Una orden poco habitual motivada por la drástica caída del ganado y "los desafíos económicos y climáticos" al otro lado del Estrecho. Mohamed VI ha pedido a sus súbditos que renuncien a la compra de corderos durante Eid al Adha (la fiesta del sacrificio), una de las citas más importantes del calendario religioso musulmán que se celebra el próximo junio.

A las puertas del Ramadán, el mes sagrado musulmán marcado por el ayuno diario, el monarca alauí lanza una súplica a sus súbditos. En una carta leída a última hora de este miércoles por Ahmed Toufiq, ministro de Asuntos Islámicos del reino, Mohamed VI alude a "los problemas económicos y climáticos" que convierten en inalcanzable para la mayoría de los marroquíes el sacrificio anual, tal y como marca la tradición.

"Realizarlo en estas difíciles circunstancias causará un daño real a grandes segmentos de nuestro pueblo, especialmente a aquellos con ingresos limitados", arguye el monarca, la máxima autoridad religiosa del país en su calidad de Comendador de los Creyentes, en la misiva.

Disminución sustancial del ganado

En el mensaje, Mohamed VI reconoce que se trata de un deber reconocer las circunstancias en las que la escasez de ganado ha hecho que los precios se disparen. "Nuestra preocupación por permitirles observar este ritual religioso en las mejores condiciones está estrechamente ligada a nuestra obligación de tener en cuenta los desafíos climáticos y económicos que enfrenta nuestro país y que han provocado una disminución sustancial del número de ganado", señaló. Las precipitaciones han sido un 53% inferiores a la media de los últimos 30 años, indica el Ministerio de Agricultura.

Según el ministro de Agricultura marroquí, Ahmed el Bouari, el número de ganado marroquí se ha desplomado un 38 % respecto a 2016, lo que ha provocado una fuerte subida de los precios. Una encuesta de la ONG local Centro Marroquí para la Ciudadanía publicada el pasado año desveló que el incremento de los precios ha hecho que el 55% de las familias tenga dificultades para cubrir los gastos de la compra de corderos y los utensilios necesarios para prepararlas.

Eid al Adha, que este año se celebra a principios de junio, es una fiesta de sacrificio anual en la que los musulmanes sacrifican ganado para honrar un pasaje del Corán en el que el profeta Ibrahim -el Abraham de los cristianos- se disponía a sacrificar a su hijo como acto de obediencia a Dios, que intervino y sustituyó al niño por una oveja.

Ante tal panorama, Mohamed VI exime a los fieles marroquíes de cumplir con la tradición y les recomienda a celebrarla cumpliendo con los rezos del Aid, la entrega de limosnas y la realización de otras obras piadosas. La última vez que se anuló esta fiesta en Marruecos fue en 1966 cuando el difunto rey Hasán II lo decidió a causa de la fuerte sequía que atravesaba el país entonces.