Había un morbo generalizado por saber qué sería de la actriz española Karla Sofía Gascón en la ceremonia de la 97ª edición de los Premios Oscar, celebrada esta madrugada en Los Ángeles. La de Alcobendas, nominada en la categoría de Mejor Actriz por su papel protagonista en Emilia Pérez, confirmaba la semana pasada que finalmente sí acudiría a los ansiados premios del mundo del cine, tras un mes de ausencia mediática a raíz del descubrimiento de una serie de tuits antiguos tachados de "ofensivos". Había expectación, había curiosidad y había ganas, pero Karla Sofía Gascón hizo bomba de humo, o la obligaron a hacerla.

La actriz no pasó por la alfombra roja previa a la ceremonia. Las cámaras estaban ansiosas por fotografiarla pero Gascón se saltó el intríngulis de flashes y gritos. Quizá la decisión fuera del equipo de publicistas de la película, los mismos que, tras la bomba (y desprecio) social que supusieron los tuits de la actriz, se unieron a la cancelación y borraron todo rastro de la protagonista en la promoción de la película, llegando incluso a retirar su imagen en los posters estadounidenses de Emilia Pérez.

Su ausencia fue más allá del plano físico: en la alfombra roja, nadie conocía a Karla Sofía Gascón. Ni el director de la película, Jacques Audiard, ni sus compañeras de reparto, Zoe Saldaña y Selena Gómez, dedicaron una palabra a la actriz española, la primera mujer transexual en estar nominada a la estatuilla. Los periodistas tampoco preguntaron. Paz Vega, sin embargo, aseguró que se alegraba de que Gascón hubiera "podido venir. Si no, hubiera sido muy feo". Vega reiteró también que "todo el mundo tiene derecho a equivocarse y a que se le dé una segunda, una tercera o una cuarta oportunidad".

La 'pullita' a Karla Sofía Gascón durante la ceremonia

Pero lo prometido es deuda, y ahí estaba Karla Sofía Gascón. La ceremonia comenzó a la una de la madrugada (hora española) y las cámaras la enfocaron: sentada en su butaca, la actriz sonreía y se mostraba agradecida de poder estar en la industria que tanto le ha dado (y le ha quitado).

Tras un medley musical de las canciones de la nominada a Mejor Película Wicked, y el clasicazo El Mago de Oz, de la mano de las actrices Ariana Grande y Cinthia Erivo, el presentador de la gala, Conan O'Brien, dio comienzo a la fiesta anual del cine con un cómico monólogo sobre las diez cintas que luchaban por el Oscar a Mejor Película. "The Brutalist me gustó tanto que no quería que terminara... y por suerte no terminó", bromeó, en referencia a las casi 4 horas de metraje del filme nominado a 10 estatuillas (acabó llevándose tres).

Con Anora, la arrolladora película que se hizo con los premios VIP de la noche, llegó la pullita a Karla Sofía Gascón. "Anora dice la palabra fuck ['joder'] 479 veces. Eso son tres veces más que el récord establecido por la publicista de Karla Sofía Gascón". Las risillas comenzaron a dejarse oír en el Dolby Theatre. Y, para más inri, el presentador incidió, esta vez, refiriéndose directamente a la actriz: "Si vas a tuitear sobre los Oscar recuerda, mi nombre es Jimmy Kimmel", soltó O'Brien en referencia a su rival, que ya ha presentado la ceremonia en numerosas ocasiones.

Ante esta animada broma, sólo había una reacción que importara: la del objeto de burla. A Gascón no pareció importarle, sonriendo mientras juntaba las manos, como señal de agradecimiento por la mención y los aplausos del público cuando O'Brien la mencionó.

Karla Sofía Gascón no se alzó con el Oscar a Mejor Actriz (tampoco lo hizo Demi Moore, la gran favorita de la noche, que no pudo ante la arrolladora interpretación de la jovencísima Mikey Madison), y Emilia Pérez terminó siendo la gran perdedora, llevándose tan sólo dos premios de los 13 a los que optaba. Sin embargo, la española afrontó el chaparrón con serenidad y alegría. Por fin, todo esto ha terminado.