Hay un puñado de holas míticos en la historia del pop. Está el "Hello" de Lionel Richie. El "Hello it's me" de Adele. Y el "Hola, qué tal estás, soy Merche" que en 2004 Mercedes Trujillo Callealta (Cádiz, 1974) acuñó en su canción "Distancia". Para entonces, Merche ya era una de las intérpretes más populares de nuestro país. En 2001 había acudido a la preselección de Eurovisión con el que sería su primer éxito, "No me pidas más amor". No fue la elegida –a Copenhague viajó finalmente David Civera con otro hit incontestable, "Dile que la quiero"–, pero su tema corrió igualmente como la pólvora por las radios españolas. También comenzó a sonar en la segunda edición de Gran Hermano –la de Marta López, Fayna y Carlos Yoyas–. El reality funcionaba entonces como un soporte de prescripción musical de primer orden.

Casi 25 años después, Merche acumula éxitos y fans incondicionales, enamorados de la voz y la pasión con que defiende sus canciones. Que son suyas de cabo a rabo porque es autora de ellas. Algo que cuando ella empezó no era frecuente en artistas de su estilo, esa canción española contemporánea que busca referentes en todas partes –en el acervo folclórico español, pero también en lo latino, en la música urbana o en el registro más bailable– y cuyas figuras femeninas normalmente interpretaban los temas de otros.

Hasta tal punto es "cantautora" Merche que cree que si no cantara sus canciones, probablemente no se dedicaría a esto. "Me encanta cantar, es mi pasión desde chiquitita. Mi madre dice que cantaba antes de hablar. Pero es verdad que para mí el hecho de interpretar y contar mis historias es el plus que hace que esté más enamorada todavía si cabe de mi oficio", explica a El Independiente pocos días después de presentar su última canción, "Tengo fe", y una minigira "deluxe" de conciertos en teatros que arrancará el próximo 22 de febrero en el Teatro Eslava de Madrid y pasará hasta mayo por Málaga (22 de marzo), Cádiz (4 de abril), Santurce (26 de abril), Zaragoza (16 de mayo) y Vigo (23 de mayo).

Una "cantautora" contra los elementos

A muchos artistas con una imagen potente y suficiente capacidad de tracción para arrastrar a miles de fans, las compañías discográficas tienden a imponerles un repertorio y a disuadirles de escribir sus canciones. "Hay veces que por intentar hacer las cosas mejor te coartan la libertad y lo que salen son clones. Ahí se pierde la esencia del artista. Tengo compañeros que se lamentan de que quisieron hacer su propia música y no les dejaron. A mí, si no me hubieran dejado cantar mis canciones, probablemente no me hubiera dedicado a esto porque no hubiera sido Merche, hubiera sido otra más", explica la artista gaditana.

Ella ha tenido la suerte, una suerte que ha peleado, de dirigir artísticamente todo lo que ha hecho. Sin injerencias. "Musicalmente siempre he hecho, con mis aciertos y mis errores, lo que me ha apetecido. Pero sí me ha costado que la gente, o más bien la industria y, sobre todo, los medios de comunicación aceptaran que yo era cantautora. Yo estuve nominada a un Grammy con una de mis canciones, 'Si te marchas' y me preguntaban ¿quién te ha compuesto la canción?, cuando ya llevaba cinco discos y diez años en la música. Si fuese hombre no me hubiera pasado. Hoy en día, gracias a Dios, ese camino ya está abierto para todas las artistas más jóvenes. Pero a mí me costó muchísimo".

Merche cree que aquel prejuicio tenía que ver en parte con su forma de vestir, con su estética de rompe y rasga: nunca ha escatimado en centímetros de tacón ni en minifaldas. "A lo mejor la compañía me decía, a ver si vestimos de otra manera. Y yo, no me da la gana. ¿No voy a poder ponerme una minifalda y un tacón alto y a la vez ser la autora de mis canciones? Así que me ponía la minifalda más corta, el tacón más alto y el pelo más largo y más rubio".

Pregunta.- A Dolly Parton le pasaba algo parecido.

Respuesta.- Porque por su imagen, incluso por su voz, parecía un producto, como se decía antiguamente. Pero es una de las autoras más importantes de la historia del pop. Yo todavía hoy en día sigo descubriendo que canciones que son himnos y que conocemos todos las ha compuesto ella. Es impresionante.

Merche, el 3 de febrero en Madrid durante la promoción de "Tengo fe".
Merche, el pasado lunes en Madrid durante la promoción de "Tengo fe" y su nueva gira.

Contadora de historias

Pese a todo, Merche no se envuelve en esa condición de cantautora para ponerse por delante de otros compañeros. "Ojo, también soy muy defensora de que el artista no tiene por qué ser autor. Yo me emociono siempre, y aparte es uno de mis referentes musicales, con Luis Miguel, por ejemplo, y no es compositor ni le hace falta. O Sergio Dalma: ¿alguien discute que es un artista en mayúsculas, negritas y subrayado? Pero es verdad que yo he contado toda mi vida mis historias y que me encanta hacer mis canciones. También he producido algunos de mis discos, he hecho incluso los arreglos, pero eso no te hace más o menos artista.

P.- Esa autenticidad de tus canciones, las historias que tocan la fibra de tus merchitos, quizá es la principal clave de tu éxito.

R.- Yo creo que hay una personalidad a la hora de cantar, y en mi caso también a la hora de escribir y de hacer melodías, incluso en las armonías (siempre me ha encantado armonizarme a mí misma, solo en el primer disco tuve coristas). Ahí interviene la música que has mamado desde chiquitita. Yo he escuchado música muy variada, desde Camarón y la Paquera de Jerez hasta Billie Holiday pasando por The Police, cosas muy dispares. Todas esas influencias, toda la música que escuchas a lo largo de tu niñez y de tu adolescencia, marcan tu personalidad, eso que es tan importante cuando te dedicas a esto. Porque a veces es que hay demasiado parecido entre los artistas y no distingues. No todo el mundo, afortunadamente. Por ejemplo, Miley Cyrus, que es una de las artistas que ahora a mí más me gustan, tiene su sello personal y su manera única de cantar.

P.- ¿Cómo surge "Tengo fe", cuál es la chispa de esta nueva canción?

R.- La desesperanza. El ver que, quizás desde el COVID, no paran de ocurrir cosas a nivel mundial que dices, Dios mío de mi alma, ¿en qué nos estamos convirtiendo? Que vengan los extraterrestres y nos lleven. ¡Abdúceme, chiquillo, que esto se va a acabar ya! Hay veces que uno pierde la esperanza incluso en el ser humano. De ahí nace la idea de "Tengo fe". Alguna vez me planteo aquello de piensa mal y acertarás, o que todo el mundo es malo hasta que se demuestre lo contrario. Pero inmediatamente digo, no, no quiero, prefiero seguir teniendo fe en la gente. Creyendo en esa empatía que debería nacernos a todos de manera espontánea pero que a veces se nos olvida. Lo que yo he llorado viendo a toda esa gente anónima, jóvenes, mayores, que iba a Valencia con sus escobas. Se me saltaban las lágrimas porque decía, ahí está la raíz de lo que somos. Pero por desgracia a veces se nos olvida, y últimamente con demasiada frecuencia, que estamos para ayudarnos y para querernos, para hacernos la vida más bonita y más fácil. Si cada uno vamos a la nuestra, mal nos va a ir porque al final ganan tres. El resto siempre vamos a perder si no estamos de la mano.

Con su banda de siempre

P.- En el vídeo de "Tengo fe" vemos a una Merche tricolor, vestida alternativamente de blanco, rojo y negro, muy roquera y haciendo alarde, precisamente, de falda corta.

R.- Este vídeo me hace especial ilusión. Habré hecho miles en mi vida, pero este me apetecía hacerlo con mi banda de siempre, como si estuviéramos dando un concierto, con las mismas luces y la misma puesta en escena. Es un vídeo sencillito pero con mucho corazón y mucho amor. Llevamos toda la vida, estamos envejeciendo juntos.

Merche es una pyme familiar de unas 20 personas. Lo es de gira, con sus músicos y sus técnicos, pero también su oficina, que llevan sus dos hermanas y su cuñado. "Todo queda en casa. Si me equivoco, me equivoco yo, no se equivocan otros por mí".

P.- Podría decirse que eres una artista independiente.

R.- Sí, desde hace bastantes años yo me lo guiso y yo me lo como, como Juan Palomo. Yo soy muy resiliente. He estado siempre con multinacionales, y cuando ya la compañía no me ofrecía lo que yo necesitaba o querían de mí algo que no les podía ofrecer, entonces preferí hacer mi camino sin esa multinacional. Ojo, yo tengo mi editorial, que es Warner Chappell, y trabajo con un equipo de gente maravillosa y súper profesional. Pero a mí me gusta estar en todos los fregados, me gusta hacerlo todo y estar ahí pendiente, tanto antes cuando estaban ellos, que no les dejaba hacer, como ahora.

P.- El próximo 22 de febrero emprendes una minigira de teatros. ¿Qué supone para ti, ahora en la era de los estadios, la intimidad de una sala a escala humana, donde puedes verle la cara a la gente?

R.- Mira, a lo largo de todos estos años he tenido la suerte de cantar delante de 500 personas y de ciento y pico mil. Para mí como artista, cuando piso el escenario, es exactamente lo mismo, aunque la energía, evidentemente, es diferente. Cuando tienes a muchísima gente delante que se pone a cantar no puedes ni escucharte a ti misma. Es maravilloso, pero no te percatas de nada porque las luces te ciegan y no llegas a ver ni la primera fila. Los teatros en ese sentido tienen un sabor especial. Por tener a la gente cerca, pero también por el hecho de que estén ahí sentaditos. Cuando estamos arriba con un temazo lo dan todo, pero cuando hago algo al piano, que todo se queda en silencio, se disfruta no sabes tú cuánto. También impone, pero son momentos preciosos para mí. Yo además observo mucho al público, y ves cuando uno se emociona y se pone a llorar, o cuando una pareja se pone a discutir. Te das cuenta de todo. Que después de tantos años haya tanta variedad de público, que un niño de 20 años se sepa hoy las canciones que yo hice hace 20 años, es flipante.

P.- Con tu primer éxito, "No me pidas más amor", te presentaste a la preselección de Eurovisión. ¿Has seguido el Benidorm Fest? ¿Te gustaría participar?

R.- A lo largo de todos estos años, Televisión Española me ofreció en más de una ocasión ir a Eurovisión con una de mis canciones. Me daba carta blanca, con la canción que quisiera. Yo soy muy eurovisiva, siempre he seguido el concurso, desde chiquitita. Pero tienes que estar entre seis y ocho meses dedicada solamente a eso y dejar a un lado cualquier proyecto que tengas. La última vez que me lo ofrecieron acababa de recoger a mi niña en la India [Merche adoptó a su hija Ambika en 2014]. He sido jurado en alguna preselección y el Benidorm Fest me encanta, pero no me veo, quizás por esa intensidad que requiere. Prefiero disfrutarlo desde fuera a meterme en ese jaleo tan gordo. Este año había un nivelazo y estoy orgullosísima de Melody. Se lo merece, no solo por su actuación sino por la artista tan grande que es. No se puede decir de este agua no beberé, quién sabe, a lo mejor algún día me da por ahí, pero de momento con lo mío ya tengo yo bastante.