Alice Campello y Álvaro Morata sorprendieron a propios y extraños cuando pocas semanas después del triunfo de España en la última Eurocopa confirmaron su separación y anunciaron su divorcio. Y más aún cuando a finales de enero, después de numerosos rumores de reconciliación, se supo que el futbolista y la empresaria e influencer volvían a estar juntos. Este miércoles, con el pretexto de su reciente 30 cumpleaños, Campello se sincera en ¡Hola! y aprovecha para enseñar su casa en la madrileña urbanización de La Finca, que el matrimonio estrenó en un año de alegrías y turbulencias para la pareja como 2024.

Vestida de firmas como Dior, Max Mara, Redondo Brand y Zimmermann y con joyas de Rabat –"soy una loca de las joyas, tengo una pasión por ellas que no es normal", confiesa–, la italiana posa en varios rincones de su casa para el objetivo del fotógrafo Valero Rioja. Y explica a Cristina Olivar las circunstancias de su ruptura y reconciliación con Álvaro Morata.

Según Campello, tanto ella como su marido se encontraron el año pasado en un momento en el que ambos lo veían todo negro y ninguno de los dos podía tirar del otro para salvar su relación. Alice lo había pasado muy mal después de su cuarto embarazo, el de su hija Bella, de dos años, "no estaba bien conmigo misma", y "Álvaro igual, por otros motivos personales, y los dos no supimos salir".

"La rabia es una forma de amor"

La influencer confiesa que en los últimos meses ambos han atravesado "momentos muy oscuros", dominados por la "rabia", aunque "la rabia es una forma de amor". "Somos muy pequeños todavía", asegura, "hemos vivido muchas cosas y es normal también que a veces tengamos todavía inmadurez en algunos aspectos".

Reconoce que "lo hemos gestionado fatal y entiendo también que la gente no entendiera nada". Pero hoy, gracias al "autoanálisis" y la terapia, Campello y Morata han podido retomar su relación en las mejores condiciones posibles. "Ha sido la época más dura de mi vida, pero la que más me ha enseñado". El trance les ha servido para valorarse todavía más el uno al otro. "Cuando desaparece la rabia, cuando se va el dolor que tienes contigo mismo y vuelves a ver las cosas claras, te das cuenta de que el amor puede con todo".

Anillo y casa nueva

Ahora siente que "es un poco como volver a ser novios otra vez". Un anillo que Morata le regaló por su cumpleaños ha sellado este nuevo momento de su relación en Estambul, adonde se han mudado con sus cuatro hijos tras el fichaje del futbolista por el Galatasaray. "Más que un anillo en sí, es volver a empezar, a crear algo juntos".

En el reportaje de ¡Hola! , además de los glamourosos retratos de Campello, hay numerosas imágenes de la casa que comparte en Madrid con Morata. Decorada en tonos beige, wengué y negro bajo la supervisión de la italiana, que ha elegido todos los materiales y la decoración, cuenta con amplias estancias rodeadas de cristaleras que dan al jardín de la propiedad, donde hay una piscina, una cancha de fútbol y un minigolf. En el comedor hay una enorme librería vacía, y debajo de la generosa cocina hay una gran bodega equipada con todo lo necesario para las catas con amigos. El matrimonio también disfruta en su nuevo hogar de una pequeña piscina cubierta y de su propia sala de cine con seis cómodas butacas para ver películas con sus cuatro hijos. "No existe la relación perfecta, pero sí existe el amor verdadero", celebra Campello.