Si algo puede salir mal, saldrá mal. Que se lo digan a José Antonio López Kata (55), guionista y biblista de La Moderna, cuyo final reescrito, recortado y remontado a las bravas emite este viernes 7 de marzo (17.05) La 1 de TVE. Kata no es un especialista en la Biblia, aunque esté especializado en otro tipo de libros –libretos– sagrados: las series diarias. 37 biblias escribió de El secreto de Puente Viejo. De cabo (2011) a rabo (2020).  Su trabajo es el de crear y desarrollar personajes y tramas. 

En La Moderna comenzó como escaletista para finalmente asumir el mando de la serie. Él ideó el dulce final de su primera pareja protagonista, Matilde (Helena Ezquerro) e Íñigo (Almagro San Miguel). Él creó a la agria familia Pedraza. "Sé a dónde llevar al espectador", asegura en conversación telefónica con El Independiente. Para él, La Moderna se insufló de "más verdad" con los Pedraza. "Emiliano va de frente. Maruja [Lola Marceli] sabía lo que hacía. Son personajes muy sinceros. Emiliano es como Francisca Montenegro [El secreto de Puente Viejo], malvada pero humana. Miguel Hermoso trascendió el personaje. Pepita [Diana Palazón] es un personaje complejo, cuya excusa es su hijo Rodrigo para permanecer en esa cárcel de oro", explica.

La cuarta temporada de 'La Moderna'

De la mente y la pluma de Kata ("Porque soy catalán"), nacido en Barcelona de padres granadinos y criado en Martos (Jaén), había salido lo que iba a ser la cuarta temporada de La Moderna, libérrima adaptación de la novela escrita por Luisa Carnés (Generación del 27) y publicada en 1934. "Es un cuento de hadas con respecto a la novela", admite. Un ejemplo: a don Fermín (Carles Sanjaime) y Teresa (Sara Rivero), jefazo y jefecilla del salón de té, tuvieron que suavizarlos. 

Su trabajo, su obra, suele ir entre 4 y 6 meses por delante de su emisión. Si para Kata, este último tramo de La Moderna formaba parte de la séptima temporada (tercera para público y cadena), él ya tenía en mente una octava e incluso una novena. O sea, había La Moderna para rato, para todo 2025.

Sin embargo, durante el intervalo entre la Nochebuena y la Nochevieja de 2024, el equipo de guionistas (un total de diez; cuatro mujeres) de La Moderna recibió una notificación: La Moderna cerraba. Y el cierre era inminente. Aquella noticia les pilló por sorpresa, pues habían cumplido su objetivo de audiencia. Meses antes fue nominada al Emmy internacional en la categoría de mejor telenovela (ganó España gracias a La Promesa con Colombia y Turquía como contendientes).

Así que Kata, en vísperas de los Reyes Magos, de la Epifanía, se puso manos a la obra y escribió los dos capítulos finales de La Moderna, emitidos a trompicones durante la primera semana de marzo de 2025. La trama de una temporada entera fue condensada en tres capítulos.

El secreto de 'La Moderna'

Nada nuevo bajo el sol: Kata ya tuvo que improvisar con El secreto de Puente Viejo, cuyo final emitió Antena 3 en mayo de 2020, o sea, en pleno confinamiento por la pandemia. "Ya sabíamos que la serie terminaba", recuerda José Antonio López. Sin embargo, el Covid impidió la grabación de los últimos 40 capítulos, así que "mezclaron" los veinte episodios que tenían rodados para darle un sentido y tiraron de María Bouzas (Francisca Montenegro), cuya voz en off grabó desde su propio baño, y de planos recurso de un pueblo casi abandonado. Fue un final "muy raro", pero "no improvisado". Muchos fans se quejaron. Se barajó incluso dejar sin final a El secreto de Puente Viejo.

Kata tampoco pudo estar en el último día de rodaje de La Moderna, pues, tras escribir su última secuencia, tuvo un accidente y se rompió la mano. No pudo contar en persona a los actores el final (alternativo) de sus personajes. Algunos, como Alberto Amarilla y Diana Palazón, sí supieron más o menos lo que iba a pasar. Lo que hubiera pasado. 

Laurita y Celia están liadas casi desde el principio. Celia es Clint Eastwood en 'Los puentes de Madison', pero con final feliz

En la cuarta temporada de La Moderna, Emiliano iba a sufrir una tragedia que cambiaría todo. Iba a haber también espacio para el amor, el de Esperanza (María José Parra) con un editor, al que conocería a través de Miguel (Llorenç González), el librero. Otro personaje nuevo habría sido el de una taquillera del cine, que hubiera hecho buenas migas con las hermanas Valbuena. Celia (Carlota Baró) habría ido y venido de Alemania… "Laurita y Celia están liadas casi desde el principio", revela Kata. Para él, el romance de estas dos mujeres, una actriz y una fotógrafa, es Los Puentes de Madison, pero con final feliz. "Celia es Clint Eastwood", se atreve a afirmar.

A las pocas semanas de ser escrito su desenlace, a partir del 20 de enero, La 1 empezó a emitir capítulo y medio de La Moderna. De 16.20 a 17.40 horas. De aquel re-montaje se encargó primero TVE para después asumir dicha tarea la propia productora de la telenovela, Boomerang TV, con Isaac Cantero, director de La Moderna, al mando.

No fue el último clavo en el ataúd. Durante su última semana de emisión, La Moderna cambió de horario (17.05) y vio recortada su duración (30 minutos). Y entonces, La Moderna se cobró su venganza con su mejor audiencia histórica: más de un millón de espectadores y una cuota de pantalla próxima al 12%.

El mal-trato de TVE

Si lo habitual es que un capítulo de La Moderna se correspondiera a un día natural, los capítulos remontados –sin recapitulación, sin cabecera, sin créditos finales ni avance– se desarrollaban hasta en 3 días diferentes. Los fans más activos en redes sociales no daban crédito al mal-trato por parte de TVE a una de sus telenovelas. Tampoco entendían por qué RTVE no subía a su plataforma, RTVE Play, los capítulos originales. Pongámonos filosóficos y recurramos a la navaja de Ockham: la explicación más simple es la más probable. Si no subían los capítulos originales de La Moderna es porque esos capítulos ya no existían, pues el remontaje de imágenes incluía el remontaje de audio. Un "trabajo de chinos"... 

"La salchicha tiene que estar buena, sabrosa, pero la gente no tiene por qué saberlo", resume José Antonio López en su voluntad por no dar detalles sobre lo sucedido a lo largo de las tres temporadas de La Moderna. Un año y medio de ficción y realidad. Intérpretes que pedían marcharse por su grave situación personal, intérpretes de renombre que, por contrato, rodaban un número muy concreto de secuencias cada determinado número de días…

Un ejemplo: la continuidad de Roberto Enriquez como Ramallo, el inesperado aliado de Agustín (Alberto Amarilla), no era viable a pesar de la química entre los personajes y sus intérpretes. No había presupuesto.

Ante todo, la producción de La Moderna debía ser amortizada (80.000 euros por capítulo) y equilibrar el rodaje simultáneo en dos platós, localizados en una nave industrial de Boadilla del Monte (Comunidad de Madrid): el número 6 (las casas, el vestuario del salón de té) y el número 3 (el salón de té). En la famosa buhardilla de las hermanas Valbuena, Inés y Laurita, sus intérpretes (Berta Galo y Alba Gutiérrez), llegaban a rodar 7 secuencias al día... Entre ambos platós (más algún que otro exterior), rodaban 60 minutos de capítulo al día. Cada episodio, de 50 minutos de duración, tenía en torno a 15-17 secuencias. Poderoso caballero es don Dinero…