Las palabras de Donald Trump sobre Ucrania en su última entrevista en la cadena Fox aún resuenan en la cabeza de Volodimir Zelenski. "Puede que haya acuerdo, puede que no. Ucrania puede ser rusa algún día. O no". Denotan cómo el presidente de EEUU está lejos de tener claro cómo conseguir la paz en Ucrania, algo que iba a conseguir "en 24 horas", y tampoco tiene claro si apoyar al presidente ucraniano o dejarse seducir por el ruso Vladimir Putin con quien habló el domingo. Sus primeros espadas desembarcan esta semana en una Europa que aún confía en que los lazos euroatlánticos no se transformen en un nudo.

Lo que sí dejó claro es que busca compensación por la ayuda prestada hasta ahora a Ucrania. "Hemos puesto un montón de dinero y quiero algo a cambio. Les he dicho que nos den el equivalente, unos 500.000 millones de dólares en tierras raras y parece que están de acuerdo. Así no nos sentiremos estúpidos", dijo Trump en la Fox. Zelenski sabe que para contar con Trump necesita ofrecerle compensación porque para él la defensa de la democracia es un mero eslogan.

Bessent, Vance, Hegseth y Rubio de gira

Con ese propósito Trump ha decidido enviar al secretario del Tesoro, Scott Bessent, a verse con Zelenski. "Esta guerra debe acabar pronto y acabará pronto. Hay mucha muerte y destrucción. EEUU ha gastado miles de millones de dólares. Y hay poco que mostrar globalmente. Cuando América es fuerte, el mundo es en paz", ha escrito Trump en X.

El vicepresidente JD Vance está en Europa desde el lunes, ya que ha participado en la cumbre internacional sobre Inteligencia Artificial organizada por el presidente francés, Emmanuel Macron. De nuevo Macron se reserva el contacto cercano con el nuevo gobierno de EEUU, como ya hizo con Trump cuando aún era electo en la reinauguración de Notre-Dame. Vance se ha encontrado con la Alta Representante para la Política Exterior y la Seguridad, Kaja Kallas, este martes.

JD Vance se verá con Zelenski en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que comienza el viernes. Hace un año, JD Vance estuvo como senador republicano. Entonces dijo que le daba igual lo que pasara con Ucrania "en uno u otro sentido" y rechazó encontrarse con el líder ucraniano. Trump dijo que probablemente recibiera en Washington a Zelenski esta semana y es probable que el líder ucraniano viaje a EEUU desde Múnich el fin de semana.

Este miércoles Marco Rubio, secretario de Estado, participa en las conversaciones en el formato de Weimar+ con Francia, Alemania, Polonia, Reino Unido, Italia, España y Ucrania, que esta vez tienen lugar en París. En la cumbre de ministros de Defesa de la OTAN y del Grupo de Contacto estará el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien ha dejado claro que EEUU no tiene planes de enviar tropas a Ucrania. El nuevo jefe del Pentágono cuenta con revisar el número de efectivos en Europa en cuanto se alcance un acuerdo de paz en Ucrania.

El viaje del enviado de Trump a Ucrania

Antes del tercer aniversario de la invasión rusa, se espera que llegue a Kiev el enviado de Trump, Keith Kellogg, en quien los ucranianos han depositado sus esperanzas. El portavoz de Zelenski sostiene que está previsto que el jueves 20 de febrero esté en la capital ucraniana. "Todos los políticos estadounidenses que han viajado a Ucrania se han llevado la misma impresión y todos han respaldado nuestras demandas", señalaba a El Independiente Oleksandr Meretzhko, jefe de la comisión de Exteriores de la Rada ucraniana.

En principio, ni Kellogg ni Vance van a hacer público el plan de paz, ya que ese papel le corresponderá al presidente Donald Trump, quien podría esperar a que su enviado a Ucrania le reporte sobre su impresión sobre el terreno. Quizá entonces empiecen a entender cuán lejos está Putin de querer la paz, a no ser que llamemos paz a un acuerdo hilado con alfileres que permita a Rusia volver a la carga con más fuerza y con un adversario con menos apoyos. Putin sabe que su futuro está ligado a la guerra y solo el sometimiento de Ucrania sería aceptable. O Ucrania es otra Bielorrusia o Putin seguirá la guerra de una forma u otra.

El papel de los europeos

En estos días en Europa sus primeros espadas van a trasladar a los europeos que será ellos los que han de llevar ahora la voz cantante con Ucrania tanto en lo que se refiere a la seguridad como al apoyo financiero. Es lo que sí tiene claro el nuevo gobierno de Estados Unidos como núcleo central de ese plan de paz. En Europa, países como Polonia o los Bálticos lo tienen claro desde hace tiempo. También el Reino Unido, muy comprometido con la defensa de Ucrania. Otros, como España, Italia o Bélgica, que escatiman con el presupuesto de defensa, van a irritar a Trump.

Zelenski no se engaña. Como explica en una entrevista en The Guardian, para Ucrania lo fundamental para que el acuerdo de paz se pueda respetar son las garantías de seguridad y sin EEUU no serán auténticas. El presidente ucraniano tratará de explicar a los representantes de la Administración Trump que no sería bueno para EEUU que las reservas de uranio y titanio de Ucrania cayeran en manos rusas o de sus aliados, como China o Corea del Norte. Da por perdida la ayuda humanitaria de USAID.

El presidente ucraniano apunta que los estadounidenses podrían tener mucho que ganar si siguen apoyando a Kiev. "Estamos hablando no sólo de seguridad, sino también de dinero… Recursos naturales valiosos en los que podemos ofrecer a nuestros socios posibilidades que antes no existían de invertir en ellos… Para nosotros creará puestos de trabajo, para las empresas estadounidenses creará beneficios". Es el lenguaje que mejor entiende Donald Trump. Quid pro quo: garantías de seguridad a cambio de la mejor parte del pastel de recursos minerales, tierras raras y reconstrucción.

Como novedad, Zelenski plantea que Ucrania está dispuesta a "intercambiar" territorios, según France Presse. Las tropas ucranianas dejarían la región rusa de Kursk si los rusos desocupan alguna de las zonas que ahora controlan.

En Europa el problema sigue siendo que ni hay una posición común ni un líder que sea capaz de representar al resto. Alemania, Francia y Polonia han tratado de articular fórmulas para profundizar en la cohesión, pero el único de los tres líderes que de momento accede al entorno de Trump es Macron. Pero los hay muy discordantes como el húngaro Viktor Orbán o el eslovaco, Robert Fico, que ahora amenaza con cortar el suministro de gas a Ucrania.

La estrategia de Putin

Putin no va a decir que no a Trump, que se enrabietaría si el líder ruso actuara a la contra, pero tampoco va a ceder un ápice. Rusia exige que Ucrania no esté e la OTAN y sea neutral, y que retire sus tropas de las cuatro regiones ucranianas ocupadas por las tropas rusas (Donetsk, Jersón, Lugask y Zaporiya). Tanto los europeos como los ucranianos descartan que Rusia vaya a hacer concesiones. Es realmente lo más preocupante porque, sea como sea el plan de paz, Rusia lo boicoteará.

Muy astutamente Putin ha respondido a la visita del enviado de Trump, Steve Witkoff, a Moscú con la liberación del profesor estadounidense Marc Fogel, condenado a 14 años por posesión de marihuana, según informa Axios. Fogel fue apresado en 2021.

En un comunicado, el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, ha declarado: "El presidente Trump, Steve Witkoff y los asesores del presidente negociaron un intercambio que sirve como muestra de buena fe por parte de los rusos y una señal de que estamos avanzando en la dirección correcta para poner fin a la brutal y terrible guerra en Ucrania".