"Queridos americanos, queridos ucranianos, no perdáis esta oportunidad. El mundo entero os mira hoy en Yeda. ¡Buena suerte!". Las palabras del primer ministro polaco, Donald Tusk, en X reflejan la gran expectación que ha despertado el encuentro en Arabia Saudí entre las delegaciones de EEUU y Ucrania, encaminadas a poner fin a la guerra provocada por Rusia hace ya más de tres años. Las dos partes, encabezadas por el secretario de Estado, Marco Rubio, y el ministro ucraniano de Exteriores, Andyi Sibiha, se han mostrado esperanzadas.

En un artículo en The Guardian, el asesor presidencial Andriy Yermak, que forma parte de la delegación ucraniana, ha asegurado que "el alto el fuego nunca ha estado tan cerca". Yermak subraya que para lograrlo es vital el apoyo de Europa y de EEUU. "El alto el fuego en Ucrania no llegará sólo con gestos diplomáticos. Hay una serie de condiciones previas cruciales para garantizar que la paz, cuando llegue, sea duradera. Esto incluye presionar política y financieramente a Rusia para que aumente el coste de la reanudación del conflicto".

Es el primer encuentro entre el gobierno ucraniano y el estadounidense desde el encontronazo en la Casa Blanca entre el presidente Volodimir Zelenski y Donald Trump y su vicepresidente, JD Vance. En aquella ocasión Trump y Vance intentaron humillar a Zelenski, burlándose incluso de cómo iba vestido. Zelenski no llevará traje mientras haya guerra. Le reprocharon no ser lo suficientemente agradecido con la Administración Trump. Aquello derivó en que se suspendiera la firma del acuerdo de minerales y que días más tarde EEUU cortara la ayuda militar, incluso el suministro de información de inteligencia, para gozo del Kremlin.

Poco antes de la reunión en Yeda, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha afirmado que "no hay solución militar" para el conflicto de Ucrania. "Lo más importante con lo que tenemos que salir de aquí es con una fuerte sensación de que Ucrania está dispuesta a hacer cosas difíciles, al igual que los rusos van a tener que hacer cosas difíciles, para poner fin a este conflicto o al menos pausarlo de alguna manera, forma o manera".

Llama la atención cómo la Administración Trump exige a Ucrania todo lo que Rusia demanda sin contraprestaciones. Lo fundamental sería que EEUU, junto con los europeos, estuviera dispuesta a garantizar la seguridad de Ucrania una vez se firme el alto el fuego. Lo único que ha señalado Rubio es que Rusia ha de renunciar al control total del territorio de Ucrania, pero atienden sus demandas de nuevas elecciones en el país invadido, por ejemplo.

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, se vio con Marco Rubio también en Arabia Saudí el 18 de febrero pasado. En el encuentro s sentaron las bases para las negociaciones y se restablecieron las relaciones entre Moscú y Washington, que estaban congeladas desde el inicio de la guerra de agresión rusa en Ucrania. El Kremlin espera recibir información de las conversaciones con los ucranianos esta semana cuando el enviado de Trump, Steve Witkoff, vaya a Moscú y se encuentre con Putin.

Demostración de fuerza de Ucrania

Zelenski, que llegó el lunes a Arabia Saudí pero no participa en las conversaciones, dijo que esperaba resultados prácticos. "Hay propuestas realistas sobre la mesa", añadió el presidente ucraniano. Zelenski dijo tras reunirse con el príncipe saudí Mohamed bin Salman que Rusia tendría que liberar presos y a los niños ucranianos que tiene en su poder. Ucrania propone que entre un vigor un alto el fuego por mar y aire antes de que se pacte una tregua con garantías.

Justo horas antes de la reunión en Yeda, los ucranianos hicieron una demostración de fuerza al enviar más de 330 drones para castigar a Rusia en su territorio. Noventa de ellos impactaron en la región de Moscú. Dos personas han muerto y 18 han resultado heridas. "Es el mayor ataque aéreo con drones llevado a cabo sobre Moscú y su región. A Putin le interesa un alto el fuego en el aire", ha dicho Andriy Kovalenko, del consejo de seguridad ucraniano. Kiev demuestra así que incluso sin ayuda de EEUU tiene capacidad de ataque.

Después de más de tres años de guerra, Rusia ha realizado conquistas mínimas y a un coste elevadísimo en vidas humanas, a pesar de que su economía está volcada en la guerra. Aún así no renuncia a su objetivo de controlar Ucrania como lo hace con Bielorrusia, por eso rechaza que cualquier tregua esté garantizada con tropas europeas o americanas.

Para abordar la cuestión de las garantías de seguridad se reúnen este martes en París los representantes militares de 30 países, entre ellos algunos asiáticos como Japón y Corea del Sur, o Australia, además de unos 20 europeos. Es un primer paso para la formación de la llamada "coalición de voluntarios", encabezada por británicos y franceses, con la que se pretende también atraer a EEUU para que si hay una tregua pueda estar bajo control internacional.