Toyota está haciendo muy bien sus deberes, pero no solo en el momento presente, pues se remonta a décadas. La marca japonesa fue una auténtica adelantada a su tiempo con el lanzamiento de un sistema de propulsión híbrido, que debutó en 1997 en el Toyota Prius dando forma al primer híbrido eléctrico de producción en serie. Una tecnología por la que se está decantando actualmente una gran mayoría de compradores españoles. Toyota obtuvo un récord histórico de ventas en Europa durante 2024, consiguiendo vender 1.217.132 vehículos (Toyota y Lexus), de los que un 74 por ciento son electrificados. En España, más de lo mismo. Toyota España por tercer año consecutivo lideró el mercado en 2024 con 104.358 unidades matriculadas, lo que supone un nuevo récord y un crecimiento del 23 por ciento. Además de añadir a su curriculum ser la primera en el mercado de particulares y líder de flotas.
El primer vehículo eléctrico de Toyota
El que Toyota haya apostado fuertemente por la hibridación no significa que se haya olvidado del coche cien por cien eléctrico. Todo lo contrario. El fabricante japonés marcó y continua marcando muy bien los tiempos antes de tirarse a la piscina, además de seguir investigando sobre otras tecnologías de propulsión, como la pila de combustible y el hidrógeno. Ve un futuro para la automoción en el que pueden convivir perfectamente varios tipos de sistemas de propulsión. En lo concerniente al coche cien por cien eléctrico, Toyota lanzó su primer vehículo hace justo 2 años, se trata del Toyota bZ4X, que da cara a 2025 ha incorporado sustanciosas mejoras.

Tras esas aparentemente caprichosas siglas, bZ4X, se esconde el primer vehículo eléctrico de batería (BEV) de la marca, el Toyota bZX4. Por añadidura, descifrando las siglas, es también el primer modelo de la nueva familia de eléctricos bZ (beyond Zero o más allá de cero). La X hace alusión a su condición de todocamino mientras el número 4 es el indicativo del tamaño. En este vehículo confluyen todo el saber así como el buen hacer de Toyota tanto en el campo de la electrificación como de los SUV y de la tracción integral. Estrena la nueva plataforma específica para modelos eléctricos de la compañía, que ha sido desarrollada en colaboración con Subaru. La incorporación de la batería como parte integral del chasis, bajo el piso, ofrece grandes ventajas, como un bajo centro de gravedad, un excelente equilibrio entre los ejes delantero y trasero y una elevada rigidez torsional. La batería es un componente esencial que se ha desarrollado en aras a conseguir ambiciosos objetivos; así se garantiza que mantendrá al menos el 70% de su capacidad hasta 8 años o 160.000 kilómetros. Tiene una capacidad de 71,4 kWh.

Original diseño y amplio habitáculo
Con una longitud de 4,69 m, el Toyota bZ4X se inscribe en la categoría de los todocamino eléctricos de tamaño medio, lo que sería el segmento D-SUV. Su diseño tiene ese toque característico que suele adornar los vehículos eléctricos, a los que principalmente delata la parrilla cerrada o la ausencia de parrilla. Los faros y luces diurnas son de led, así como las ópticas traseras. La originalidad el conjunto es innegable, resulta atractivo y personal. En la vista lateral se pone de relieve ese eje horizontal que recorre toda la carrocería. Llaman la atención los abultados pasos de rueda delanteros que curiosamente invaden parte del frontal, integrándose a la perfección en el mismo. Sin lugar a dudas un inédito a la par que original recurso estilístico que personaliza fuertemente al vehículo.

Al acceder al interior del Toyota bZ4X sorprenden gratamente varias cuestiones. La calidad de los distintos materiales es muy buena, aunque abunden los plásticos duros, pero todo está muy bien ajustado. Ofrece un habitáculo muy amplio en términos generales y sobre todo en relación a su tamaño exterior. Si se accede a las plazas posteriores se puede comprobar la gran capacidad que brinda, en la que tiene mucho que ver la generosa batalla del vehículo (2,85 m). Los ocupantes de estas plazas gozan de bastante amplitud en todas las cotas, destacando el espacio disponible para las piernas así como la anchura. En lo que respecta al maletero, con un volumen de 452 l, digamos que no es de los más capaces de su segmento, ocupando una posición intermedia entre su competencia. Pero es en el puesto del conductor donde mayormente se percibe el diseño interior del vehículo, con ese gran toque de personalidad que proporciona el exclusivo salpicadero.

Una especie de receptáculo en forma de U acoge el cuadro de instrumentos en la parte superior del salpicadero. Se trata de una pantalla digital de 7 pulgadas un tanto alejada del conductor porque se visualiza por encima del volante (algo más pequeño de lo habitual) no a través de su aro, al estilo del i-Cockpit de Peugeot. Habrá algunos conductores a los que les resulte complicado ver los datos que muestra la parte inferior de dicha pantalla. Puede depender un poco de la estatura del conductor, pero jugando adecuadamente tanto con el reglaje en altura del asiento como del propio volante se puede visualizar totalmente. Presidiendo el centro del salpicadero destaca la pantalla del sistema multimedia de 8 o 12,3 pulgadas en función de la versión, que destaca por su resolución y facilidad de uso. Afortunadamente el climatizador cuenta con sus propios controles. Bajo esta pantalla, sobre la consola flotante, se encuentra el selector giratorio de las marchas. Hacia delante y hacia atrás puesto que como en todos los eléctricos no existe caja de cambios. Bajo esta consola flotante se encuentra un espacioso hueco portaobjetos que suple la carencia de la convencional guantera.

Una gama con tres versiones
La familia Toyota bZ4X se articula en torno a tres versiones: Advance, que es la de acceso y la que nos ocupa, Style y Luxury. Las dos primeras cuentan con un motor eléctrico delantero que desarrolla 204 CV y pasa la tracción al eje delantero. Respecto a la superior o Luxury incorpora dos motores eléctricos, uno delantero y otro trasero, que proporcionan tracción integral al vehículo. Con 109 CV cada uno, arrojan una potencia total de 218 CV. Todas cuentan con una batería de 71,4 kWh de capacidad.
Pero el modelo que nos ocupa, el Toyota bZ4X Advance sale especialmente beneficiado de toda esa serie de mejoras que se introdujeron en la gama Toyota bZ4X 2025 el pasado otoño, destacando un precio muy competitivo de 34.500 euros, que le posiciona en una posición de privilegio frente a todos sus rivales, entre los que se encuentran, el Leapmotor C10, el Volkswagen ID.4, el Skoda Enyaq, el BYD Seal U, el Ford Mustang Mach-E o el Kia EV6, por poner unos ejemplos. Téngase en cuenta que este precio es el resultado de aplicar un descuento de nada menos que 7.500 euros sobre la versión anterior, efectuando una actualización en el equipamiento de serie. Pero aparte de esta notable mejora en el coste de adquisición, hay otras de índole técnico.

Destaca la incorporación de un sistema de acondicionamiento de batería avanzado que permite reducir el tiempo de carga en corriente continua (CC) en condiciones adversas. Este sistema utiliza un intercambiador de calor, que emplea líneas de refrigerante que circulan entre las celdas de la batería para ajustar la temperatura de las mismas. Con respecto a los tiempos de recarga para la batería de 71,4 kWh con el cargador de a bordo de 11 kW, se pasa del 10% al 80% en 30 minutos en corriente continua a una potencia de 150 kW. En caso de utilizar corriente alterna a 11 kW, se emplearía un tiempo de 5 horas. Para efectuar una carga completa a 11 kW el tiempo se alargaría hasta las 6,5 horas.
Toyota bZ4X Advance
El acabado de acceso a la gama Toyota bZ4X, el Advance, no solo constituye una magnífica opción de compra de un SUV eléctrico del segmento D-SUV, también mejora su autonomía hasta los 513 km en ciclo combinado WLTP. El motor eléctrico delantero de 204 CV autoriza una velocidad máxima de 160 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,5 s. Son unas cifras muy solventes. En cuanto al consumo combinado en ciclo WLTP es de 14,4 kWh/100 km. Aunque esta rebaja en el precio conlleve menos equipamiento, el acabado Advance incluye de serie: llantas de 18 pulgadas, barras de techo, faros y ópticas traseras de led, retrovisores calefactables y plegables eléctricamente, cuadro de instrumentos digital de 7 pulgadas, sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas compatible con Apple CarPlay y Android Auto, climatizador automático bi-zona, sistema de entrada y arranque sin llave, asientos delanteros con calefacción, Toyota Safety Sense de tercera generación, etc.

Al volante del Toyota bZ4X Advance se percibe de inmediato un gran confort de rodadura y acústico. La dirección es muy comunicativa, ofrece un buen tacto, en tanto la suspensión hace gala de una equilibrada puesta a punto. A diferencia de la mayoría de los eléctricos no hay levas tras el volante para regular la frenada regenerativa. Sinceramente creo que es un acierto por parte de Toyota, porque simplifica la conducción del coche y una gran mayoría de los usuarios no las utiliza la mayor parte de las veces. Ocurre lo mismo que con las levas para el manejo manual-secuencial del cambio automático en los coches de combustión, pocas veces se hace uso de ellas; muchos conductores seleccionan la posición D o a lo sumo la S para que la caja de cambios haga todo el trabajo.
Para la frenada regenerativa solo está disponible la función “pedal único”, con un nivel de retención no tan acusado como en otros eléctricos puesto que no llega a detener del todo el vehículo, resulta más suave. Esta función se activa mediante la tecla e-pedal ubicada en la consola, al lado de la rueda del selector de marchas. También en este espacio se encuentran otras dos teclas para seleccionar los dos modos de conducción disponibles: Eco y Snow (nieve). Para finalizar, llama bastante la atención la disminución de autonomía al conectar el climatizador. Hasta 30 km de diferencia si se conecta el climatizador y se desconecta el modo de funcionamiento Eco.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Madrid acoge más menores inmigrantes que Cataluña
- 2 El fanatismo de María Jesús Montero
- 3 El creador de Adolescencia, serie de Netflix, desmonta su mentira
- 4 Quién es Peter Navarro, el gurú arancelario de Trump
- 5 El programa de Jesús Cintora en RTVE costará 2 millones
- 6 El juez Hurtado dice que la filtración del correo del novio de Ayuso llegó a Moncloa "presumiblemente" desde Fiscalía
- 7 El 'caso Alves', test democrático para el Gobierno
- 8 Otra actriz de La Promesa se marcha y defiende a sus guionistas
- 9 El padre de Adolescencia, serie de Netflix, desvela su objetivo real
Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registrado