Poco ha faltado para que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se cruzaran por los pasillos de la Cámara Baja camino cada uno de una reunión con sus respectivos Grupos Parlamentarios. Congreso y Senado arrancan hoy su actividad parlamentaria desde las vacaciones y el palacio de la Carrera de San Jerónimo era un hervidero de diputados y senadores. Sus discursos han sido la cara y cruz del análisis sobre la situación del país. El líder de la oposición ha dibujado un escenario dantesco de un "Gobierno obsesionado con protegerse a sí mismo" que "descuida proteger al conjunto de los españoles".

A sus críticas habituales ha sumado un anuncio y un andanada. El primero consiste en la presentación dentro de unas semanas de "una alternativa al infierno fiscal con 96 subidas de impuestos" desde que gobierna Sánchez. "Pagamos más impuestos para tapar la boca al independentismo", ha dicho al hilo de este anuncio que se suma al goteo de propuestas alternativas presentadas en los últimos meses, a saber, ley de Conciliación, de Vivienda, Plan Valencia o propuesta integral sobre inmigración. Es lo que ha denominado la "agenda del cambio que está esperando España".

Ha espoleado a sus parlamentario a trabajar "mas y mejor"

Tras espolear a sus parlamentarios a trabajar "más y mejor", ha afirmado que "nunca la oposición ha suscitado tanto interés. No olvidar que somos el primer partido de España, con mayoría absoluta en el Senado y el primer grupo parlamentario del Congreso". "Nuestra actividad -ha proseguido- es la más necesaria ante la mayor decadencia de un Gobierno. Nos obliga a ser cada vez más alternativa".

El gobierno de coalición ha llevado, a su juicio, más lejos que nadie el umbral del escándalo, llegó al poder "gracias a una transacción corrupta inicial" -en alusión a la ley de la Amnistía-y se ha "especializado en la factoría del asombro", ha desgranado. Y en este punto ha venido la andanada, muy concretamente contra el todavía Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz. Dice Feijóo que resulta "imposible seguir en directo todas las tramas delictivas. Me pregunto si es un Gobierno o una unidad de borrado de presuntos delitos. Dedica más tiempo a borrar pruebas que a los problemas de los españoles. Tenemos un fiscal cuyo comportamiento se parece mucho a la de un delincuente común al borrar las pruebas que le puedan incriminar y negarse responder a las preguntas de un juez del Supremo".