Buscar una salida antes del choque total. Es lo que persiguen PSOE y Sumar. Desactivar su guerra a cuenta de la tributación en el salario mínimo interprofesional. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha hecho ya una propuesta al socio menor de la coalición para "compensar" a aquellos trabajadores que perciben esos 1.184 euros brutos al mes en 14 pagas y que están obligados a pagar en el IRPF. Está en discusión la fórmula, pero en el ala socialista del Ejecutivo creen que será "fácil" llegar a un acuerdo, siempre que la formación impulsada por Yolanda Díaz asuma que el mínimo exento de tributación no puede estar ligado al SMI.

La vicepresidenta segunda anticipó el lunes en La noche en 24 horas, en Televisión Española, que había hecho una propuesta de acercamiento a sus socios. Y es que los tiempos apremian, porque este próximo viernes, 28 de marzo, acaba a las 18 horas el plazo para que el Gobierno registre en el Congreso los vetos a las proposiciones de ley de Sumar, PP y Podemos que coinciden en el objetivo: que los perceptores del SMI continúen sin tener que pagar el IRPF. Montero fue preguntada este martes en el Senado por las posibilidades de acuerdo, y ella confirmó que la negociación está en marcha.

La titular de Hacienda señaló primero que su posición no ha cambiado, que sigue "vigente", y es que el SMI "se desacople de una exención del IRPF". Es decir, que no se sitúe el mínimo exento de tributación en la cuantía del SMI, que este año se sitúa en 16.576 euros brutos anuales (1.184 euros al mes en 14 mensualidades), 700 más que en 2024. Lo que defienden los socialistas es que para que el salario mínimo pueda seguir subiendo sus perceptores tienen que tributar, que se ha de "ir acompasando la capacidad económica que tienen los trabajadores". "Pero lo que sí estamos hablando con Sumar es ver algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores que tuvieran que tributar por el SMI", confirmó Montero a los periodistas en los pasillos del Senado.

El plazo para registrar los vetos acaba el viernes 28 de marzo a las 18 horas. Lo que busca Hacienda es que Sumar retire su iniciativa y juntos frenen las presentadas por PP y Podemos

Según los cálculos de Hacienda, que recordó este martes la vicepresidenta primera, apenas un 20% de los trabajadores que perciben el suelo retributivo está obligado a pagar el IRPF. Básicamente, los asalariados sin cargas familiares. Pues bien, lo que está negociando Montero con Díaz es una propuesta que permita "compensar" a esos trabajadores —en torno a 500.000—, pero no quiso avanzar la fórmula para preservar las conversaciones.

Fuentes de Hacienda confiaban en que el acuerdo con Sumar pueda llegar "pronto", porque no es demasiado complejo técnicamente. El Gobierno tiene que presentar sus vetos a las proposiciones de ley de PP, Sumar y Podemos antes de las 18 horas del viernes. Para ese día, a las 10 de la mañana, está convocada una reunión de la Mesa. Lo que no está claro es si para entonces estarían ya presentados los vetos del Ejecutivo para que el órgano rector de la Cámara pudiera calificarlos. Lo que persiguen los socialistas es trenzar un acuerdo con los de Díaz para que estos retiren su proposición de ley y voten a favor del veto de la Moncloa a las otras dos propuestas, las de PP y Podemos, que quedarían en ese momento enterradas. Si no llegaran a tiempo al viernes, se podría esperar a la siguiente reunión de la Mesa, quizá la segunda semana de abril.

En el ala socialista del Ejecutivo calculan que esa "compensación" tendrá un coste de "algo más de 150 millones de euros". Mucho menos, por tanto, que los 2.000 millones que supondrían elevar el mínimo exento, como se había hecho en años anteriores. "No es igual compensar a un porcentaje de los perceptores del SMI a elevar el mínimo exento. La propuesta es solo para el 20% de los trabajadores", señalan desde Hacienda. Ahora falta que Sumar admita la iniciativa planteada por Montero y se cierre el pacto.

Montero no quiere que se ligue el SMI el mínimo exento, de ahí que hable de "compensación". Díaz defiende que las rentas salariales por debajo de 16.576 euros no tengan que pagar impuestos

Hasta ahora, la vicepresidenta primera del Gobierno se negaba a moverse de su posición, con el argumento de que sería inasumible para el Estado ir subiendo el SMI y a la vez elevar el mínimo exento, porque eso dejaría una base muy importante de trabajadores fuera de la tributación. Montero, sin embargo, rectifica parcialmente para evitar el choque con Sumar, siempre sobre la base, insisten en su equipo, de que el salario mínimo no sea el dintel por debajo del cual no se paguen impuestos.

Pero si la negociación prospera en el sentido que quiere la titular de Hacienda, también cede Díaz. Ella, desde Bruselas, y tras conocerse las declaraciones de su compañera de Gabinete, aseguró que la propuesta que había hecho su formación es que aquellos que cobren el SMI o menos no tengan que tributar. "Hemos hecho más consideraciones y lo acompañamos de un documento para negociar. Los equipos de Sumar y PSOE están trabajando", señaló, para mostrarse también "optimista" sobre el resultado de las conversaciones y celebrar que Montero rectifique, porque "lo que no tenía sentido era no sentarse a negociar". "Me gustaría que alcancemos un acuerdo, porque hemos hecho lo que no está haciendo nadie en el mundo, y es mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de nuestro país, subiendo el salario mínimo hasta 1.184 euros al mes, pero me van a permitir que les diga que seguimos pensando que esas rentas salariales tienen que quedar exentas". Esa es la posición de Sumar, pero no dijo que de ahí no se fuera a mover.

Los dos socios del Gobierno exploran una salida que evite el choque total. Porque Sumar había advertido de que estaba dispuesta a unirse al PP para levantar el veto de Hacienda a las proposiciones de ley. Montero cede porque no quería negociar y Díaz también, porque el mínimo exento en principio no se tocará

Los dos socios del Ejecutivo exploran por tanto una pista de aterrizaje antes de que la crisis en la coalición se agrave. Porque Díaz ya había advertido de que estaba dispuesta a unirse al PP en la Mesa del Congreso para levantar los vetos del Gobierno a las tres proposiciones de ley que piden que los perceptores del SMI queden, como hasta ahora ocurría, fuera del pago del IRPF. Y es que Hacienda puede ejercer su derecho a presentar su disconformidad a las iniciativas que supongan una minoración de los ingresos o un aumento del gasto, como prescribe el artículo 134.6 de la Constitución, pero es el órgano rector de la Cámara baja el que ha de aceptarla o rechazarla. Y que Sumar se aliase con el PP para sacar adelante su iniciativa era un riesgo objetivo para la propia coalición.