Hasta once ampliaciones del plazo de enmiendas ha sufrido la proposición de Ley orgánica presentada por el Partido Popular a la ley de Defensa Nacional para el envío de ayuda militar y de tropas al extranjero. El texto superó en su momento la calificación de la Mesa del Congreso y, en octubre pasado, la votación en el pleno para su toma en consideración gracias al apoyo de Podemos y a la abstención de Sumar. Pero desde entonces, está congelada en el proceso de enmiendas, que puede alargarse todo el tiempo que decida el órgano de gobierno de la Cámara Baja, presidido por Francina Armengol.

La reforma propuesta por el PP amplía el artículo 17 de la Ley de Defensa Nacional, -referido a las autorizaciones del Congreso- añadiendo cinco apartados nuevos, además de una disposición cuarta. El objetivo perseguido por los populares en su momento pasaba por que el presidente del Gobierno compareciera ante el Parlamento al objeto de solicitar su autorización "para el envío de material militar a una zona en guerra" y que, además, las renovaciones de ese acuerdo pasasen por la comisión parlamentaria correspondiente.

Sánchez ha vuelto a comprometer asistencia militar a Ucrania sin consultarlo ni con sus socios

Cabe recordar, que este mismo mes de febrero Sánchez comprometió, durante su estancia en Kiev para participar en la 'Cumbre Internacional de apoyo a Ucrania', otro nuevo paquete de asistencia militar para este país por valor de 1.000 millones, sin ni siquiera comunicárselo a sus socios de Ejecutivo y, mucho menos, someterlo a juicio del legislativo. Lo cierto es que, en esta materia, depende del apoyo del PP, motivo por el cual el jefe del Ejecutivo evita el Parlamento.

Esto en lo que tiene que ver con el envío de material militar al extranjero. Porque el artículo 17 de la ley de Defensa Nacional se limita a establecer que "para ordenar operaciones en el exterior que no estén directamente relacionadas con la defensa de España o del interés nacional, el Gobierno realizará una consulta previa y recabará la autorización del Congreso de los Diputados". Asimismo, señala distintos mecanismos en función de la urgencia de esa eventualidad. Nada más. El PP aportaba también en su proposición de ley orgánica otros controles, que alcanzan plena actualidad en un momento en que está sobre la mesa el posible envío de tropas de paz a la zona si fructifica el fin de la guerra y le resultará a Sánchez difícil, por lo decir imposible, soslayar en ese caso al Parlamento.

Auditoría y evaluación de las misiones en el exterior

Antes de los cinco años de autorizada una misión militar en el exterior, "el
Gobierno deberá comparecer en la Comisión de Defensa para hacer una evaluación
de la misma, explicar los objetivos alcanzados y determinar aquellos que restan por
cumplir. A continuación procederá o no a solicitar una prórroga de la misión, que
podrá tener una extensión máxima de cinco años renovables en las mismas
condiciones", señala el texto.

Además, en la solicitud de autorización de una misión militar en el extranjero, el
Gobierno "determinará el número de efectivos máximo necesario para la misma y el material aproximado para llevarla a cabo. Los incrementos de tropas por encima de ese máximo deberán ser aprobados con carácter previo a su envío por la Comisión de Defensa".

En la exposición de motivos los populares acusaban al Gobierno de haber "abusado de sus prerrogativas (...) y evitado cualquier debate sobre los incrementos de tropas en misiones militares, la naturaleza de las mismas o los envíos de ayuda militar que ha realizado a zonas de guerra". Argüían, asimismo, que tanto la política exterior como la de defensa "son políticas de Estado, por lo que estos mecanismos de control parlamentario lo que incentivan es el ejercicio de un mayor diálogo político respecto a estas cuestiones, especialmente entre los grandes partidos", sin desdeñar a los minoritarios.

Ronda este jueves en Moncloa

Precisamente, este jueves Sánchez abre ronda con todos los grupos a los que dedicará media hora, según el calendario establecido por Moncloa. El jefe del Ejecutivo quiere evitar dar un trato preferencial al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, a pesar de que el análisis de uno y de otro sobre Ucrania es muy coincidente.

No deja de ser paradójica la posición de Sumar, que si bien abrió la puerta a la toma en consideración de la proposición, una su voto al PSOE en la Mesa del Congreso para ampliar sine die el plazo de enmiendas. En su momento el que fuera portavoz del Grupo Plurinacional, Íñigo Errejón, defendió que "ser de izquierdas también es que el Gobierno tenga que comparecer con más rigor y con más frecuencia y que el Congreso tenga más control sobre cuándo y en qué condiciones se mandan tropas, nos parece un elemento de salud democrática y de transparencia".

No es la primera vez desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022 que se abre el debate en torno a si el presidente del Gobierno debería haber acudido al Parlamento para que se le autorizase el envío de armas a Volodimir Zelenski, así como los incrementos presupuestarios en materia de Defensa que se han ido produciendo en los últimos siete años, no pocas veces de forma subrepticia en el Consejo de Ministros. De momento, Sánchez ha esquivado un debate complicado para él habida cuenta de que el grueso de sus socios mantienen posturas antimilitaristas, contrarias a todo aquello que huela a Defensa.

Quiebra entre los socios de Gobierno

Y esa quiebra a vuelto a ponerse de manifiesto esta misma semana, cuando su aliado gubernamental, Movimiento Sumar, pactó una posición común de sus miembros para rechazar cualquier modificación al alza en el presupuesto del ministerio de Margarita Robles. Así se lo transmitió la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a propio Sánchez durante una reunión de dos horas de duración el martes. Díaz atemperó el tono, pero esa misma mañana hasta cuatro portavoces del Grupo Plurinacional salieron en tromba para dejar claro sus dudas sobre lo que consideran la deriva armamentística de Europa.