El teniente fiscal de la Secretaría Técnica, Diego Villafañe, y mano derecha del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se enfrenta al Tribunal Supremo, siendo el último de los imputados en el caso que indaga en la filtración de información de la investigación contra la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Su estrategia se desmarca puntualmente de la de su jefe al no haber elegido la representación de la Abogacía del Estado para comparecer ante el juez Ángel Hurtado. En su lugar, acudirá con un reputado abogado penalista, Cristóbal Martell, conocido por defender a clientes 'estrellas'.

Cuando Martell salió del Supremo hace un par de semanas tras la declaración de uno de los testigos de la causa hubo un pequeño revuelo. Muchos no sabían bien qué hacía el letrado catalán allí y cuando se confirmó que había asumido la defensa de Villafañe algunos comentaron: "Qué listo".

La expectación en esta declaración es alta, como las expectativas del éxito que distintas fuentes jurídicas creen que Martell puede conseguir al arrojar luz en algunos de los agujeros a los que los Servicios Jurídicos del Gobierno no han podido o sabido llegar. El penalista ha sido letrado de la familia Pujol, del futbolista Leo Messi o, recientemente, de Dani Alves, si bien esta relación se rompió antes de que el deportista fuera a juicio en el que finalmente fue condenado por agresión sexual.

Lo previsible, por lo demás, es que Villafañe siga una línea de defensa similar a la de García Ortiz en el argumento de fondo: que no hubo revelación de secretos desde el Ministerio Público.

El magistrado Hurtado decidió a principios de enero imputarlo, principalmente, después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil encontrara unos mensajes en el móvil de la tercera de las investigadas, la fiscal jefa provincial Pilar Rodríguez, en los que explicaba que ella había remitido el expediente sobre el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid a Villafañe cuando él se lo pidió y que entendía que fue entonces cuando desde la Fiscalía General "se le había dado publicidad".

El juez Hurtado acotó en la última declaración qué es lo que está bajo el foco de las pesquisas: en primer lugar, la difusión por parte de algunos medios de comunicación de la existencia de unas diligencias contra el novio de Ayuso, Alberto González Amador, que presuntamente ha cometido un delito contra la Hacienda Pública; en segundo lugar, la nota de prensa que se envió desde la Fiscalía la mañana del 14 de marzo para desmentir unas informaciones erróneas que se estaban publicando acerca de un pacto entre el fiscal del caso y el abogado; y en tercer lugar, la revelación de los correos internos entre estos dos.

La intervención de Villafañe en estos hechos se reduce a que fue la persona que pidió a la fiscal Pilar Rodríguez (las diligencias estaban residenciadas en la Fiscalía que ella dirige en Madrid) una dación de cuenta para que le explicara de qué iba la causa y fue unos días después cuando Eldiario.es terminó contando que González Amador estaba bajo investigación. Él puede parapetarse en su cargo, puesto que al ser teniente fiscal de la Secretaría Técnica --órgano asesor de García Ortiz-- es la persona que lleva en el día a día este tipo de expedientes. Esa es la razón por la que pidió la información a Rodríguez cuando se enteró, según la versión del fiscal general, a través de un periodista de que esas diligencias existían.

De momento, el sumario no ha revelado que él interviniera en la nota de prensa que se redactó, ni tampoco en el cruce de llamadas que la noche de la filtración de los correos internos se produjo en el seno del Ministerio Público. Villafañe, no obstante, es persona de absoluta confianza del fiscal general del Estado y la UCO lo incardinó en el grupo de personas que conocía la información contra González Amador días antes de la primera filtración por lo que el juez sospecha que él pudo colaborar en esa tarea. Los agentes dieron relevancia, por ejemplo, al Whatsapp que le escribe a Rodríguez la tarde del 14 de marzo cuando empiezan a sucederse los problemas por este asunto: "Me dice el jefe si puedes pasarte mañana a las 11:00h".

El instructor considera que Villafañe conoció de primera mano todo lo ocurrido, pero es aún una incógnita si él contestará al togado como hizo su compañera Rodríguez o si seguirá el camino del jefe y no responderá a más preguntas que a la de su propio letrado. En su caso, letrado estrella.