Los amantes de la música en directo están de luto. La sala BarCo, situada en Malasaña y conocida por su gran ambiente en la noche madrileña, cierra sus puertas después de 20 años. La mítica sala de conciertos ha cerrado este domingo 16 de marzo con un último concierto, como no podía ser de otra forma.

Legendario local de la capital

Situada en la calle del Barco 34, centro neurálgico de Malasaña, la Sala BarCo ha sido uno de los lugares más emblemáticos para los amantes del rock, aunque en los últimos años también ha acogido a varios grupos emergentes que comenzaban su carrera musical en el bar.

Durante sus dos décadas de existencia, han presentado una programación variada, en la que se incluían sesiones de jazz o funk, así como conciertos de rock y blues. También tenían una planta inferior, conocida como 'la cueva', donde se llevaban a cabo sesiones de monólogos o tango.

¿Por qué cierran?

A pesar de que se desconocen los motivos reales de su cierre, ya que los dueños no han querido dar causas concretas del mismo, sus seguidores y personas que han frecuentado la sala durante años han mostrado sus opiniones al respecto.

Algunas personas han querido desviar el tiro hacia la policía, expresando que ha tenido que ver con "acoso de la policía municipal". Otros han decidido relacionar su cierre con la turisificación de la capital.

Sigue en la línea de Malasaña

La realidad es que no se trata del primer bar o sala de conciertos que cierra en los últimos tiempos. Los motivos, diversos y sin especificar por parte de la organización de la sala BarCo pueden deberse, entre otros, a la subida del precio de los alquileres, al SMI, el consumo de música en directo o, quizás, a la cantidad de locales que han ido abriendo sus puertas por este barrio, relegando así a algunos de los más míticos.

Además de esto, en los últimos años ha existido una creciente transformación de locales de este tipo, que pasan de ser pequeños locales comerciales a viviendas de uso turístico u otros equipamientos relacionados con este sector de actividad. Con esto se reduce la disponibilidad de este tipo de salas, afectando la identidad cultural que siempre ha caracterizado al barrio de Malasaña.

Aún así, todavía quedan muchas opciones para aquellos fanáticos de los conciertos para conocer a grupos y bandas en pequeñas salas. En ese ambiente único que supone acudir sin conocer realmente qué deparará la noche madrileña. Algunas de ellas, muy cercanas a BarCo, son El Intruso, Yasta o Wurlitzer.