La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos ofrece una señal de alarma con respecto a un ingrediente clave que compone la dieta diaria, y que no es otro que la sal. El consumo excesivo de sal se relaciona con enfermedades cardiovasculares muy graves, y además ha sido clasificado como posible carcinógeno (posible desencadenante de cáncer). Casi 1,89 millones de muertes al año son relacionadas con el sodio, y por ello reducir su ingesta alimentaria es deviene una prioridad de salud pública mundial.

La OMS advierte sobre los riesgos del consumo de sal

La relación entre la sal y el cáncer

Nuevas investigaciones sugieren que las dietas ricas en sodio pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer gástrico. La sal, especialmente en su versión procesada, puede dañar la mucosa estomacal, siendo además un factor de riesgo de aparición de tumores.

El alto contenido de sodio puede favorecer la retención de líquidos y el aumento de la presión arterial, incrementando así el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la obesidad o la osteoporosis.

Enfermedades asociadas al exceso de sodio

El efecto adverso que puede tener el sodio para la salud no se limita al cáncer, sino también a la hipertensión arterial, la cual es una consecuencia más habitual de la ingestión excesiva de sal y la hipertensión arterial está claramente relacionada con infartos y accidentes vasculares cerebrales. También hay evidencias de que el sodio en exceso puede afectar la función renal en muchos individuos y es un factor de riesgo para el desarrollo del síndrome de Ménière, una enfermedad en donde se presenta vértigo además de problemas auditivos.

Recomendaciones de la OMS para reducir el consumo de sal

Cuánta sal debería consumir al día

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos no sobrepasen una ingesta de sodio de 2000 mg al día, lo que equivale a un consumo de sal de 5 g o inferior. En niños y niñas, la cantidad de sodio que deben consumir debe ser adaptada y ajustada a su requerimiento energético.

La OMS también destaca el uso de sal yodada, y uno de los motivos es que yodo es un nutriente fundamental para el desarrollo del cerebro con que puede contar el feto y el infante.

Estrategias para reducir la ingesta de sodio

Con el fin de reducir el consumo de sal en la comida y de que no afectase el sabor de los alimentos, se recomienda, por tanto:

  • Seleccionar alimentos frescos.
  • Alimentos con bajo contenido en sodio.
  • Utilizar especias y hierbas en vez de sal.
  • Evitar las salsas, los aliños o los productos instantáneos.
  • Quitar el salero de la mesa y no aliñar la comida con sal extra.

Medidas de la OMS para controlar el consumo de sodio

Políticas y regulaciones internacionales

La OMS ha planteado unas estrategias concretas que deben ser aplicadas por los gobiernos para poder reducir el consumo de sal de la población. Entre ellas, llama la atención una propuesta de reformulación de determinados productos para reducir su contenido en sodio, la propuesta de la inclusión de etiquetado frontal en los envases de productos alimenticios y la promoción de entornos saludables en las instituciones públicas.

La organización internacional también pone el foco en la necesidad de comunicar la problemática a la población con campañas de sensibilización sobre los riesgos asociados a un elevado consumo de sal.

Seguimiento y evaluación de avances

A fin de asegurar que los países además lleven a la práctica las recomendaciones, la OMS elaboró un puntaje del sodio. Este recurso permite evaluar el progreso en las reducciones del consumo de sal y examinar el seguimiento de la aplicación de políticas para el beneficio de la salud pública.

La disminución de la ingesta de sal se configura como uno de los métodos más eficaces y más asequibles en la medida de la prevención de enfermedades crónicas e incrementar la calidad de vida. Mediante leves modificaciones en la alimentación y el acompañamiento de las adecuadas políticas públicas es factible reducir los riesgos que puede llevar consigo la ingesta de sodio y resguardarse de la salud global.