El peso del pasado es difícil de ignorar, y si alguien lo sabe bien, son Anita y Montoya. Sus heridas, abiertas en La isla de las tentaciones 8, siguen sin cicatrizar del todo, a pesar de los meses transcurridos desde el final del reality de Mediaset. Ahora, en Supervivientes 2025, su vínculo ha sido una auténtica montaña rusa, oscilando entre reconciliaciones y reproches. Sin embargo, la última discusión ha sido la gota que colmó el vaso, intensificando aún más la tensión en Cayos Cochinos, donde la situación ya era complicada tras la sanción a Playa Furia por el controvertido mechero de la discordia.

En la emisión más reciente del programa, la tensión entre ambos alcanzó un punto álgido cuando Anita, tras escuchar los comentarios de Gala sobre su relación con Montoya, no pudo contener las lágrimas. Visiblemente afectada, aseguró con determinación: "No necesito el apoyo de Montoya, tengo a mi equipo y a mis compañeros". Aunque días atrás le había ofrecido disculpas y un gesto de paz regalándole un coco, la tregua se rompió cuando Montoya, frustrado, le espetó: "¿Tú puedes empatizar, por una vez en la vida, con lo que estoy sufriendo?". Abrumada por la situación, Anita se apartó de la discusión y, entre sollozos, confesó: "No puedo más". Fue entonces cuando Borja intervino para apoyarla y le aconsejó: "Te están dejando como un trapo y tú callándote. Di tu versión, no dejes que hablen por ti".

Más tarde, en un giro inesperado, Anita quiso sorprender a su expareja con un detalle simbólico. Con esmero, formó un corazón con ramas de palmera y otro con la cáscara de un coco, entregándoselo a Montoya a través de la valla. "Madre mía, qué tonta eres", reaccionó él al recibirlo, mientras ella respondía con dulzura: "Lo hago porque quiero". A pesar del emotivo gesto, Montoya dejó claro que su perspectiva había cambiado: "Estas cosas me llenan, ella sabe que la quiero muchísimo, pero ya no las recibo con la misma ilusión de antes". Por su parte, Gala no tardó en dar su opinión sobre la inesperada cercanía entre ambos, asegurando que Anita estaba manipulando a Montoya: "Sabe que le puede afectar, siempre hace lo mismo. Si no estás estable, no juegues con la estabilidad de otra persona". Sus palabras reavivaron la polémica hasta que, agotada por el desgaste emocional, Anita tomó una decisión drástica: "Ya está, se acabó. Fin, radical", dejando claro que su relación con Montoya está a punto de dar un giro definitivo.

El acercamiento entre Gala y Montoya

Montoya ha dejado atrás a Anita. Su atención está ahora en otro lugar, justo al lado, donde una sonrisa iluminada por el sol le resulta cada vez más irresistible. Entre baños refrescantes, conversaciones cómplices y alguna que otra batalla de arena, lo que comenzó como una simple amistad ha evolucionado en algo mucho más interesante. En Supervivientes se han visto muchas situaciones sorprendentes, pero esta promete dar mucho de qué hablar.

Mientras Anita imaginaba un reencuentro diferente, su exnovio ha ido forjando una conexión especial con Gala. No hizo falta demasiado: unas cuantas bromas, momentos de tranquilidad en la arena y una complicidad creciente que ha surgido de manera natural.

Durante una de sus charlas al sol, Gala no dudó en afirmar que está en su "mejor momento", comentario que Montoya celebró con entusiasmo antes de añadir, con tono jocoso: "Lo último que quiere uno es pasar fatigas y aguantar tonterías ya". La frase arrancó de inmediato la risa de su compañera.

Anita, en cambio, no ha sabido encajar bien la situación. Desde que Gala entró en la ecuación, su actitud ha cambiado. Su incomodidad fue evidente cuando Montoya optó por irse a Playa Furia, mientras que a ella la enviaban a Playa Calma. Aunque él justificó su elección con un firme "me gustan los retos, me voy a Playa Furia", Terelu Campos no tardó en insinuar otra posibilidad: quizás no era tanto una cuestión de desafíos como de quién estaba en cada playa. En Playa Calma, todos tenían pareja. En Playa Furia, la historia era muy distinta.

Las indirectas entre Anita y Montoya no tardaron en aparecer. "Vamos, que querías tú a las mastodontas", le lanzó ella con cierta amargura. Montoya, sin perder la sonrisa, le devolvió la jugada: "Ah, que estás celosita". Y no iba desencaminado. Poco después, ante una pregunta de Terelu, soltó sin titubear: "Yo dormiría con Carmen Alcayde abrazándonos, con Gala también…".

Anita, por supuesto, no se quedó de brazos cruzados. Con un tono mordaz, le respondió: "Pues mira, si te enamoras de otra, pues no puedo hacer nada". Montoya, sin inmutarse, cerró el cruce con un contundente: "A lo mejor puedo tener una conexión real". La convivencia siempre da pie a tensiones y acercamientos, pero lo de Montoya y Gala está tomando forma poco a poco.