Acumula cientos de miles de visionados en su canal de Youtube. Sus arengas contra la corrupción denuncian con nombres y apellidos a mandamases del establishment marroquí. Hicham Jerando, afincado en Canadá, se ha convertido en el enemigo público número uno de la monarquía de Mohamed VI. Hasta cuatro miembros de su familia, incluida una sobrina de 14 años, han sido arrestados por las autoridades del país vecino en un caso que ilustra el nivel de represión al otro lado del Estrecho.
“Están pagando el precio de mi activismo”, denuncia Jerando en una entrevista con El Independiente. “Tengo cientos de miles de seguidores en YouTube y TikTok y llevo tres años denunciando la corrupción en Marruecos”, arguye. El 1 de marzo la Brigada Nacional de la Policía Judicial de Casablanca arrestó a su hermana, su marido y sus dos sobrinos. “Uno de ellos tiene 22 años y Malak tiene 14 años. A mi hermana y a mi sobrina la han liberado esta semana pero no deberían haberlas retenido ni un día en virtud de la ley”, apunta Hicham. Están siendo procesados por supuesta complicidad en desacato a una instancia constitucional, difusión de hechos falsos para atentar contra la privacidad de otros y participación en el delito de amenazas.
Según las autoridades judiciales, Malak habría adquirido unos chips electrónicos para ayudar a la familia a comunicarse con Hicham, al que el tribunal considera un fugitivo. Originario de Nador, en el norte de Marruecos, Hicham lleva años residiendo en Toronto, donde tiene una empresa de sastrería. “Ahora están especialmente nerviosos porque he tocado hueso. He empezado a hablar del sistema legal y de la corrupción que reina en los servicios secretos y entre quienes aplican la ley”, desliza en conversación con este diario.
Su caso muestra nuevos límites de la persecución arbitraria de familias y niños con el fin de acosar a los opositores y aterrorizar a todos
La última señal de la represión
Su caso se ha convertido en la última señal de la represión que ahoga cualquier libertad pública en Marruecos. “De vez en cuando da información muy interesante sobre algunas personas corruptas en Marruecos, pero por lo general es demasiado vaga y demasiado personal para ser muy creíble. El hecho de que persigan a su familiares en Marruecos, incluso arrestando a su sobrina de 14 años por acusaciones absurdas, es una clara indicación de que se le percibe como uno de los principales enemigos públicos del Majzen en la actualidad”, reconoce a este diario el economista Fouad Abdelmoumni, un opositor marroquí que también está siendo juzgado por sus declaraciones críticas. El 3 de marzo fue condenado a seis meses de prisión incondicional por “difusión de alegaciones falsas”. “Su caso muestra nuevos límites de la persecución arbitraria de familias y niños con el fin de acosar a los opositores y aterrorizar a todos”, apostilla.
Son ellos los que dirigen el país. El rey está fuera y está enfermo. Están aprovechando este período para hacer lo que quieren
Jerando asegura que, tras el arresto de su familia cercana, ha optado por abandonar Canadá. Se niega a desvelar su ubicación actual por miedo. “Temo por mi vida. He recibido muchas amenazas y han intentado comprarme, pero no puedo dejar la lucha”, apunta. “Son capaces de hacer cualquier cosa. ¿Recuerda lo que le pasó a Jamal Khashoggi? Puedo acabar como él”, advierte en alusión al periodista saudí descuartizado en 2018 en el consulado saudí de Estambul cuyo cuerpo jamás fue hallado. “Han estado vigilando mi casa y le preguntaron por mi hijo cuando lo vieron por la calle”.
El disidente apunta directamente al majzén, el círculo próximo a Mohamed VI que dirige “de facto” el país. Y a un hombre en particular: Abdellatif Hammouchi, al frente de la policía y los servicios de inteligencia de Marruecos. “Son ellos los que dirigen el país. El rey está fuera y está enfermo. Están aprovechando este período para hacer lo que quieren. Por publicar un simple tuit algunas personas fueron enviadas a la cárcel durante 5 años, donde ha padecido torturas”, denuncia el empresario, que también acusa a los principales rostros del sistema judicial. “Son los que han presentado hasta cuatro demandas contra mi en Canadá, los mismos que han firmado cosas horribles contra sus propio pueblo y los que han tomado el poder con el pretexto de la salud del rey”.
El primer ministro, "el mayor corrupto de Marruecos"
Jerando exonera a Mohamed VI de cualquier responsabilidad en la cacería que dice sufrir. “La realidad es que no está en el poder por mucho que quieran disimular. Ha estado en Emiratos Árabes Unidos durante mucho tiempo. No dirige nada”, dice preocupado por la deriva de su país natal. “Marruecos está en una situación penosa. La corrupción ha alcanzado niveles muy peligrosos. La tortura sigue existiendo, la gente no puede hablar. Hay mucha gente en prisión por un tuit o por un simple 'me gusta' y al mismo tiempo hay dirigentes que han robado millones. En España lo saben bien. Solo hay que preguntar al ministerio de Finanzas y ver cuántas mansiones tienen en España y cuánto tienen depositados en bancos españoles”.
“El primer ministro Aziz Ajanuch es uno de los mayores corruptos del país. Es el dueño de la empresa gasística más grande de Marruecos, de desalinizadoras, de centros comerciales y de las franquicias de Zara. Uno no puede estar en el gobierno y ser al mismo tiempo el dueño de tantas cosas. Es un claro ejemplo de conflicto de intereses”.
¿Cómo llamaría a un sistema que censura, condena a la pobreza a la gente y donde los precios no dejan de subir mientras todos deben callar?
El principal enemigo del majzén confiesa que su decisión de hablar alto y claro deriva de la creencia en que “el pueblo tiene que hacer algo”. “Sé que esto no tiene fin. Si consulta ahora los medios de comunicación gubernamentales en Marruecos, todo el mundo me está atacando. Los medios de comunicación libres hablan bien de mí y la gente habla muy bien de mí. Si va a cualquiera de mis publicaciones, verá que el 90 % de los comentarios están conmigo porque la gente sabe lo que está pasando pero no puede hablar. Todo el mundo me dice: 'Estás hablando en nuestro lugar. Nosotros no podemos decir lo que tú dices'”.
Jerando, que abandonó Marruecos en 2010, compara el reino del terror que vive Marruecos a la España de Franco. “La gente está deprimida y decepcionada pero no puede hacer nada”, alega. No titubea cuando se le pregunta si Marruecos es una dictadura. “¿Cómo llamaría a un sistema que censura, condena a la pobreza a la gente y donde los precios no dejan de subir mientras todos deben callar?”, balbucea este rifeño que dice simpatizar con su causa. “Organizaron protestas pacíficas y han sido condenados a hasta 20 años de cárcel”.

Ciberactivismo para "deslegitimar al régimen"
La fijación de las autoridades marroquíes con Jerando le ha transformado en un símbolo entre la castigada disidencia interna. “Su caso es simbólico, realmente revelador y expresivo. Muestra hasta qué punto el régimen se está tomando en serio el discurso de la oposición cibernética. Esto significa que el ciberactivismo es eficaz para deslegitimar al régimen y mostrar a la gente las tristes realidades de la corrupción y la represión en el país”, señala a este diario Maati Monjib, historiador marroquí y otros de los opositores que sufre persecución judicial y represalias como la expulsión de la universidad en la que trabajaba.
“También significa que el régimen siente que es débil políticamente. Si no, ¿por qué le asustan tanto los pocos valientes que dicen la verdad sobre sus políticas impopulares, incluida la estrecha colaboración en materia de seguridad con el gobierno extremista de Netanyahu? Debo recordar aquí que el pueblo marroquí es el más pro palestino de la región. El pueblo marroquí está realmente conmocionado por el hecho de que Netanyahu sea tratado diplomáticamente y en los medios de comunicación locales orientados a la inteligencia como un líder internacional amigo del gobierno marroquí. El pueblo marroquí simpatiza verdaderamente con la tragedia palestina, al contrario que el Marruecos oficial, que es el régimen árabe más cercano a Israel junto con Emiratos y el Egipto de Al Sisi”, añade Monjib.
Jerando dice estar preparado para sacrificarlo todo. “Sabía que tendría que hacerlo cuando empecé todo esto. Tengo que sacrificar mi negocio, mi familia y a mí mismo, pero alguien tiene que hacerlo”, explica. “Me he convertido en un ser peligroso porque doy nombres y detalles de lo qué hacen gente importante del régimen. Yo no hablo de corrupción en general sino de gente en concreto. Nadie ha salido a decir que lo que denuncia no es verdad. Saben perfectamente que esta información proviene del interior del sistema. Estamos hablando de una cleptocracia”.
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1 Comentarios
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hace 6 horas
Otro retrato de la falta de libertades que sufre el pueblo marroquí.
Tiene mucho valor Jerando al denunciar la situación, pues sabe muy bien que tanto en tiempos de Hassan II como en los de su ausente hijo la vida de quien osa denunciar la corrupción del régimen pende de un hilo.
Además, en su miseria humana, el majzén utiliza la presión injustificada sobre el entorno familiar del denunciante para ablandar su resistencia y obligarlo a cerrar la boca.
Este es el régimen dictatorial del que un día habló el hoy servidor de los intereses de Mohamed VI José Bono. Este es el régimen ante el que hoy se agachan miserablemente sumisos Pedro Sánchez y su siervo Albares.