La cúpula de Podemos aboga por hacer ghosting a Yolanda Díaz después de que la líder política de Sumar diera un importante paso el pasado lunes y pidiese la reedición de la coalición más allá de la plurinacional que hoy compone en el Congreso de los Diputados el grupo magenta. Una alianza que integran ahora el Movimiento Sumar, IU, Catalunya en Comú, Más Madrid, Compromís, Chunta Aragonesista y Més per Mallorca, y de la que está fuera el partido que pilota Ione Belarra tras la ruptura de diciembre de 2023 dentro del Parlamento. Tras denunciar aislamiento por parte de Díaz y los suyos.

Aunque quedan otras fuerzas minoritarias aún fuera de ese planteamiento, como Alianza Verde o Proyecto Drago, los morados son el engranaje más determinante para que, en el caso de haber un adelanto de elecciones próximo, la izquierda pueda tener una oportunidad de revalidar el Gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez al frente. Y Díaz, quien prepara su revitalización política en los próximos meses, lo sabe. De ahí el toque de atención a comienzos de esta semana, abogando por una demanda que hasta el momento solo había planteado Antonio Maíllo, el líder de IU. "Voy a trabajar para que lo que ha pasado el 23-J vuelva a pasar, y quien no quiera estar ahí lo tiene que explicar", planteó en un desayuno informativo organizado por Europa Press.

Con el de hoy, ya van tres días de silencio por parte de Podemos, cuyos rostros visibles, tanto Belarra como Irene Montero o el portavoz parlamentario Javier Sánchez Serna, han estado centrados en la continuidad del escudos social o la moratoria de los desahucios, así como en la lucha contra el racismo institucional, acompañando a su secretario de antirracismos, Serigne Mbayé, a declarar a los Juzgados de Plaza de Castilla tras la denuncia por injurias de la Confederación Española de Policías al criticar de racistas unas detenciones en Lavapiés en marzo del año pasado. Consultado por El Independiente, fuentes de Podemos no muestran intención de contestar a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Trabajo.

A priori, el camino de Podemos parece desligado al de Yolanda Díaz. Están centrados en la promoción de Irene Montero y en el choque con el PSOE

No demuestran interés en la sugerencia de que Díaz quiera intentar recomponer en torno a ella el espacio que concurrió conjuntamente en las últimas generales tanto para un adelanto como para las próximas elecciones en 2027 si Sánchez agota el mandato. La idea, en todo caso, les suena redundante. El camino de los morados, al menos en apariencia, parece desligado de Díaz. Incluso a nivel estratégico, con la vicepresidenta y los suyos ejerciendo una presión más leve al PSOE que se ha ido elevando en las últimas fechas a causa de la reducción de la jornada laboral y la subida del salario mínimo. Podemos, al estar fuera del Gobierno, se ha permitido posición más dura. A los reproches por la no prórroga del impuesto energético, se unen ahora las difíciles exigencias a cambio de los Presupuestos Generales del Estado.

Las diferencias de enfoques se dan incluso tras el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y las posiciones de Elon Musk con X como instrumento. Mientras la vicepresidenta o la ministra Sira Rego, de IU, optaron por abandonar la red social tras la toma de posesión de Trump y las polémicas imágenes en las que aparenta Musk hacer un saludo fascista, Podemos decidió permanecer como otros dirigentes de la izquierda, caso de Gabriel Rufián. Podemos se encuentra más a gusto alineado con la izquierda nacionalista, caso de BNG, EH Bildu o ERC que con Díaz.

Podemos, centrado en Montero

Al menos por ahora, los morados están volcados en la promoción del liderazgo de Montero de cara a esa eventualidad de elecciones generales. Además, fuentes próximas al partido aseguran que desea volver a la política nacional. Las elecciones europeas fueron una prueba de fuerza de su perfil frente a Díaz, con un saldo de casi 572.000 votos en solitario frente a los 811.545 de Sumar con todos sus socios. Asimismo, Montero siempre que puede se posiciona al lado de Belarra y colabora en distintos espacios, como Todo es mentira en Cuatro. Pese a ese a ignorar la propuesta de Díaz, en Podemos son conscientes de que el éxito de las izquierdas pasan por la colaboración conjunta. Este mismo martes acompañó en Madrid a Mbayé.

Por las distintas declaraciones o conversaciones privadas con dirigentes del partido durante los últimos meses, el principal obstáculo para el entendimiento de Podemos con el resto de fuerzas de izquierda es la propia Díaz, quien creen que ha actuado con cierto caciquismo en el planteamiento de lo que es hoy Sumar. Ya se denunció con la ruptura del grupo y el paso al Mixto en el Congreso a finales de 2023, tras no contar con papel en el Gobierno, ni portavocía en el Congreso, ni tampoco presencia relevantes en las comisiones. Para Podemos, designarla como sucesora natural de Pablo Iglesias fue el mayor error, y constancia de ello dejó Montero en su libro.

Ante una eventual posibilidad de concurrir conjuntamente, dejan clara la necesidad de que haya un sistema de primarias que elija el liderazgo y la configuración de las listas electorales. Que se enmienden los errores del pasado, entre otros, los vetos a Montero o Pablo Echenique en las listas. Conforme pase el tiempo, y en vista a los resultados obtenidos para la UE, creen que estarán en una mejor condición de pujar alto su participación y peso en una nueva alianza. La idea de las primarias las defendió el propio Maíllo hace unos meses, la figura más crítica con lo que es hoy Sumar hasta la fecha. Podemos persigue reivindicarse como actor fundamental de la izquierda a la izquierda del PSOE, y que se tenga en cuenta su papel promotor de avances en el pasado.

Los socios avalan el tono ante la presión de las encuestas

La llamada colaborativa con los morados, y el 'traslado' de la responsabilidad a Podemos, indicando que, de oponerse, tendrán que "explicarlo", supone un cambio de tono, de posición respecto a los últimos trece meses, en los que el rencor y la omisión a los morados ha sido palpable. De los 27 escaños actuales y 31 logrados con toda la coalición, Díaz, con sus actuales socios, se movería en torno a los diez escaños y los seis puntos de voto según los sondeos de este mes de enero. Podemos se consolida entre cuatro y cinco escaños con cinco puntos. La unidad de fuerzas dotaría de una posición más cómoda en el reparto de acuerdo a la Ley D'Hondt que permitiría ser más competitivo al espacio.

Los socios respaldan el cambio de enfoque de Díaz, porque advierten que no se puede tejer una lista electoral en cinco minutos

El descenso electoral se da por diversas causas: al impacto del escándalo por acoso y la salida de la política de Íñigo Errejón, se une el desgaste de Sumar dentro del Gobierno, así como el de Díaz tras sucesivas derrotas al inicio del año. Los magentas tampoco han sido capaces de implantar una agenda destacada a lo largo de 2024, y se han dejado comer por el PSOE, que compensa las salidas con voto de Sumar. Sánchez, en esos sondeos de inicio de año, ronda los 116-120 escaños, muy próximo a su resultado el 23-J. Ya a finales de año, sectores de Sumar confiaban en poder repetir cartel con los morados: "El paso del tiempo ayudará a que cicatricen las heridas y vayamos juntos".

Lanzada la pregunta entre los socios de Sumar, fuentes del grupo parlamentario aseguran que el cambio de tono de Díaz "es lo lógico". Creen que fue "muy clara" en sus objetivos pese a no haber actualmente elecciones. Primero, de cara a estar preparados para un eventual proceso frente al despunte de la ultraderecha. Más tras la victoria de Trump. En segundo lugar, ante un contexto de alta inestabilidad, desechan la idea de configurar las listas rápidamente como ocurrió al principio del verano de 2023, por el adelanto hecho por Sánchez. "No se puede hacer la lista en cinco minutos", mencionan perfiles favorables desde "siempre" a la unidad. Mencionan que ya se da en el terreno municipal, y de cara a Andalucía el próximo año o por adelantos en Castilla y León u otros enclaves es determinante.

"¿Ustedes ven lo que está pasando en el mundo? No es ninguna broma. No son los disparates de Trump. Es un proyecto cultura, económico y liberal que tiene como objetivo destrozar la vida de la gente", dijo Díaz para alertar a los socios y los votantes de izquierdas. Instó a tener "altura de miras" como en el 23-J. "En los momentos históricos uno tiene que decidir donde está", dijo Díaz para presionar.

Díaz abre su ruta de relanzamiento

Díaz está lejos de desistir de su autoridad dentro de Sumar. Aunque ya no ejerce labores orgánicas como tal, es la líder de facto del proyecto e internamente saben que, aunque tocado, su liderazgo es el punto fuerte de Sumar. Solo otros equiparables en reconocimiento público, como Montero, podrían brindar un buen escaparate.

Además, Díaz inaugura este jueves en Gijón (Asturias) la ruta ya adelantada por este diario en la que defenderá las políticas en reducción de jornada e incremento del sueldo mínimo. Una forma de consolidar su gestión y la de sus ministros esta legislatura, sin marcas, sin la estructura de Sumar de fondo y compartiendo cartel con socios, personalidades destacadas y miembros sindicales de UGT y CC.OO. Una manera de reflotar el espacio y de prepararlo para lo que viene pero con ella como eje neurálgico

Desde el Centro Municipal Integrado El Coto, Díaz se reúne con Xabel Vegas, del Movimiento Sumar y Convocatoria por Asturias (CxAst); Ovidio Zapico, el consejero de Vivienda asturiano, de IU e integrado en CxAst; Javier Fernández Lanero de UGT, y Esther Barbón, de CC.OO.