Si el diputado por Madrid y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, se ha caracterizado en estos años por su paso por política, ha sido por, entre otros asuntos, estar inmerso en la polémica. Hace unas semanas, tras la marcha del expresidente de Castilla y León y líder de facto en la autonomía, Juan García-Gallardo, Ortega admitió que "parte" de lo que esgrimió éste contra la dirección nacional de Vox, la falta de democracia interna y el acotamiento de los espacios de decisión, era "verdad". Ahora, el exsecretario general del partido y miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Vox, el máximo órgano entre asambleas, vuelve a cargar contra la cúpula de Santiago Abascal respecto a su postura en materia internacional.

En concreto, en un momento en el que Vox se muestra como fiel socio de Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, viene de participar en la cumbre de la CPAC, y comparte afinidad en Patriotas por Europa con otros líderes cercanos al magnate, como Víktor Orbán, Ortega carga contra el seguidismo total a las decisiones de Trump. Sobre todo, contra las que pueden ir en contra de los intereses nacionales de España a nivel económico, pero también estratégico en el plano europeo. El portavoz madrileño de Vox reclamó a Bambú que "no compre todas las políticas" de Trump, con especial atención a los aranceles a productos españoles y a las negociaciones para la guerra de Ucrania.

Hasta la fecha, Vox se ha mostrado esquivo con ambas cuestiones. Sobre los aranceles, ya generales para toda la comunidad internacional en un 25% para el acero y en un 10% para el aluminio, que ya repercutirá en sí en España, se estima en añadido otros a partir de abril particulares contra el aceite de oliva, el vino así como el mantenimiento a la aceituna negra de mesa, entre otros. Los de Abascal siguen centrando el foco en Bruselas y la Unión Europea, cuestionan que la Política Agraria Común (PAC) y el Pacto Verde, por las exigencias climáticas, perjudican en mayor grado que los aranceles a los productores españoles. Asimismo, y pese a dar un paso importante, apreciando que es probable que esos aranceles "harán daño" al país, justifican la gestión de Trump y sus decisiones para la protección de los intereses americanos. Con todo, en conversaciones con El Independiente, desde la dirección nacional se niega cualquier tipo de subordinación a EE.UU.

Al respecto, Ortega, en una entrevista concedida esta mañana a Onda Madrid, trasladó que "si Trump decide imponerle a España unos aranceles que hacen daño a la economía, no podemos estar de acuerdo". "Somos españoles, no estadounidenses", añadió el de Vox. Pese a todo, validó la figura de Trump, a la que prefiere como dirigente en lugar de otras como la del mandatario chino Xi Jinping. "Eso no significa que todo lo que haga Trump" le tenga que parecer "bien" a Vox, "ni muchísimo menos", apreció Ortega, en una especie de mensaje velado para la dirección de Abascal, que esta misma semana ha sido cuestionada por casi un centenar de críticos del partido, que piden una refundación. De hecho, ya han remitido sus exigencias a Bambú. Lo han trasladado este martes cargos del partido, como la diputada balear y exportavoz en el Parlament, Idoia Ribas, que están bajo la lupa nacional.

En el mismo sentido que el económico, respecto a Trump, se pronunció en esa entrevista Ortega, ante la mención de la guerra de Ucrania y las negociaciones que quiere llevar a cabo EE.UU. con Rusia. De hecho, el propio Trump ha desprestigiado la figura de Volódimir Zelenski esta última semana, tachándole de dictador por no celebrar elecciones en plena guerra, mientras que ha validado la figura de Vladimir Putin. Vox ha rechazado ese calificativo, pero niega que tanto Trump como ellos estén virando a posiciones prorrusas respecto a Ucrania. "No hay nada sólido todavía sobre lo que podamos opinar", aseguran fuentes nacionales de Vox. Con todo, esas mismas fuentes justifican la posición de Trump con Zelenski, quien apoyó a Kamala Harris en campaña y quien "ha acusado a Trump de dejarse guiar por desinformación rusa". En Vox definen a Trump como una persona "rencorosa", como justificación.

Vox, pese a las circunstancias, y que de momento no se ha contado con Ucrania para los encuentros con la delegación rusa, aunque sí se ha llegado a un acuerdo de explotación de recursos naturales a cambio de la protección estadounidense, Vox acredita que Zelenski debe tener la última palabra en una negociación.

Para Ortega, "no se podrá estar de acuerdo" con ningún plan en el que se decida "darle la espalda a un país europeo como Ucrania". Tampoco con "repartir sus fronteras y llegar a supuestos acuerdos de paz sin tener en cuenta a la nación agredida". Ortega ha querido incidir en que Putin inició la guerra. "Es un tirano y un personaje muy peligroso que decide sobre otras naciones", apreció. Si bien Vox también ha cuestionado a Putin, Ortega no ha entrado a replicar el mismo discurso nacional, de que Europa, por la desmilitarización, la falta de inversión en Defensa o por la dependencia energética y del gas ruso, ha dado alas a Putin para hacer lo que quiera.