No ha sido esta una semana sencilla para el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, tras un prolongado silencio informativo. Arrancaba el lunes con un desayuno en Madrid, su primer acto público en la capital de España desde la Dana del 29 de octubre, e hizo un relato de lo acontecido durante esas horas infaustas en el que, consciente o inconscientemente, introdujo nuevos elementos que cambiaban la narración construida en estos cuatro meses.

Desde ese día, no ha dejado de insistir en que siempre ha ofrecido la misma versión y que fueron otros, como la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y dirigente federal del PSOE, Pilar Bernabé, la responsable de confundir a la opinión pública. Del convencimiento generalizado respecto a que se esperó su presencia en el centro de coordinación de emergencias (Cecopi) para lanzar la alerta a las 20.11 horas, se ha pasado a la evidencia, con vídeo de por medio, de que no accedió hasta las 20.28.

No es un dato baladí pues el interés de la juez de Catarroja que lleva el caso, Nuria Ruiz, se ha centrado precisamente en eso, en quién, cómo, cuándo y de qué manera se lanzó una alerta que, según el relato judicial, fue a todas luces tardía y, además, incompleta. ¿Está Mazón en una estrategia de defensa preventiva para alejarse de una posible imputación? Lo cierto es que el TSJ de Valencia ya descartó hace poco más de quince días investigarlo por "ausencia de indicios sólidos de responsabilidad". En todo caso su situación "cada vez se enreda más y más deprisa", admiten en el PP y no faltan los que piensan que puede resultarle imposible aguantar para terminar de pilotar la reconstrucción.

La presencia de Feijóo en las Fallas, una incógnita

Ese es el gran dilema que se le abre ahora al primer partido de la oposición, reacio a hablar de su barón territorial, visiblemente incómodo ante la deriva de los acontecimientos, esperando que baje un poco el souflé, estimando si debe o no acudir Alberto Núñez Feijóo a la mascletà estas Fallas en la terraza del ayuntamiento de Valencia junto a la alcaldesa, María José Catalá, y un Mazón fuertemente increpado cuando sale a la calle. De momento, el equipo del barón autonómico está cerrando la agenda de Fallas, según ha podido saber El Independiente.

Un destacado dirigente del núcleo duro de Génova no tiene ningún inconveniente en afirmar, taxativo, que "voy a apoyar a Mazón siempre. Si de mí dependiera, volvería a ser el candidato a al Generalitat. No se merece -agrega- que le echen encima 230 muertos. Tenemos que arroparle, es un compañero de partido". Este cierre de filas en torno a la persona del alicantino lo remata con un "vamos a dejarle que sea el presidente de la reconstrucción".

Un barón autonómico dice verlo "con mucha rabia", con ganas de presentar batalla, y un amigo suyo apostilla que la tragedia "no se le va de la cabeza, yo creo que no descansa bien desde hace meses". En la reunión de la ejecutiva nacional popular del mes de diciembre, Mazón lanzó una pregunta al aire: "¿Habéis visto 'El Imperio contraataca'? Pues lo vais a ver", advirtió. Significa que la actual estrategia no sería producto del temor a verse apuntado por la Justicia sino por la necesidad de rebatir, arguye una persona de su equipo, que del lado del Gobierno central "no han parado de mentir desde el minuto uno".

Mazón "ha estado en todo momento en contacto con Feijóo, que le ha mostrado su apoyo siempre"

No es menos cierto que se trata de una estrategia que pone el foco en su persona, algo que en Génova y en otros territorios genera entre incomodidad e incomprensión. Cuando se recaba la opinión de dirigentes y parlamentarios populares sobre el tono del debate político en Valencia no son pocos los que coinciden en analizar que "debe insistir menos en ganar el relato y más en vender la gestión de la reconstrucción, en el esfuerzo que hace la Generalitat, en las ayudas que sí llegan a los damnificados frente a las del Estado, sujetas a tal burocracia que van con cuentagotas". Ahí es donde creen que puede estar la fortaleza de Mazón, sin querer hacer, eso sí, más apuestas sobre su futuro político.

La ausencia de Alberto Núñez Feijóo del desayuno en Madrid fue interpretado como un gesto de alejamiento del barón autonómico. Que prefiriera sentarse en el plató de Telecinco junto a la periodista Ana Rosa Quintana en lugar de presentar a Mazón en el hotel Mandarín Oriental Ritz justo en estos momentos de turbulencias para el ejecutivo valenciano sólo podía ser interpretado en clave de intentar poner tierra de por medio. Pero en la Generalitat desmienten la mayor al asegurar que "el president ha estado en todo momento en contacto con Feijóo, que le ha mostrado su apoyo siempre".

Vox propuso relevar a Mazón

Objetivamente, la salida de Mazón del Palau de la Generalitat abriría una crisis política de duración y final incierto. Para empezar, los populares carecen de mayoría absoluta en el Les Corts, lo que les obligaría entablar una nueva negociación con Vox para investir a otro presidente. Los de Santiago Abascal ofrecieron nombres como los de Vicente Betoret y Alejo Font de Mora, orillando a María José Catalá, con quien las relaciones en el ayuntamiento son, por decirlo de una manera suave, muy mejorables. El PP no recogió ese guante ante el temor, no sólo de dejar en pausa el gobierno autonómico durante un tiempo valioso para la reconstrucción, sino para evitar quedar en manos, otra vez, de Vox, cada vez más imprevisibles. Otra opción es ir a elecciones, pero en estos momentos sería suicida para el PP.

Esta semana Génova se apresuró a desmentir informaciones que apuntaban a la creación de una gestora en la dirección valenciana para ir preparando la salida de Mazón. Pero hay una pregunta a la que Génova no quiere responder: ¿y si la jueza de Catarroja insiste en elevar la causa al TSJ valenciano para que le imputen?

"Sobre procesos judiciales no nos vamos a pronunciar"

En el entorno del barón autonómico replican que "sobre procesos judiciales no nos vamos a pronunciar". Prefieren centrarse en demostrar que "los que no estuvieron en todo el día en el CEOPI fueron ellos, que estaban a través de un plasma o de viaje o incluso se fueron de viaje esa misma mañana", en alusión especialmente a la delegada del Gobierno y al responsable de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo. Recuerdan que Bernabé es la codirectora del centro de emergencias y que de ella dependen los organismos estatales, y que desde el Gobierno central "no avisaron, no cortaron carreteras, ni trenes y no enviaron la ayuda necesaria". Tampoco que los que pudieron advertir de la crecida del barranco del Poyo "no informaron en ningún momento" y que "sin información, no se pueden tomar decisiones".

Ese es el relato que quiere ganar Mazón y que le coloca en la encrucijada política y personal de su vida.