"Nosotros vamos adelante, nosotros somos el poder. No nos arrodillaremos ante nadie", prometió Călin Georgescu, tras declarar ante la Fiscalía por cometer acciones contra el orden constitucional y crear una organización fascista y antisemita, además de otros cuatro delitos. Con su polémica candidatura a la Presidencia, Georgescu (Bucarest, 1962) ha puesto en tensión la democracia en Rumanía. El movimiento MAGA le apoya pero está investigado por recibir financiación del Kremlin. Rumanía, vital como aliado en la OTAN en el flanco oriental, corre serio peligro de involución.

Después de ser interrogado varias horas por la Fiscalía, Georgescu quedó en libertad pero está bajo control judicial durante 60 días. En este tiempo no podrá salir del país, ni llevar armas o abrir cuentas en redes sociales con contenido xenófobo.

Hasta el otoño pasado Georgescu era un desconocido para la mayor parte de los rumanos, pero dio la sorpresa al ganar la primera vuelta de las presidenciales el 24 de noviembre. Apenas dos días antes de la segunda vuelta, el 6 de diciembre, la Justicia rumana anulaba la convocatoria por sospechas de financiación irregular en su campaña. Era la primera vez que un tribunal procedía así en la Unión Europea.

En un país con una corrupción endémica, había presumido de no haberse gastado ni un leu en la campaña. Una investigación de cómo trabajaban sus redes sociales llevó a la conexión rusa. George Simion, líder del partido ultranacionalista AUR, le ha dado su apoyo, y denuncia que lo que se está dando en Rumanía es "un golpe de Estado". ha llamado a participar en una gran manifestación en Bucarest en defensa de Georgescu.

El riesgo de que sea un mártir

"La reacción de las autoridades es encomiable en defensa de la soberanía rumana pero ha llegado bastante tarde. No deberían haberle dejado participar en la primera vuelta. Es peligroso. Si el caso queda en agua de borrajas, y no se le prohibe competir, estaremos ante la imagen de un mártir. Ya lo vimos con Donald Trump en Estados Unidos", explica el analista Víctor Vasilescu, de origen rumano.

Vasilescu apunta que su campaña utilizaba la segmentación del electorado como en el Brexit. "Lanzaron breves mensajes a gusto del consumidor, explotando la preocupación principal de cada elector, y esto lo combina con la acusación al resto de ser cómplices de la corrupción, una corrupción endémica en Rumanía", señala.

MAGA con Georgescu

Y desde Estados Unidos han llegado los más firmes apoyos explícitos a Georgescu. En la conferencia de Seguridad de Múnich, el vicepresidente JD Vance dijo: "Podéis creer que está mal que Rusia compre publicidad en las redes sociales para influir en vuestras elecciones, nosotros sin duda lo creemos (...) Pero si tu democracia puede ser destruida con unos cientos de miles de dólares de publicidad digital de un país extranjero, entonces no era muy fuerte para empezar".

Vance hizo estos comentarios 90 días antes de que se repitan las elecciones en Rumanía. El reproche a Rusia sonó mucho menos contundente que la condena al país europeo, aliado en la OTAN.

El gurú de Donald Trump, Elon Musk, el dueño y señor de X, también estalló en su red social cuando la Fiscalía dio a conocer los cargos por los que Georgescu está imputado. "Acaban de arrestar a la persona que ganó la mayoría en las elecciones presidenciales. Esto está fatal", escribió en X. Georgescu no está arrestado sino bajo vigilancia judicial.

Otro prominente influencer de MAGA Jack Posobiec se refirió al discurso del vicepresidente estadounidense J.D. Vance en Múnich. "JD: La UE ha abandonado los valores tradicionales. Acaba de anular las elecciones en Rumanía Líderes de la UE: ¡Mentira! ¡Desgracia! ¡Fascistas! También UE: arresta al candidato presidencial rumano y a sus partidarios en cuanto se vaya JD", escribió Posobiec, y lo retuiteó Musk.

Mucho menos preocupados están los MAGA por la sorprendente salida de Rumanía de los hermanos Andrew y Tristan Tate, que han obtenido permiso para dejar el país a pesar dd estar siendo procesados por violación, trata de personas y crimen organizado. Aterrizaron este jueves en Miami, a pesar de que el gobernador de Florida, Ron Desantis, ha declarado que no son bienvenidos. Donald Trump Jr. les buscará un sitio donde sí estén a gusto.

Sin rubor Tusk mantiene que son los políticos los que deben juzgar a los jueces y no al contrario. No ha tenido problema en criticar la independencia judicial en Italia, donde el presidente Sergio Mattarella salió a defender la democracia. La dignidad de Mattarella crispa tanto a los MAGA como al Kremlin.

"La justicia puede legítimamente intervenir en la política si las políticas que se practican infringen las reglas del estado de derecho. En el caso de Georgescu hay que ver si violó la ley electoral a la hora de financiar su campaña. Ahora pesan al menos tres acusaciones de la Fiscalía y está bajo control judicial. De lo que no hay duda es que ha apoyado explícitamente el fascismo en Rumanía: hay intervenciones suyas en YouTube", señala Camil Ungureanu, profesor de Filosofía Política en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

Líder salvador

Según Ungureanu, la situación en Rumanía es muy peligrosa. "Políticamente, la situación es extremadamente complicada, y se complica aún más debido a la presión de EEUU que está apoyando en Europa a los movimientos extremistas, como hemos visto en Alemania, España, Rumanía... Se crea la impresión de que Georgescu es una víctima, lo que aumenta su popularidad como 'líder salvador' y a la vez polariza a la sociedad rumana".

La personalidad de Georgescu es poliédrica. Ungureanu, junto a Mihaela Mihai,, ha publicado un artículo titulado The three faces of Georgescu en el que retrata con detalle al personaje. "Es un personaje histriónico dotado de mucha habilidad y carisma. Funde diferentes facetas: la de líder salvador, un dirigente cuasi-religioso poniendo la salvación y la espiritualidad en el centro de su mensaje, mezclándolo con un tono de nueva era, de un gurú paternalista y consolador. Todo esto se mezcla con la imagen de un diplomático, experto global que habla casi siempre de manera tranquila, profesional y medida. Esta mezcla compleja es extremadamente exitosa", señala Ungureanu. 

Georgescu es fascinante porque es pura contradicción. "Se presenta a sí mismo como un outsider pero ha sido funcionario toda su vida. Defiende un nacionalismo a ultranza, pero prácticamente vive en Viena. Va de homeópata y luego se opera en el extranjero", apunta Vasilescu.  

Rumanía, territorio OTAN muy relevante

Rumanía acoge a 3.000 soldados estadounidenses en la base aérea Mihail Kogălniceanu, cerca de la costa del Mar Negro, que se está ampliando en un programa de 2.700 millones de dólares para convertirla en la mayor instalación de la Alianza en Europa. También opera el emplazamiento estratégico Aegis Ashore en Deveselu, que forma parte del sistema de defensa contra misiles balísticos (BMD) de la OTAN. Georgescu no dice abiertamente que sea anti OTAN, pero ve a Bruselas como el culpable de todos los males, y no descarta modificar la presencia de tropas aliadas.

Es la primera línea de defensa de Occidente contra cualquier amenaza procedente del Este, de modo que sería muy arriesgado que su fidelidad a la OTAN se acabara. Lo sorprendente es que desde EEUU no se perciba el riesgo. Pero este EEUU de los MAGA se ha repartido el mundo con la Rusia de Putin. O eso parece.

"Si Georgescu llega a la Presidencia, sería un peligro para la democracia rumana y para el orden europeo y para el flanco oriental de la OTAN, que se vería profundamente afectado. Georgescu es tanto pro-Putin como pro-Trump. Ademas puede influir y bloquear algunas decisiones al nivel europeo", indica Camil Ungureanu, que califica la situación de "extrema gravedad". A su juicio, "la Unión Europea debería estar muy atenta".