Es el debate político ahora omnipresente. Por su lógica trascendencia. Donald Trump está cambiando las reglas del mundo y Europa intenta protegerse a marchas forzadas. Pero aunque ya ha tomado las primeras decisiones, como la de movilizar 800.000 millones de euros para rearmar el continente —la mayor parte procedente de los presupuestos nacionales y 150.000 millones en préstamos que se financiarían con emisiones conjuntas de deuda—, todavía queda mucha letra pequeña por conocer y acordar. Mucha batalla por librar entre los Veintisiete.
Pedro Sánchez afronta una semana volcada en la explicación e información a todos los grupos, salvo Vox, del nuevo contexto internacional y de la posición de España, de su decisión de acelerar el cumplimiento del compromiso de llegar a un gasto militar del 2% del PIB. Será antes de 2029, pero aún no se sabe qué ritmo de crecimiento de la inversión maneja el Gobierno, ni cómo lo quiere vehicular. Porque el propio Ejecutivo empuja para que la Unión Europea haga llegar a las capitales dinero en forma de transferencias. Es decir, subvenciones a fondo perdido que no se tengan que devolver. Esa posibilidad, que la propia Ursula von der Leyen no descartó en rueda de prensa desde Bruselas este pasado domingo, facilitaría mucho las cosas al líder socialista en España. Porque el Gobierno halla dificultades a su izquierda, empezando por su socio de coalición, Sumar, y al tiempo no quiere depender del PP. Braceará para no tener que acudir al Congreso a una votación difícil, pero no está tan claro que pueda esquivarla.
No arreglamos nada por subir el presupuesto militar. Lo que necesitamos saber es qué política de defensa vamos a practicar en el siglo XXI en un momento muy complejo de recesión geopolítica", subraya Díaz
Este martes, a las 12 horas, Sánchez se reunirá con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. El jefe del Ejecutivo dispensa así un lógico trato preferencial hacia su socia de coalición. El PP, con Alberto Núñez Feijóo, y el resto de grupos pasará por la Moncloa el jueves, en una sesión maratoniana de mañana y tarde. A finales de marzo, el propio presidente comparecerá en el pleno del Congreso para dar cuentas de las decisiones adoptadas en el Consejo Europeo y de la reorientación de la política española a raíz del cambio geopolítico ordenado por Trump.
Sumar ha intentado situarse en un difícil equilibrio en las últimas semanas. Apuesta a la vez por que la UE potencie su autonomía estratégica —un aspecto en el que coincide con Sánchez— y no se cargue a las espaldas de los Estados miembros su coste. Es decir, entiende que reforzar la seguridad y defensa europeas no es, no debe ser, sinónimo de más gasto. "No arreglamos nada por subir el presupuesto militar. No se arregla nada. Lo que necesitamos saber, y los españoles y las españolas creo que quieren saber, es qué política de defensa vamos a practicar en el siglo XXI en un momento muy complejo de recesión geopolítica y en el que nuestra apuesta es clara, por ejemplo, seguir apoyando a Ucrania", declaró Díaz este lunes a su llegada a la reunión de ministros de Trabajo de la UE, en Bruselas.
El aumento del gasto en Defensa, protagonista de los titulares de los partidos políticoshttps://t.co/mYZejB3NlE pic.twitter.com/1nJJe8549M
— Europa Press TV (@europapress_tv) March 10, 2025
"No arreglamos nada. Esto es como la subida y bajada de impuestos en general. El debate no es este, el debate es para qué", subrayó, visiblemente incómoda con las preguntas de la prensa. A juicio de la vicepresidenta segunda, Europa "concentra en términos presupuestarios más presupuesto [para defensa] que la propia Rusia". "Por tanto, no va de subir o bajar el presupuesto militar o de defensa en Europa, sino que va de reordenar la política de defensa en Europa", aseguró, informa EFE.
Desde Ferraz recalcan que PSOE y Sumar están "completamente alineados en lo sustancial", en que Europa "debe tener un perfil propio" y requiere "reforzar" las capacidades y la "autonomía estratégica"
Después, en rueda de prensa en Ferraz, tras la reunión de la ejecutiva presidida por el propio Sánchez, la portavoz socialista, Esther Peña, minimizó las discrepancias. "Los dos partidos que formamos este Gobierno de coalición estamos completamente alineados en lo sustancial. En que Europa debe tener un perfil propio y eso requiere reforzar nuestras capacidades y también nuestra autonomía estratégica". "Hay más cosas que nos unen de las que nos separan", resolvió la dirigente. En Ferraz recordaban este lunes que primero Unidas Podemos y luego Sumar al final acabaron aceptando el aumento del gasto. Fuentes próximas a Díaz, por su parte, esperan también el "arreglo", el acuerdo, "como siempre, porque desde las diferencias se construye también".
Con estos mimbres arranca una ronda de reuniones del presidente con más dudas que certezas. Muchas más.
01. El objetivo es el 2% del PIB, ¿pero de dónde se parte? ¿Y el ritmo?
El horizonte de un gasto en Defensa equivalente al 2% del PIB se acordó en la cumbre de la OTAN de Gales de 2014. Entonces, los países se dieron un margen de diez años para llegar a él. Pero muchos países lo consideraron una mera recomendación. En la cumbre de Madrid de 2022, cuando ya habían pasado más de cuatro meses desde la invasión de Ucrania por Rusia, se afianzó ese compromiso y el presidente adelantó que España destinaría ese 2% del PIB para 2029.
El pasado jueves, al término del Consejo Europeo extraordinario en Bruselas, Sánchez anunció que iba a apretar el acelerador. Que si los Veintisiete habían planteado nuevos instrumentos —como la flexibilidad de las reglas fiscales— para que entre todos se invierta más y mejor en Defensa, y así hacer frente a las amenazas por delante, entonces "todos" los países de la UE, también España, están obligados a hacer un "esfuerzo anticipado" respecto a la fecha marcada antes, que era 2029.
Según la métrica de la OTAN, España gastó en 2024 un 1,28% en Defensa sobre PIB, pero es una cifra estimada, no cerrada aún. El Ejecutivo intenta sumar partidas para hacer crecer el porcentaje
España, ¿dónde se sitúa? Si atendemos a la métrica de la OTAN, está en el 1,28% sobre PIB. En 2024. Un porcentaje que nos ubica a la cola de los 32 países que integran la Alianza. Pero es una cifra, importante, estimada. No la definitiva. Como precisaba la organización en su último informe, "las cantidades representan los pagos que ha realizado o realizará un gobierno nacional durante el transcurso del año fiscal para satisfacer las necesidades de sus Fuerzas Armadas, las de los aliados o las de la Alianza". Por ejemplo, entre los gastos de personal se consignan las pensiones pagadas a los militares jubilados, que en España abona no Defensa, sino el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y que asciende a unos 4.000 millones.
La OTAN también permite incluir a las fuerzas policiales que "están entrenadas en tácticas militares" y "equipadas como una fuerza militar", que "pueden operar bajo autoridad militar directa en operaciones desplegadas y pueden, siendo realistas, desplegarse fuera del territorio nacional en apoyo de una fuerza militar". También se computa el "componente militar de actividades mixtas civiles y militares, pero solo cuando el componente militar puede contabilizarse o estimarse específicamente".
Esa definición más amplia del gasto en Defensa hace que España esté intentando sumar partidas de diferentes ministerios para que también se tenga en cuenta y dé como resultado un porcentaje más alto que el 1,28% referenciado. El problema que se encuentra el Gobierno es que el PIB del país fue en 2024 más alto del previsto (del 3,2%). Un mayor crecimiento de la economía hace que el umbral del 2% se aleje más.
No hay una cifra de partida y tampoco Sánchez ha avanzado cuándo cree que puede llegar al 2%. Sí ha incidido en que España sí supera el objetivo de gasto en nuevo equipamiento: está en el 30,3% del total
El gasto militar estimado en España 2024 fue de 19.723 millones de euros, según las cifras proporcionadas por la Alianza. Unos números más altos, lógicamente, que los que salen estrictamente del Ministerio de Defensa, el que dirige Margarita Robles. Según el último informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), hasta el 30 de noviembre de 2024, el Gobierno ejecutó 15.023.314.568,25 euros, frente a los 12.827.177.550 euros presupuestados inicialmente. Es decir, 2.196,13 millones más de lo programado. Un 17,12% más.

No hay todavía, por tanto, una cifra oficial y definitiva de partida de gasto sobre PIB. Tampoco el presidente ha adelanto qué nuevo objetivo se marca. Esto es, cuándo quiere alcanzar el 2%. Cuánto quiere adelantar el cumplimiento del compromiso. Sánchez sí incidió el pasado jueves en que junto al porcentaje sobre PIB hay otros dos criterios que se acordaron en Gales en 2014 que España cumple sobradamente. Uno es la inversión en equipamiento militar, en nuevas capacidades para las Fuerzas Armadas en relación con el gasto total. España se sitúa en el 30,3%, cuando el objetivo era del 20%. Otro es la presencia en las misiones de la Alianza. España está "en todas", salvo en Kosovo, "por razones obvias" —porque no se reconoce su independencia de Serbia—. Sánchez también ha remarcado que, desde que llegó a la Moncloa en 2018, se ha destinado a Defensa un 10% más cada año. El gasto fue del 0,93% aquel año, del 0,91% en 2019 —año sin Presupuestos—, 1% en 2020 —también sin cuentas del Estado—, 1,03% en 2021, 1,16% en 2022, 1,19% en 2023 y 1,28% en 2024. Los dos últimos años tienen asterisco: ambos son estimados.
02. ¿Ha impuesto ya la UE un ritmo? ¿Y la OTAN?
No. Europa ha decidido rearmarse, pero aún no ha aterrizado su plan. Y la OTAN, que es la que en su caso puede acordar un nuevo umbral que entierre al vigente del 2% sobre PIB, no ha decidido. No lo ha hecho porque la siguiente cumbre de los aliados tendrá lugar en La Haya, en verano. El secretario general de la organización, el holandés Mark Rutte, ya ha anticipado que querría que subiera el gasto al 3%. Trump ha puesto el listón en el 5%, cuando hoy en día ninguno de los 32 miembros de la Alianza llegan a él. Ni siquiera Estados Unidos (3,38%). Washington es el tercero de la tabla, y tiene por delante a Polonia (4,12% en 2024, por el 3,26% de 2023) y Estonia (3,43%).
03. ¿Necesita el Gobierno al Congreso para subir el gasto?
Sí y no. El Gobierno ya ha ido incrementando en los últimos años la inversión en Defensa. Los últimos Presupuestos aprobados son los de 2023, los que se elaboraron al calor de la cumbre de la OTAN en Madrid. La partida creció un 26,31% respecto al año anterior (de 10.155,2 a 12.827,1 millones), aunque porcentualmente lo que más avanzaron fueron los programas especiales de modernización (un 72,11%). Fue el camino que encontró el Ejecutivo para subir sustancialmente el gasto sin que computase en el déficit. Así podía sortear el no de Unidas Podemos.
Pero con y sin Presupuestos el gasto militar ha ido creciendo en estos años, por encima de los números iniciales. El Ejecutivo ha tirado de créditos extraordinarios con cargo al fondo de contingencia —la sección presupuestaria prevista para afrontar gastos imprevistos— o transferencias entre partidas para ir engordándolo. Y con esas modificaciones no necesita ir al Congreso porque están permitidas por la ley. Sin embargo, el fondo de contingencia es limitado (3.964,2 millones ahora mismo), por lo que un aumento espectacular de la inversión no sería posible sin la autorización parlamentaria.
Hasta ahora, el Ejecutivo ha tirado de créditos extraordinarios con cargo al fondo de contingencia. En los Presupuestos de 2023, los últimos aprobados, sí engordó un 26,31% la partida en Defensa. Sánchez hará valer que no se detraerá gasto social
La Moncloa tiene decidido, como publicó este diario, evitar en la medida de lo posible acudir a la Cámara baja. Sabe que allí no lo tendría fácil. Además de la fractura en Sumar —IU, por ejemplo, está en el no—, tiene a sus socios de izquierdas en contra, caso de Podemos, Bildu o ERC. Y el PP ya avanza que no se fía: "Nosotros cheques en blanco a Pedro Sánchez hace muchísimo tiempo que tenemos muy claro que no se le pueden expedir", decía este mismo lunes la secretaria general de los conservadores, Cuca Gamarra. El Ejecutivo ha venido insistiendo en que persigue unos nuevos Presupuestos, pero todavía quedan muy lejos.
Pero el presidente no tiene previsto pedir apoyo a los grupos en futuras votaciones. En sus reuniones de esta semana, insisten en la Moncloa, proporcionará "información". Porque además todas las concreciones, defienden, son prematuras. La baza que reiterará a los grupos, especialmente a sus socios progresistas, es que invertir en Defensa es "invertir en democracia", en seguridad, y por tanto no supone renuncia a gasto social. Es decir, que destinar más recursos a la seguridad no supone un "desgaste" del Estado del bienestar, en palabras ayer lunes de la portavoz socialista, Esther Peña.
04. ¿Qué persigue España en la UE?
El presidente ha aplaudido la propuesta de la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de movilizar 800.000 millones en total para rearmar Europa. Está de acuerdo con el instrumento de crédito por valor de 150.000 millones, pero considera que no es suficiente. Cree que, como ocurrió con la pandemia, han de ponerse sobre la mesa transferencias. Dinero que no tenga que devolverse. La previsión de ingresos de España de los fondos Next Generation EU es, de hecho, de 79.584 millones en subvenciones y 83.160 millones en préstamos. Sánchez, por tanto, piensa en un esquema semejante ahora, aduciendo que la seguridad y la defensa son "bienes públicos europeos".
Sánchez quiere un esquema similar al que se aprobó en la pandemia: préstamos, pero también transferencias. Von der Leyen ya señaló este domingo que ninguna opción está "fuera de la mesa"
Von der Leyen señaló el pasado domingo, en la rueda de prensa por los cien primeros días de mandato de la nueva Comisión —cien días que se cumplen este martes— que ninguna opción está "fuera de la mesa" a la hora de financiar el impulso de la defensa europea. Ni siquiera están descartadas las transferencias costeadas con deuda conjunta, la opción por la que empujan países como España o Francia. Sánchez está de acuerdo con que en esta nueva era internacional haya un "aporte" de los Estados miembros, pero considera que la UE debe implicarse a fondo también. Y esa es la pelea que dará en las próximas dos semanas, de cara al siguiente Consejo Europeo.
05. ¿Qué citas hay próximas?
El presidente dirigirá este martes la reunión ordinaria del Consejo de Ministros y se verá con Díaz. Después, emprenderá viaje, hasta este miércoles, hasta Finlandia y Luxemburgo, donde se reunirá con sus respectivos primeros ministros, Petteri Orpo y Luc Frieden, para tratar con ellos la seguridad en Europa y la guerra de Ucrania. También se verá, en este último país, con la presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, exvicepresidenta primera de su Gobierno. La institución comunitaria tiene su sede allí, en Luxemburgo, y los Veintisiete esperan que que también juegue un rol importante en la nueva financiación del gasto en Defensa.
El presidente viaja este martes y miércoles a Finlandia y Luxemburgo. Macron también recibe este 11 de marzo a los jefes de Estado Mayor. Y la próxima semana los 27 se reúnen en un nuevo Consejo Europeo
Este martes, en París, el presidente francés, Emmanuel Macron, se reúne con los jefes de Estado Mayor de los países que estarían dispuestos a implicarse en una paz con garantías para Ucrania, aunque no significa que se traduzca en un despliegue de tropas. España estará representada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Teodoro López Calderón.
Las reuniones de Sánchez con los grupos serán el jueves, a su vuelta de su minigira por Finlandia y Luxemburgo. Pero la vista seguirá puesta en el Consejo Europeo ordinario del 20 y 21 de marzo, para el que Von der Leyen habrá de presentar las propuestas legislativas del plan que está sobre la mesa. "Estamos inmersos en conversaciones. Todo el debate es muy incipiente", señalan fuentes de la Moncloa.
06. ¿Habrá envío de tropas de paz a Ucrania?
Es la pregunta que está presente en todas las comparecencias recientes del jefe del Ejecutivo en las que el futuro de Ucrania está muy presente. En todas las ocasiones, él ha respondido lo mismo: es "prematuro" hablar de desplegar una misión de paz en el país, porque todavía no ha cambiado su dolorosa realidad. La guerra sigue. No ha parado. Rusia sigue atacando. Pero, el pasado jueves, al término del Consejo Europeo, al finalizar su comparecencia ante los medios, garantizó que España "lógicamente será parte de la solución y no renunciará al papel que lógicamente tiene que jugar en el escenario europeo".
En La Moncloa insisten en que es "prematuro" hablar de despliegue de efectivos sobre el terreno, porque la guerra sigue, pero cualquier nueva misión tendría que ser autorizada por el Congreso, según la ley
En la Moncloa, por el momento, no quieren ir más allá, ni entrar a "especulaciones" sobre si finalmente España puede sumarse a esa misión de paz —o "coalición de voluntarios" encabezada por Francia y Reino Unido, en caso de que Hungría vete un despliegue de la UE en Ucrania—. Se remiten a las palabras de Sánchez. Sin correr más.
Pero es evidente que el envío de efectivos sobre el terreno plantea un problema político añadido al Gobierno. Cualquier nueva operación en el exterior ha de ser autorizada por el Congreso, como impone el artículo 17 de la Ley de Defensa Nacional. De nuevo, necesitaría el apoyo del PP para que pudiera salir adelante ese refrendo parlamentario.

En el Consejo de Ministros del pasado 17 de diciembre se prorrogó, hasta el 31 de diciembre de 2025, la participación de unidades y observadores militares españoles en operaciones de mantenimiento de la paz en el marco de la ONU, la OTAN y la UE. Para este año, el Ejecutivo previó un esfuerzo similar al del año anterior. Las Fuerzas Armadas están presentes en 16 misiones en el exterior, con hasta 3.000 militares y guardias civiles destacados en cuatro continentes. España participa de manera muy significativa en el refuerzo del frente oriental europeo de la OTAN. Bajo la bandera la Naciones Unidas, la misión más numerosa sigue siendo la de Líbano, con 670 militares. Y en el marco de la UE, continúa Defensa, sigue la presencia en las operaciones en Bosnia, Somalia, Mozambique, República Centroafricana y en el Índico, para la lucha contra la piratería (Atalanta).
Europa intenta caminar rápido. Imposible al ritmo de Trump. Pero aunque la dirección está tomada, las preguntas, en Bruselas y en España, siguen en pie.
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