María Jesús Montero es ya la secretaria general del PSOE de Andalucía pero aún no tiene equipo en el partido, quedan aún dos semanas para la celebración del 15º Congreso Regional, pero ya se han producido los primeros movimientos que apuntan al ingreso en una nueva era. Y uno de ellos llegó este jueves: la decisión de Juan Espadas de abandonar el Parlamento autonómico para centrarse en su papel de portavoz de los socialistas en el Senado supone la repesca de una de las dirigentes de mayor confianza de Susana Díaz: Verónica Pérez. Ella, líder del PSOE de Sevilla durante ocho años (2013-2021), secretaria primera de la Mesa de la Cámara andaluza durante siete (2015-2022), ocupará el escaño que deja Espadas. Una vuelta fruto de una salida esperada, más por carambola, pero que sirve a Montero para apuntalar ese mensaje de unidad interna y de reconstrucción del PSOE-A que busca. Porque, como afirman en el entorno de la vicepresidenta primera del Gobierno, "se acabaron los tiempos de las tribus", de la división en el seno de la federación más potente del partido. Los susanistas recibieron la noticia con euforia, porque si había una queja que dirigían insistentemente contra Espadas era que había "orillado" a un sector del PSOE-A, que no había sabido sumar a los partidarios de la expresidenta de la Junta.

La salida de Juan era lógica, no iba a jugar un papel en el Parlamento andaluz y sí en el Senado y la siguiente en la lista era Verónica, así que se ha tomado con naturalidad. Se acabaron los tiempos de las tribus en el PSOE-A", señalan en el entorno de Montero

La marcha de Espadas de Andalucía está siendo escalonada. El 7 de enero anunció que no se presentaría a la reelección como secretario general del PSOE-A, tras un breve mandato de tres años. Abría la puerta a la dirigente a la que todos en la federación esperaban y deseaban, a Montero, que solemnizó horas después su candidatura y que al cabo de una semana fue proclamada jefa de la federación, ya que su rival, el catedrático de Economía Luis Ángel Hierro, se retiró de la carrera por no reunir el aval del 12% del censo.

Este jueves, Espadas explicó a los periodistas en los pasillos del Parlamento autonómico que se despedía ya de su escaño en Sevilla y que iba a comunicar su baja como diputado regional al presidente del Parlamento, Jesús Aguirre. Él no fue, de hecho, quien preguntó a Juanma Moreno, presidente de la Junta, en la sesión de control al Gobierno. Lo hizo la todavía portavoz socialista, la jiennense Ángeles Férriz. Espadas contó a los informadores que su deseo es volcarse en su actividad como portavoz del PSOE en el Senado, cargo por el que fue designado por la dirección de Pedro Sánchez en noviembre de 2023.

Espadas llama a Pérez

Los socialistas lograron en los comicios autonómicos de junio de 2022 solo 30 diputados —por los 58 del PP, mayoría absoluta—, cinco de ellos por Sevilla. Espadas encabezaba la lista de la capital, y Verónica Pérez iba en el sexto puesto, así que se quedó fuera. No repitió como diputada, por lo que su partido la postuló como consejera de administración de la radiotelevisión pública andaluza (RTVA). Pérez, como confirmó a este diario, dejará la tele y regresará al Parlamento como parlamentaria por Sevilla, y arranca esta nueva etapa en la Cámara con "mucha ilusión". Espadas la llamó por la tarde para comunicarle formalmente su renuncia, que se hará efectiva este viernes. Fue una charla "cordial y correcta", describió la dirigente.

Ha sido una coincidencia, una carambola que justo ella entrase, pero le viene bien a María Jesús para fortalecer ese discurso de unidad. Es positivo", indican fuentes próximas a Pérez

Tanto desde el entorno de Pérez como en el de Montero señalan que no ha habido presiones para que la primera se quedara en RTVA. "La salida de Juan era lógica, no iba a jugar un papel en el Parlamento andaluz y sí en el Senado y la siguiente en la lista era Verónica, así que se ha tomado con naturalidad. Se acabaron los tiempos de las tribus en el PSOE-A", señalan desde el entorno más cercano a la vicepresidenta primera del Gobierno. Los próximos a Pérez reconocen que hay "una parte del partido, la gente de Juan o la dirección de Sevilla [que comanda el presidente de la Diputación provincial, Javier Fernández] a la que quizá no le gusta que vaya a recoger el acta. Pero ella lo ha tenido claro, es una parlamentaria experimentada, se lo ha currado mucho y cree que puede aportar". Y entiende, siguen las mismas fuentes, que a Montero también le "suma" su reingreso en la Cámara. "Ha sido una coincidencia, una carambola que justo ella entrase, pero le viene bien a María Jesús para fortalecer ese discurso de unidad. Es positivo", agregan.

Verónica Pérez, entonces secretaria general del PSOE de Sevilla, y Juan Espadas, en aquel momento alcalde de Sevilla y secretario general del PSOE de Andalucía, el 22 de julio de 2021 en la capital andaluza. | EUROPA PRESS / MARÍA JOSÉ LÓPEZ

No ha habido, por tanto, ningún movimiento para forzar la marcha de Espadas y la entrada de Pérez, pero sí es cierto que la vuelta de esta a la Cámara andaluza habría sido conflictiva hasta ahora, por la hostilidad mutua entre el ya exbarón socialista y los susanistas. Ahora, el mensaje es otro, el de unidad, al que Montero lleva apelando todas estas semanas, consciente de que hereda de Espadas una federación fracturada y, sobre todo, desnortada por la pérdida de la práctica totalidad de su poder institucional, desde la Junta hasta la mayoría de las diputaciones —solo tiene en sus manos dos, las de Sevilla y Jaén— y de municipios —la única capital de provincia que gobierna, y gracias a una moción de censura consumada el mes pasado, es Jaén—.

La nueva líder del PSOE-A se ha prodigado en gestos de integración en estas semanas. Quiere "un PSOE fuerte, unido, cohesionado, con proyecto, con ideas, donde todo el mundo es imprescindible", dijo desde el primer día. El pasado 24 de enero llegó a la reunión de la interparlamentaria de los socialistas andaluces, en Córdoba, con la propia Díaz. "Siempre ha habido un buen trato entre ellas", destacan desde el equipo de Montero. "Se han soportado, que no es poco", precisa un dirigente que conoce bien a ambas. Los susanistas se alinearon con la vicepresidenta antes incluso de que saltara a la carrera: su prioridad era que Espadas no siguiera en el cargo, y apoyaron sin fisuras a Montero como habrían respaldado a otro nombre que circuló como más que posible delfín: Juanfran Serrano.

Montero ha dispensado gestos de integración hacia Díaz y sus partidarios. La expresidenta ha prometido "ayudarla" porque la tarea es "ingente". Ella siempre se quejó de que Espadas "orilló" a un sector del PSOE-A

La expresidenta de la Junta dedicó un mensaje de apoyo a Montero este miércoles en Espejo público (Antena 3), donde la vicepresidenta primera fue entrevistada: conduce "un Ferrari" como lo es el PSOE-A, y ese vehículo, le dijo, "tiene que ser la esperanza de miles de ciudadanos que nos esperan". "Así que ya sabes, adelante y aquí nos tienes", sostuvo. A primeros de enero, cuando Montero presentó su candidatura, Díaz prometió echarle una mano donde ella necesitara: "La voy a ayudar porque la tarea es ingente. La tarea es muy complicada, la tarea es difícil. El partido está muy desmotivado y desunido, pero ella tiene ganas y todos vamos a colaborar". Ya entonces la exjefa del Gobierno andaluz apuntaba que la nueva secretaria general tenía que "recuperar a mucha gente que ha estado orillada y aparcada" por Espadas.

"La única autoridad que existe en el PSOE soy yo"

La primera dirigente de relieve de los susanistas en volver a la primera línea y en retornar al Parlamento andaluz será pues Pérez, que fue mano derecha de Díaz en la Cámara y una de sus dirigentes más cercanas. Ella fue quien asumió las riendas del poderoso PSOE sevillano en 2013 tras la marcha de Díaz a la sala de máquinas del PSOE-A y de la Junta, y quien se convirtió en la secretaria primera de la Mesa del Parlamento entre 2015 y 2022. Y ella fue la autora también de una frase que ha quedado para siempre grabada en la historia del partido: "La única autoridad que existe en el PSOE soy yo", proclamó a las puertas de Ferraz aquel 29 de septiembre de 2016. Lo decía porque entonces era la presidenta del comité federal y, como tal, la única responsable federal en pie, ya que la ejecutiva de Sánchez había decaído al dimitir 17 de sus miembros (y registrarse tres vacantes). Pero el secretario general no interpretaba lo mismo, aguantó el pulso y no se fue. Lo que vino después es conocido: el abracadabrante comité federal del 1 de octubre, la defenestración de Sánchez, las primarias a sangre y fuego entre Sánchez y Díaz y la victoria del hoy presidente del Gobierno.

Pérez siempre se mantuvo al lado de la exjefa de la Junta y su lealtad no admite dudas. Es la primera dirigente susanista que vuelve a la primera línea

Verónica Pérez (San Juan de Aznalfarache, Sevilla, 1978) siempre se mantuvo al lado de la exjefa de la Junta. Contra viento y marea. También en las primarias de 2021 que perdió contra Espadas, el hombre designado por Ferraz para batir a Díaz. Su lealtad no admite dudas. Ella es la primera dirigente susanista que vuelve a la primerísima línea. En activo sí están, pero en papeles más discretos, responsables como el exconsejero Pepe Fiscal, ahora director de Gabinete del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.

Pero este jueves también quedó otro mensaje importante. El de la propia Montero. En una visita a Cádiz, a Castillar de la Frontera, lanzó un aviso nítido a sus compañeros, porque justo después del 15º Congreso Regional, el que tendrá lugar en Armilla, Granada, el 22 y 23 de febrero, se celebrarán los cónclaves provinciales, y ahí las cosas no están nada claras, porque también hay riesgo de división interna. "Invito a todas las provincias a que en la medida de lo posible se presente una lista única que aglutine al conjunto de la militancia —subrayó la secretaria general del PSOE-A—, porque no trabajamos para nosotros, trabajamos para la gente y eso es lo que quiero trasladar desde el primer día", aseguró, en declaraciones a los periodistas, informa Europa Press. La vicepresidenta insistió en que desde el primer día está "intentando impulsar" que el PSOE-A no se mire "al interior", a sí mismo, sino que tiene que volcarse para "ser un proyecto atractivo para la ciudadanía progresista de Andalucía que confíe en que hay una capacidad de cambio, de transformación, ambición por Andalucía".

La única provincia donde está claro el liderazgo es Sevilla, en la que continuará al mando Javier Fernández. En Jaén, dará un paso atrás Paco Reyes. En Málaga, Almería o Huelva hay ruido, mientras que en Cádiz o Córdoba sus barones podrían continuar

La única provincia donde está claro el liderazgo es Sevilla, donde continuará al mando Javier Fernández. En Jaén, esta semana anunció su intención de dar un paso atrás el secretario general desde 2010 y presidente de la Diputación, Paco Reyes, y su sucesor no está claro. En Málaga, el actual líder, Dani Pérez, está muy contestado, y podría tener enfrente a su secretario de Organización, Pepe Bernal, exalcalde de Marbella, y el diputado autonómico Josele Aguilar. En Cádiz, quiere repetir su jefe de filas, Juan Carlos Ruiz Boix, y todo apunta a que lo conseguirá, igual que la también diputada nacional Rafi Crespín en Córdoba. En Granada, ya ha anunciado que no renovará mandato Pepe Entrena. En Huelva, una posible candidata sería la diputada regional María Márquez, pero en su contra tiene al sector crítico controlado por el ex número dos del PSOE-A Mario Jiménez. Y en Almería la dirección está muy dividida y el actual barón provincial, Juan Antonio Lorenzo, tiene enfrente a su número dos, el senador Antonio Martínez. Montero busca paz orgánica, así que la primera tarea es aplacar el ruido en las provincias. Y no es poco.