tellado, con quien ya tuvo rifirrafes en el pasado, entre otros, por no apoyar una propuesta sobre Venezuela y en favor de Edmundo González. "A vosotros Venezuela os importa una higa", le dijo por X a Tellado ante las críticas de éste.

Si no se calman las aguas y persiste ese "aislamiento" derivado por las tensiones con el PNV y otros socios de Sánchez, Moreno Bonilla cree que la imposibilidad de acuerdos le harán "un flaco favor a España y a los intereses" del PP. Cree, además, que no es factible una moción de censura en estos momentos. Tampoco de la mano de Junts, quien ahora verá materializada, al menos en lo que a la tramitación se refiere, su proposición no de ley para una cuestión de confianza a Sánchez.

En esa desvinculación general de Junts y Puigdemont, Moreno Bonilla espera que Junts decida renovarse y acercarse a un espacio más próximo al nacionalismo catalanista, el tradicionalmente defendido por Convergencia i Unió (CiU) en el pasado. Factores como el estar "prófugo de la justicia" en Waterloo (Bruselas), hacen inviable las relaciones entre PP y Puigdemont, más cuando "sus decisiones desde fuera marcan el ritmo del país". En cambio, el dirigente andaluz es partidario a acercamientos parlamentarios como los producidos en diciembre en materia económica que supusieron varias derrotas para el Gobierno y entorno al paquete fiscal.

Instituciones al límite

Una de las razones por las que el andaluz apuesta por esta fluidez es la necesidad de que el presidente del Gobierno salga de Moncloa. "Está forzando a un límite nunca visto a las instituciones", valoró Moreno Bonilla, justo en la jornada en la que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, comparece ante el Tribunal Supremo por la causa investigada en relación a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador. Por revelación de secretos. "Lo que está ocurriendo en España es insólito. A una burrada y un disparate le sucede una vulneración mayor de nuestra normalidad institucional", contempló.

"Nunca habíamos visto a un fiscal del Estado así. Es consecuencia de la obsesión de Sánchez por controlar el Poder Judicial. Ahí está la llave de su autoprotección personal y de su propio Gobierno", explicó Moreno Bonilla, que repudió la "colonización institucional" a su juicio llevada a cabo hasta el momento y durante los últimos siete años en los que está en el poder. Pero también la efectuada en Telefónica. "Lo intenta con empresas privadas, el poder económico y el poder mediático".