"Estamos preparados para cumplir con nuestro compromiso de invertir un 2% del PIB" en Defensa, "lo vamos a hacer". Ni media duda. Pedro Sánchez se reafirma en su decisión de aumentar el gasto militar pese al abierto rechazo del bloque de investidura y las diferencias, aunque mitigadas, con su socio de coalición, con Sumar. Lo dijo el presidente del Gobierno este miércoles desde Helsinki, al lado del primer ministro finlandés, el derechista Petteri Orpo, apenas unas horas después de su reunión en la Moncloa con su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Pero ese compromiso va ligado a su vez a otra batalla que está dando en la Unión Europea de cara a la cumbre de los Veintisiete de la próxima semana en Bruselas: quiere que se libren no solo préstamos para financiar el rearme de los Estados miembros, sino también transferencias. Su argumento es que no pide los subsidios para los países del sur, sino sobre todo para los que están más expuestos a la amenaza del Kremlin, los que están situados en el flanco oriental, caso de Finlandia, que comparte 1.340 kilómetros de frontera con Rusia. Una propuesta que el país nórdico, tradicionalmente englobado en el club de los frugales, de los austeros, no desdeña ahora en absoluto.

Sánchez llegó ayer a Helsinki para su entrevista con Orpo de este miércoles a primera hora, a la que siguió un despacho con el presidente del país, Alexander Stubb, para después volar hasta Luxemburgo, segundo país de esta minigira exprés previa al Consejo Europeo de la próxima semana. La decisión de acelerar en el cumplimiento de un gasto en Defensa del 2% del PIB ya la anunció el pasado jueves al término de la cumbre extraordinaria, aunque lo que todavía no han precisado ni su Gobierno ni él es cómo va a materializar ese compromiso y con qué nuevos plazos, más allá de que llegará a ese horizonte antes de lo programado, antes de 2029. De hecho, los periodistas le preguntaron este miércoles en Helsinki y rehusó concreciones: "Estamos dispuestos a cumplir con la obligación del 2% y, si me lo permite, les explicaré a mis ciudadanos en España, no aquí, cómo y cuándo vamos a llegar a este objetivo". Sánchez se reúne este jueves con todos los grupos, salvo Vox, para informarles del nuevo contexto internacional, y comparecerá en el Congreso el 26 de marzo. Y sabe que a quien tiene más enfrente es al bloque de investidura, a sus socios de izquierdas. Pese a su rotundo no, se reafirmó con nitidez. No hay marcha atrás.

Estamos dispuestos a cumplir con la obligación del 2% y, si me lo permite, les explicaré a mis ciudadanos en España, no aquí, cómo y cuándo vamos a llegar a este objetivo", alega

El jefe del Ejecutivo defendió que, para alcanzar esa meta del 2% del PIB, es preciso que la UE enfrente un debate "troncal", que es el de "gastar mejor", no solo más, y por tanto ha de definir cuáles son las amenazas que llegan del flanco oriental —de Rusia— y del sur, describir qué capacidades necesita y decidir cómo las financia. Un ejercicio en el que están implicados la Comisión y los Estados miembros, y que también supone, como también convino Orpo, reforzar el pilar europeo dentro de la OTAN.

Una primera herramienta ya puesta encima de la mesa por el Ejecutivo comunitario es la flexibilización de las reglas fiscales, que España aplaude y que utilizará. Bruselas, además, ha planteado un instrumento financiero de 150.000 millones en préstamos. Pero España, junto con otros países como Francia, defiende que se piense no solo en créditos, sino también en transferencias, en subvenciones a fondo perdido. Dinero que no se tenga que devolver, como ocurre con los Fondos Next Generation, pactados al calor de la pandemia del covid, hace cinco años. "Quizá haya finlandeses que digan 'vienen los del sur y siempre van a respaldar la parte de los subsidios y no de los préstamos'. Pero es que yo no estoy pidiendo subsidios para los países del sur. Estoy pidiendo subsidios para los países orientales de Europa", esgrimió.

La propuesta de Sánchez es que los subsidios se destinen sobre todo a los países más cercanos a la frontera rusa, los bálticos y los nórdicos, porque "ellos necesitan palpar esa solidaridad de la UE"

La tesis del Ejecutivo es que, igual que la UE se volcó más con los países más afectados por el covid, ahora es necesario un "planteamiento más equilibrado con este nuevo instrumento financiero" para poder rearmar Europa. La propuesta de Sánchez, la que dijo haber compartido con Orpo, es que los subsidios se destinen sobre todo a los países más cercanos a la frontera rusa, los bálticos y nórdicos, porque ellos "necesitan palpar esa solidaridad de la UE en su conjunto". El argumento de fondo, el que lleva empleando semanas, desde que Donald Trump dio muestras de dar la espalda al Viejo Continente y a la Alianza, es que han de concebirse la seguridad y la defensa como "bienes públicos europeos" y para ello hacen falta "recursos comunes". El líder socialista enfatizó que la frontera que Finlandia tiene con Rusia es más de la mitad de la total que tiene la UE con ese país. Es, de hecho, la frontera de los Veintisiete: "Su seguridad es nuestra seguridad. Su defensa es nuestra defensa".

Finlandia computaba siempre como uno de los países frugales, de los contrarios a aumentar la deuda y a engordar los fondos europeos. Pero ahora su posición ha cambiado radicalmente por la amenaza rusa. Lo reconoció sin ambages Orpo, primer ministro de una coalición que integra a la extrema derecha: "Sobre el 2% [del PIB en gasto militar] querría decir que todos los Estados miembros de la UE y de la OTAN entienden hoy que el entorno de seguridad ha cambiado completamente y que debemos gastar más por la amenaza que nos llega de Rusia y también porque, como ya sabíamos, el presidente Trump irá rebajando el apoyo de EEUU a la defensa de Europa. Por estos dos motivos debemos gastar más". Por eso celebra que los países europeos estén dispuestos, también España, estén "dispuestos a gastar un 2% o más si es necesario".

Orpo reconoce que su país ha cambiado su tradicional posición por la amenaza rusa y por el abandono de Trump, por lo que ahora sí están "abiertos a distintos tipos de instrumentos" de financiación europea

Orpo subrayó que, para que la Unión haga frente al nuevo escenario, para que los Veintisiete se refuercen dentro de la OTAN, es necesaria la financiación europea. "Y estamos abiertos a distintos tipos de instrumentos porque necesitamos ese nivel de financiación europeo —dijo cuando le preguntaron sobre los subsidios, la posición española—. Y por eso hemos cambiado nuestra posición tradicional", reconoció. Por eso Finlandia ha girado. Recordó que cuando se pactaron los fondos europeos frente al covid, hace cinco años, él y su partido, de centroderecha, estaban en la oposición al Gobierno de la socialdemócrata Sanna Marin, y dieron apoyo a las medidas porque querían mostrar su "solidaridad". Y, con el tiempo, se ha visto que fue una decisión "muy importante" en la UE.

El premier contó que, a raíz de la agresión rusa en Ucrania, la que precisamente motivó la entrada de su país en la OTAN —y que se materializó a partir de la cumbre de Madrid de 2022—, Finlandia ha tenido que hacer frente a retos importantes en su economía, se ha visto obligada a "recortar el gasto público de forma dramática, algo que no ha sido sencillo". Pero la seguridad es un "aspecto existencial" para el país, y por eso urge a resolver el problema y a que salga adelante un "instrumento para toda Europa". Préstamos sí, pero "no solo", así que están "preparados para estudiar las propuestas que llegan desde la Comisión", "abiertos" a valorar los subsidios. "Si vemos ahora esta amenaza real que nos llega de Rusia, necesitamos una financiación común en lo que respecta a la UE y que afecta especialmente al flanco oriental en este caso, aunque también entendemos las amenazas de seguridad que se sufren en el sur de Europa".

El primer ministro finlandés reconoce que para hacer frente a Moscú su país ha tenido que "recortar el gasto público de forma dramática, algo que ha sido sencillo", pero la seguridad es un aspecto "existencial". Apoya la perspectiva de 360 grados de Sánchez

Con esta última apreciación, Orpo conectaba a su vez con una demanda de Sánchez, que lleva insistiendo en que la UE tenga en cuenta no solo la amenaza de Rusia, sino también la que lleva del sur, del Sahel. Reivindica, por tanto, un concepto de seguridad de 360 grados, algo por lo que ya empujó en la cumbre de la OTAN de Madrid en 2022. El presidente, de hecho, agradeció "de corazón" a Finlandia que entienda su perspectiva, y por eso ratificó su "solidaridad" con el flanco este. Convino en que España tiene más difícil sentir de cerca la amenaza rusa, pero sí quiere aprender de Finlandia en aspectos como la ciberseguridad, de ahí que pretenda "reforzar la cooperación bilateral" en ese campo, dado que Helsinki es puntera en innovación y digitalización. "El planteamiento de los 360 grados es fundamental para nosotros", ratificó por su parte Orpo. Sánchez, tras su visita a Helsinki, partió para Luxemburgo. Su agenda continuó con una reunión allí con la presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), su exvicepresidenta Nadia Calviño —la institución comunitaria se perfila también como uno de los instrumentos fundamentales para la financiación del rearme de la UE—, y con el gran duque, Enrique, y el primer ministro de Luxemburgo, el democristiano Luc Frieden.