Pedro Sánchez cumplió las expectativas. Pedagogía sobre por qué España y Europa necesitan reforzar sus capacidades de seguridad y defensa, reafirmación del compromiso de alcanzar un gasto militar de un 2% sobre PIB. Sin fechas ni ritmos cerradas, las dará "en las próximas semanas", porque queda tela por cortar en la OTAN y en las instituciones comunitarias. Lo que sí tiene más aterrizado el Gobierno es cómo canalizará ese aumento de la inversión: para antes del verano, pondrá en marcha "un gran plan nacional para el desarrollo e impulso de la tecnología y la industria de la seguridad y Defensa españolas".
El presidente hizo el anuncio durante su comparecencia monográfica ante el Congreso de este miércoles, la primera que asume tras los dos "cambios tectónicos" que se han producido y que obligan a la UE y a España a "dar un paso al frente": el "regreso del imperialismo ruso y un giro copernicano" de la política militar y económica de EEUU decidido por un Donald Trump al que apenas quería citar por su nombre.
Para Sánchez, Europa debe "aceptar" la nueva situación, la abierta tras dos "cambios tectónicos", el nuevo imperialismo ruso y el "giro copernicano" de Trump. Y debe prepararse, subraya
Ese vuelco geopolítico obliga a toda Europa, insistió, a reaccionar, porque ahora mismo carece de una política de seguridad y Defensa común, ya que durante décadas construyó una arquitectura basada en la "transigencia" con Rusia, la "interdependencia" con EEUU y la "división" del Viejo Continente. La consecuencia es que aunque Europa cuenta con ejércitos nacionales potentes y con una industria militar "puntera", sufre "dependencias tecnológicas y productivas severas, y bajos niveles de interoperabilidad y coordinación" entre las distintas Fuerzas Armadas.
Esas deficiencias, remarcó, ahora sí son un problema, porque Moscú y Washington han roto el tablero y Europa debe "aceptarlo" y adaptarse a la "nueva situación", sin caer en la "melancolía". "Ya no podemos asumir que otros protegerán nuestros cielos, nuestras infraestructuras, o nuestras fronteras", explicó, justificando así por qué es necesario que la UE se ponga las pilas y retorne al proyecto de los padres fundadores, avanzando hacia la "integración" de la política de seguridad y Defensa.
Pero cada uno de los países tiene que hacer sus deberes. Y España, prometió Sánchez, hará su parte, pero quedan "cuestiones importantes por aclarar" con Bruselas y con la OTAN. "Una de ellas es determinar cuánto más habrá que invertir en seguridad y Defensa y cómo se financiará ese gasto". Algunos Estados, dijo, hablan del 2% del PIB, otros, del 3% —entre ellos, el secretario general de la Alianza, Mark Rutte— y otros (EEUU) el 5%. "De momento, todo son especulaciones", se escudó.
España cumplirá su compromiso del 2% de gasto militar "por compromiso europeísta" y por "responsabilidad", porque las amenazas sobre los Veintisiete son "reales y compartidas"
Por el momento, lo que está sobre la mesa es un gasto del 2% sobre PIB, un compromiso que contrajo Mariano Rajoy en la cumbre de la OTAN de Gales de 2014, "sin consultar o dar explicaciones previas al Congreso". "Ahora, nuestros aliados nos piden que cumplamos con ese compromiso, y lo haremos, por compromiso europeísta [...] y por responsabilidad", porque la seguridad de Ucrania y de Europa es también la de España y porque las amenazas que los Veintisiete sufren son "reales y compartidas". El presidente, por tanto, continúa con su plan de rearme pese al abierto rechazo de sus socios progresistas y las más que reticencias de Sumar.
Sánchez garantizó, una vez más, que ese "esfuerzo adicional en seguridad" no se hará "en detrimento de nuestro Estado del bienestar", al contrario, se va a "complementar". "Nosotros vamos a cumplir con la Unión Europea. Porque nadie como Europa para cuidar de Europa. Vamos a aumentar la inversión en seguridad y Defensa. Pero lo vamos a hacer —subrayó— sin tocar un céntimo del gasto social o medioambiental. Así venimos haciéndolo desde que gobernamos". Fue entonces cuando recordó que se ha incrementado en casi 10.000 millones de euros el gasto militar, y se ha pasado del 0,9% sobre PIB en 2018, la cifra que dejó Rajoy al salir de la Moncloa, al 1,2% en 2024, "y veremos las métricas para 2024", porque el Gobierno intenta que se computen partidas más allá de las contenidas en el Ministerio de Defensa.
"Batalla" por las transferencias directas
Están por concretar también los mecanismos de financiación que pondrá a disposición Bruselas. España ve con buenos ojos la creación del fondo SAFE, de 150.000 millones de euros en préstamos, la activación de cláusulas de escape, el fortalecimiento del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y, aunque el Ejecutivo no vaya a recurrir a ella, la flexibilización de los fondos estructurales. Sánchez, no obstante, cree que no son suficientes esas herramientas y dará la "batalla" para que el plan europeo se acompañe de transferencias directas, como ocurrió con el covid, aunque sabe de la reticencia de varias capitales.
El presidente garantiza que el esfuerzo adicional de inversión en Defensa no se comerá el Estado del bienestar, se hará "sin tocar un céntimo de gasto social o medioambiental"
Solo cuando estén detallados esos mecanismos de financiación de la UE, insistió el presidente durante su discurso —de cerca de una hora de duración—, se sabrán con claridad "con qué recursos europeos contamos" y se podrá definir "con precisión cuál será nuestra senda estatal de inversión para llegar a ese 2% del PIB". "Naturalmente, informaré a esta Cámara y a la ciudadanía de todo el proceso. Con absoluta transparencia. Como he hecho siempre. Y llevaremos al Parlamento todo lo que tenga que pasar por el Parlamento. Como no podría ser de otro modo", garantizó, sin dar más detalle. Para el jefe del Ejecutivo, no obstante, no solo es importante cuánto invertir y cómo financiar esa inversión. La clave, reiteró, no es solo "invertir más", sino "invertir mejor" y "juntos", los Veintisiete.
En ese sentido, el Gobierno defiende una política de seguridad comunitaria. ¿Cómo? Desarrollando consorcios industriales paneuropeos (como se hizo con Airbus), aumentando la interoperabilidad de los equipos y, "por supuesto", creando un Ejército europeo, unas Fuerzas Armadas "comunitarias, integradas por 27 países, pero guiadas por la misma bandera y los mismos intereses". "Solo así nos convertiremos en una verdadera Unión y garantizaremos una paz duradera en nuestra región", expuso.
Sánchez apuesta incluso por la creación de un Ejército europeo, unas Fuerzas Armadas "comunitarias, integradas por 27 países, guiadas por una misma bandera y los mismos intereses"
La segunda vía es también obvia: que Europa se prepare para las "nuevas amenazas" que enfrenta, siendo consciente de que "la naturaleza de los conflictos ha cambiado", porque ya no solo hay ataques físicos, sino híbridos. Y el sur de Europa, caso de España, sufre otras amenazas como la emergencia climática, la lucha contra el crimen organizado y las mafias que trafican con personas y que son origen de la migración irregular o el combate contra el terrorismo internacional (cada vez más presente en el Sahel). Desde ese punto de vista, el Gobierno actualizará, dijo, el equipamiento de las Fuerzas Armadas, para que desarrollen su labor con "más eficacia y más seguridad", se modernizarán los sistemas de protección del espacio aéreo y de las fronteras, se reforzarán las capacidades para bloquear ataques cibernéticos y las campañas de desinformación de agentes extranjeros y contribuirá a "todas las iniciativas de protección y disuasión que se impulsan a nivel europeo".
En definitiva, España "no va a atacar a ningún territorio", pero sí defenderá el suyo con "el mejor talento y las mejores tecnologías que existan". Sánchez, como ya había hecho en las últimas semanas, sostuvo que la crisis ha de convertirse también en una oportunidad, de tal modo que los "frutos" de ese esfuerzo industrial necesario reviertan también en beneficio de España y de Europa, que sirvan para "crear empleo y empresas" y se continúe así con la reindustrialización que siguió a la pandemia del covid.
El plan que deberá estar listo antes de verano "concentrará el grueso de la inversión adicional exigida" y se canalizará a través de programas de colaboración público-privada
Por eso, de manera análoga a lo que ocurrió con la pandemia, el Gobierno pondrá en marcha ese plan para el desarrollo e impulso de la tecnología y la industria de la seguridad y la Defensa españolas. Plan, anticipó, que estará listo "antes de verano". El plan, dijo, beberá de la experiencia del plan de recuperación del covid y "concentrará el grueso de la inversión adicional exigida" para cumplir con los socios europeos, y la canalizará a través de programas de colaboración público-privada para crear un nuevo "salto tecnológico e industrial en España".
La UE "responderá" a la subida de aranceles de Trump
Según describió, el plan mirará a los países del Este y también a los del Sur, apostando por el desarrollo de tecnologías de doble uso (civil y militar), por la creación de nuevas empresas y el "escalado de pymes y start-ups locales", por la "mejora del capital humano", por la "protección de fronteras y por la creación de infraestructuras resilientes". "El objetivo de este plan es que España contribuya y al mismo tiempo se beneficie de este estímulo tecnológico e industrial para fortalecer el espacio europeo de seguridad y defensa. Pero siendo fieles a nuestras prioridades y principios".
El Ejecutivo también ha diseñado un plan nacional de contingencia para ayudar a los sectores económicos que podrían verse afectados por la guerra comercial
La última parte de la intervención inicial de Sánchez se dedicó a la guerra comercial abierta por EEUU. Si finalmente Trump impone aranceles a Europa —medidas "injustas e injustificadas, porque "España y Europa no han hecho nada para provocar o merecer estos ataques—, la UE, como potencia que es, "responderá".
"No queremos ninguna guerra comercial. Pero estamos preparados para librarla. Desde el Gobierno de España, estamos negociando una respuesta proporcional e inteligente con las instituciones comunitarias y el resto de Estados miembros. Además, hemos diseñado un plan nacional de contingencia para ayudar a los sectores de nuestra economía que podrían verse más afectados por los aranceles", avanzó.
El Ejecutivo también se moverá en otras dos líneas. Por un lado, apostará por la "diversificación de los vínculos comerciales de Europa con el exterior", y por eso viajará en dos semanas a China y Vietnam, para "tender nuevos vínculos económicos", y mantendrá "una nueva ronda de contactos" con los socios de Latinoamérica para tratar de apuntalar el acuerdo de la UE y Mercosur. Y, por otro, España está trabajando en Bruselas "para avanzar en la consolidación del mercado único". El Ejecutivo está negociando con los Veintisiete para conseguir que se materialicen la Unión de Ahorro e Inversión, la Unión Bancaria, la integración energética y el euro digital. Medidas, cree, que ayudaría a "acabar de una vez con la guerra energética de Putin" y reduciría "entre un 50% y un 100% el impacto negativo" de los aranceles impuestos por Trump.
Los europeos debemos ser más fuertes. Y solo podremos hacerlo de una forma en este mundo de gigantes: con más unidad, con más Europa", alerta
La conclusión es que Europa no puede "seguir confiando en la buena voluntad de los demás" y ha de velar por sí misma. "Los europeos debemos ser más fuertes. Y solo podremos hacerlo de una forma en este mundo de gigantes: con más unidad, con más Europa", adujo, también buscando la complicidad y la comprensión de los ciudadanos.
El salto a una Europa "federal"
Sánchez espolvoreó su discurso de llamamientos a la conciencia de los españoles. Advirtiendo de la gravedad del momento. Porque cree que ha llegado la hora de "dar un paso decisivo" y de abrir "un nuevo momento fundacional para la UE", compartiendo más soberanía y fortaleciendo las instituciones comunitarias, reformándolas para que funcionen con más "agilidad y transparencia". Haciendo que la UE actúe como un "bloque", insistió.
El presidente defiende que este es un nuevo momento decisivo para la UE, que ha de servir para ceder soberanía y fortalecer las instituciones comunitarias, pero tiene como obstáculo, avisa, la ultraderecha
Lo que el presidente dibujó es un salto hacia una "Europa federal", salto que no será sencillo, asumió, por el auge de una ultraderecha que "busca destruir el euro, acabar con el espacio Schengen, fulminar los compromisos climáticos y reeditar divisiones del pasado".
España, subrayó, está dispuesta a "arrimar el hombro" para que salga adelante ese proyecto ambicioso. Y se alineará en esa dirección. "Toca fortalecer nuestra economía, diversificar nuestros lazos comerciales, reforzar nuestra política exterior común, y mejorar nuestras capacidades de disuasión y seguridad. Y todo ello para que la paz sea una realidad. Para poner fin a la invasión rusa de Ucrania y garantizar la seguridad física y digital de toda Europa. Para que ese proyecto de paz que es la Unión Europea se consolide y se convierta en un faro de esperanza y ejemplo para el resto del mundo". culminó.
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