Aseguran por activa y por pasiva que no habrá sorpasso de Ciudadanos y que, además, los sondeos siempre les dan peores datos que los resultados que luego obtienen, sobre todo en Andalucía. Pero por si las urnas resultan finamente más adversas de lo esperado, el líder del PP, Pablo Casado, ya tiene preparado el mensaje de una noche electoral llena de incertidumbres. ¿El argumento?, su candidato a la presidencia de la Junta, Juan Manuel Moreno, es "herencia recibida" del anterior equipo del PP, en general, y de Mariano Rajoy y de Soraya Sáenz de Santamaría, en particular.
Los asesores de Casado llevan semanas manejando este argumento con soltura, aún a sabiendas de que su jefe de filas reconfirmó a Moreno como apuesta por Andalucía pocos días después de ganar el XVIII Congreso nacional del PP. Moreno apoyó incondicionalmente a la ex vicepresidenta del Gobierno en la carrera de las primarias, fue, de hecho, el apoyo más claro que dio un barón territorial a uno de los contendientes por el liderazgo de los populares españoles. Ni siquiera el gallego Alberto Núñez Feijóo, que primero respaldó a María Dolores de Cospedal para pasarse en la segunda vuelta a las huestes de Casado, explicitó su apoyo a éste como sí hizo Moreno por Santamaría.
José Antonio Nieto es el "plan b" para suceder a Moreno si los resultados son catastróficos
En Génova se argumentó entonces la "imposibilidad material y temporal" de descabezar Andalucía para buscar una alternativa y más sabiendo que la presidenta autonómica Susana Díaz iba a adelantar unas elecciones que tocaban en marzo del próximo año. Se optó, entonces, por cerrar filas y heridas y tan sólo un día después de su triunfo congresual Casado dejó clara la continuidad del andaluz.
No era la opción de muchos de los miembros del equipo de Casado, sobre todo entre aquellos que como el ex ministro del Interior Juan Ignacio Zoido o el ex secretario de Estado de Seguridad y ex alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, se había significado muy fuertemente en el bando "anti Soraya". De hecho, su presencia en la cabecera de las listas de Sevilla y de Córdoba, respectivamente, para las elecciones del 2 de diciembre responden, en muy buena medida, a la necesidad de tener un "plan b" si hay que buscar un recambio a Moreno.
"Que por nosotros no sea", dicen colaboradores de Casado respecto a su implicación en la campaña
Nieto ya salió en las quinielas para hacerse con el timón de los populares andaluces en sustitución de Zoido. Era una de las opciones de Cospedal, en lucha abierta con Santamaría. Finalmente se impuso el candidato de la ex vicepresidenta, consciente de su necesidad de tener algo de poder territorial en el partido. Su triunfo incontestable en Andalucía en la primera vuelta de las primarias confirmó el acierto de su estrategia en este territorio. Fue la segunda vuelta, el "todos contra Santamaría", la que la sacó de la carrera por el liderazgo.
Eso sí. Desde el primer momento, "Casado dio órdenes para que el partido se volcara en la campaña andaluza", recuerdan fuentes populares. Es lo que muy gráficamente uno de sus colaboradores explica con un "que por nosotros no sea". Eluden así cualquier tipo de acusación o susceptibilidad respecto a una presunta Génova renuente a implicarse ante la posibilidad de un mal resultado. Sabe la dirección popular que si Moreno queda por debajo de las expectativas, si la formación de Albert Rivera les supera, el resto de los partidos harán una lectura crítica del líderazgo de Casado, necesitado de un reforzamiento interno y, sobre todo, de para la sangría de votos para comenzar la remontada
De ahí el argumento de la "herencia recibida". Si le va mal a Moreno, no es responsabilidad del presidente nacional del PP, aunque eso no servirá de consuelo a unos barones territoriales que temen que se les lleve también la marea. Ahora bien, si las cosas permiten, al menos, salvar los muebles, Génova atribuirá el éxito de esa empresa "a Pablo Casado", admiten. Otra cosa es que ese mensaje, bien en un sentido u otro, tenga efectividad.
Entre 25 y 28 diputados
Todavía no está claro si el líder del PP pasará la noche electoral en Madrid o en Sevilla. No es previsible que sea él el que comparezca ante los medios en caso de permanecer en Génova. Es su número dos, Teodoro García Egea, el que tiene más papeletas para ir a la sala de prensa. Lejos quedaron aquellos días en que era Casado, en calidad de portavoz del partido, al que ponían frente a los periodistas cuando los resultados electorales no eran buenos.
El PP contiene el aliento en Andalucía. El mensaje que Génova transmite a los suyos es que "la cosa no va mal. Las perspectivas son buenas". Manejan una horquilla de entre 25 y 28 diputados andaluces, muy por debajo de los 33 de 2015, pero siempre por delante de Ciudadanos. "Si quedamos por encima y no bajamos de 25, lo compramos todos", admite una dirigente popular y es que la situación no invita a grandes gestas.
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