No han sido unas primarias de trámite o menores. La elección del secretario general del PSPV-PSOE en la provincia de Valencia, la más numerosa en militantes de toda España, se ha enquistado. Ha sumergido al partido en una estruendosa e incierta guerra interna justo en el momento de mayor desgaste del president de la Generalitat, Carlos Mazón, acorralado por la investigación judicial de la dana y crecientemente cuestionado dentro del PP. Cuatro días después de que votaran los afiliados, no hay un ganador definitivo. Por 33 votos (o quizá menos). Porque esa es la diferencia tan estrechísima entre los dos candidatos, Carlos Fernández Bielsa, el barón provincial desde 2022 y alcalde de Mislata, y Robert Raga, regidor de Riba-roja de Túria y muy cercano a la líder del PSPV, la ministra Diana Morant, y la que ha motivado la presentación de recursos por incidencias en cuatro centros de votación. Impugnaciones que, con seguridad, aterrizarán en Ferraz en los próximos días. Serán los órganos federales los que decidirán, por tanto, qué se hace para desenredar el lío interno.

El PSPV cerró su congreso autonómico en febrero, y en él fue proclamada Morant de nuevo como secretaria general. Pero a continuación se abrieron los procesos en las tres provincias. En Alicante, el primer edil de Elda, Rubén Alfaro, no tuvo competidores y es quien sucede al diputado (y hoy miembro de la cúpula de Pedro Sánchez) Alejandro Soler. Pero en Valencia y Castellón sí hubo candidaturas alternativas y se llegó a primarias. Urnas que se abrieron el pasado domingo. Se esperaba una nueva victoria del líder del partido en Castellón, Samuel Falomir, y así fue —824 votos, el 63,98%, frente a Isabel Albalat, con 450 papeletas (34,94%)—, y una disputa muy reñida en Valencia entre Bielsa y Raga. Pero aquí la realidad superó las expectativas. El recuento provisional, hecho público en la noche del domingo, asignó 3.421 apoyos al alcalde de Mislata y 3.388 al regidor de Riba-roja. 33 papeletas de distancia. Solo.

Se presentaron recursos por incidencias en el escrutinio, en la jornada electoral. Ante el comité de ética del PSPV-PSOE. El tribunal interno de la federación determinó este miércoles repetir la votación en las agrupaciones de Manuel, Corbera y Llíria, al estimarse las reclamaciones presentadas, y abrir un expediente informativo sobre el proceso electoral en Sedaví, y allí también se podrían repetir las primarias si así lo decide el órgano.

La comisión de ética resuelve repetir la votación en las agrupaciones de Manuel, Corbera y Llíria y abre expediente informativo sobre el proceso en la de Sedaví, donde también podría haber urnas otra vez

Pero esa decisión no era firme. El equipo de Bielsa la recurrió ante la comisión de ética del PSPV y prometió acudir ante el estamento último, la comisión federal de ética y garantías del PSOE, que preside el gaditano Rafa Román. "Sería un bochorno repetir las votaciones", sostienen en el círculo del alcalde de Mislata. No lo creen así los partidarios de Raga, que defienden su derecho a llegar hasta el final y garantizar un proceso "limpio".

Pero, ¿qué ha ocurrido? El conflicto más espinoso se produjo en Sedaví. Allí, la candidatura de Raga impugnó los resultados porque asegura que un militante pudo introducir varios votos —"cinco o seis"— de afiliados que sabía que no acudirían a votar. El audio circuló en un grupo de WhatsApp y fue aportado a la causa abierta en el seno del PSPV. Los de Raga sostienen que pudo beneficiar a Bielsa. Ahora, la investigación interna determinará si hubo pucherazo y si entonces conviene repetir la votación. El domingo, se impuso en las urnas en esa agrupación el regidor de Riba-roja por 22 votos a 17.

Desde la candidatura de Bielsa señalaron, a última hora de este miércoles, que "resulta absolutamente inverosímil, sumamente improbable y, en la práctica, completamente imposible que en la mesa de una agrupación claramente mayoritaria de Raga, en la que predominaban, además, observadores afines a Raga, alguien pudiera introducir de manera subrepticia y fraudulenta cinco votos sin que nadie lo advirtiera". El equipo del alcalde de Mislata y actual barón provincial rechazaron "de forma categórica y rotunda otorgar la más mínima veracidad o credibilidad a esta denuncia, así como a la posibilidad de que tal hecho haya ocurrido". "Esta postura se ve reforzada por el hecho de que ni siquiera la propia comisión de garantías ha considerado necesario repetir la votación, al entender que no ha quedado probado", agregaron las mismas fuentes. El órgano interno, no obstante, todavía no ha resuelto, y se espera que lo haga en las próximas horas.

En Sedaví se da el caso más peliagudo, porque un militante pudo introducir "cinco o seis votos", supuestamente para Bielsa. En el equipo de este niegan toda "veracidad o credibilidad" a la denuncia: "Es completamente imposible"

"Es que el propio Carlos [Fernández Bielsa] debería ser el primer interesado en que se aclare qué ocurrió. Es que me ocurre a mí —apuntaba a este diario un secretario de una agrupación valenciana que apoya a Raga— y soy yo el que denuncio y emprendo acciones para que no haya dudas. Pero lo preocupante es si lo de Sedaví fue algo más que una anécdota, si hubo una directriz. No había apoderados nuestros en todas las agrupaciones".

Cierre de tres horas para comer en Llíria

El caso de Sedaví es el más relevante, al tratarse de una acusación grave —un presunto pucherazo— en una agrupación con una setentena de afiliados. Porque el problema de fondo, y de ahí la importancia de los recursos, es que el resultado es tremendamente ajustado, y cualquier cambio puede volcar el escrutinio. Bien hacia Bielsa, bien hacia Raga.

En Llíria recurrió Bielsa por el parón en la votación. La reclamación ha sido estimada, pero no quiere que haya urnas de nuevo. En Manuel y Corbera hubo más papeletas que votos emitidos

En Llíria, la resolución del conflicto importa porque también se trata de una agrupación numerosa, de unos ochenta militantes. Allí se impuso también Raga, por 36 votos a 14. La candidatura de Bielsa recurrió porque se produjo el cierre del centro de votación durante tres horas para salir a comer, algo que no está permitido por el reglamento, que especifica que las urnas han de estar abiertas a lo largo de todo el día. Esa suspensión pudo provocar que los afiliados que se acercasen a esas horas del almuerzo no pudieran ejercer su derecho al voto. Por eso la comisión de ética del PSPV estimó la reclamación, pero decidió una salida —la repetición de las primarias— que rechaza el equipo del alcalde de Mislata, que pide directamente la anulación de la mesa.

En Manuel (10 militantes) y Corbera (17) la situación es la misma. En ambas se computaron más votos a candidatura que emitidos. Lo que pudo haber ocurrido es que se quedaran pegadas las papeletas, pero no se sabe a quién pudo beneficiar. En ambas agrupaciones, la comisión de ética optó también por la repetición de la votación, al no poder aclararse el escrutinio. Los de Bielsa demandan que se suspendan esos resultados.

Sin esas cuatro agrupaciones, Bielsa habría ganado las primarias en Valencia por 44 votos a favor. Los partidarios de Raga, sin embargo, se aferraron a que la distancia entre los dos candidatos, después del recuento definitivo y con las actas físicas, a falta de resolver las incidencias en las cuatro agrupaciones —Sedaví, Llíria, Manuel y Corbera—, "se había reducido a 21 votos", siempre a favor del alcalde de Mislata.

En el equipo de Mislata cargan contra Morant por haber abierto hostilidades, por haber impulsado la candidatura de Raga justo cuando todo el foco debe situarse, dicen, en un Mazón muy desgastado

Si finalmente Ferraz determina que hay que repetir la votación, serían llamados a las urnas en torno a 170 militantes. Un número pequeño dentro de un censo de más de 9.000 afiliados. Pero con una diferencia tan estrecha entre los dos aspirantes, cada papeleta cuenta, y mucho. Y eso explica, coinciden las dos partes, y también la dirección autonómica del PSPV, que se haya enconado la batalla por el liderazgo en Valencia. Justo ahora.

Justo cuando el president de la Generalitat parece estar en caída libre. En el equipo de Bielsa subrayaban que "evidentemente" no compensa esta guerra interna. Y que se podía haber evitado: "Nosotros siempre dijimos que no había motivo para que se presentara una candidatura alternativa en la provincia en un momento de máxima debilidad de Mazón". Es decir, que la responsabilidad, creen, es de Morant y su entorno por haber lanzado a Raga a la carrera, cuando la lógica mandaba que hubiera confiado en el alcalde de Mislata para un segundo mandato como barón provincial.

Un choque que viene de lejos

En la cúpula autonómica, sin embargo, el relato es muy distinto. Recuerdan que Morant ofreció a Bielsa y a Soler continuar en su dirección, con los mismos cargos que ejercían desde el cónclave extraordinario de marzo de 2024 —vicesecretario general del PSPV el primero, presidente de la federación el segundo—, pero si lo aceptaban, tenían que renunciar al liderazgo de sus provincias, Valencia y Alicante. Soler ya era secretario de Política Municipal de la ejecutiva de Sánchez y cedió el testigo al alcalde de Elda. Pero Bielsa "no quiso dejar Valencia".

En la dirección del PSPV recuerdan que Morant ofreció a Bielsa continuar a su lado, dejando el liderazgo provincial, y él no quiso, y que ha pasado de un apoyo en Valencia de casi el 80% al 50%

"Así que no es que Diana empujara a nada, es un compañero, Robert, que decide presentarse, y si creemos en primarias, debemos creer en ellas hasta el final. Carlos también decidió continuar", indican en el puente de mando del PSPV. Añaden que Bielsa debe echar la vista atrás, mirar a lo que pasó en enero de 2022, cuando fue elegido secretario provincial con el 78,84% de los votos, frente al 19,88% de Mercedes Caballero, su antecesora y dirigente próxima al exministro José Luis Ábalos. Entonces, con el alcalde de Mislata se volcó el ximismo, la corriente que capitaneaba el president y líder del PSPV en aquel momento, Ximo Puig. "Carlos salió elegido en 2022 con casi el 80% y ahora no llega al 50%. Tiene que valorar qué ha pasado, tiene que hacer un análisis", señalan en la cúpula autonómica, donde comparan su resultado con el obtenido por Falomir en Castellón: en 2022, este consiguió el 52,30% de los votos y el pasado domingo creció hasta el 63,98%.

Tanto en el equipo de Morant como en la candidatura de Raga quitan hierro al hecho de que la pugna interna se haya recrudecido justo ahora, porque al final se acabará resolviendo pronto, en cuanto Ferraz hable. E inciden en que a fin de cuentas se trata de "democracia interna", y eso "no puede ser ningún drama". "El problema no es que esta batalla compense o no, sino que un candidato [Raga] que aprecia fraude tiene que ir hasta el final. Y en Llíria fue Carlos quien recurrió. Es que si no, ¿para qué están las normas? Pasarlo por alto crearía un mal precedente", expone un alcalde próximo a Raga. Los partidarios de este agregan que la lucha en Valencia no debilita a Morant, porque Bielsa "ha prometido apoyarla, ya que si hubiera dicho lo contrario, no le votan ni en su ciudad".

El problema no es que esta batalla compense o no, sino que un candidato [Raga] que aprecia fraude tiene que ir hasta el final. Y en Llíria fue Carlos quien recurrió. Es que si no, ¿para qué están las normas? Pasarlo por alto crearía un mal precedente", dicen en el equipo del regidor de Riba-roja

En el entorno del regidor de Riba-roja subrayan que el barón provincial ha hecho de su aparato en el partido —el que lidera desde 2022 en Valencia— y de su peso en la Diputación —es portavoz socialista en la institución—, y ha tirado del círculo que antes orbitaba en torno a Ábalos, como lo prueba, dicen, el respaldo activo del regidor de Almussafes, Toni González. "El aparato en estas primarias lo ha tenido él, que además ha tenido el apoyo de Ferraz", remachan. Bielsa, sin embargo, se ha presentado como el candidato de la militancia, precisamente para destacar el aval de la maquinaria del PSPV a Raga.

"Absoluta normalidad. El PP no tiene batalla interna porque no tiene ni congresos. Esta es la normalidad democrática —sostienen desde la sede del PSPV—. Aquí lo que se demuestra es que la militancia socialista está viva. Y ha sucedido ahora porque tras los congresos regionales vienen los provinciales. Aquí y en el resto de federaciones. En cascada, como se hace en el PSOE. Otros, como el PP, no lo pueden decir".

Morant y Zapatero cargan contra Mazón tras conocerse que hubo miles de llamadas al 112 el día de la dana, que la Generalitat no supo ver. "Es la gran mentira del Consell", reprocha la ministra

En cualquier caso, la línea de combate del partido contra Mazón es clara. Este miércoles, la lucha se recrudeció tras conocerse que llegaron decenas de miles de llamadas el día de la dana al 112, que gestiona la Generalitat, por lo que no pudo estar ajena a las riadas, que se agravaron en la tarde de aquel 29 de octubre, bastante antes de que llegara el aviso masivo a los móviles, a las 20.11. Ese volumen de llamadas telefónicas es, dijo Morant este miércoles, "la gran mentira del Consell de Mazón". "Se recibieron más de 19.000 llamadas de auxilio [el martes 29 de octubre]. Mazón ha estado repitiendo una y otra vez que no tenía suficiente información y ha dado a entender que otros la teníamos. Es al revés, ellos tenían una información que solo han revelado a una jueza y por obligación. Sabían lo que estaba pasando y no hicieron nada por impedir las muertes", agregó la ministra de Ciencia, informa EFE.

En Valencia estuvo también con ella el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. "Fueron los ciudadanos y los medios de comunicación quienes dieron la alerta, pero quien tenía que actuar no lo hizo", reprochó. La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, contó que quienes asistieron presencialmente al Cecopi el día de la dana tenían en directo la información de las llamadas al 112 en una pantalla situada enfrente de donde estaban reunidos, porque los técnicos del teléfono de emergencias comparten el centro de L'Eliana, en Valencia. "La tenían enfrente, estaban arriba reunidos, la tenían aquí. ¿Qué necesitaban, que entrara alguien y les zarandeara? ¿Pero qué estafa es esta?", preguntó Bernabé, que se conectó al Cecopi de manera telemática.

La guerra política está en máximos, pero también el interior del PSPV en Valencia vive ahora mismo en llamas.