"Los aranceles van a hacer este país muy rico. Ya somos ricos de todos modos, pero somos ricos de una cierta manera", ha dicho Donald Trump este lunes en una rueda de prensa con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Los mercados parecen opinar distinto. La jornada de extrema volatilidad y desesperación en Wall Street ha terminado con el índice S&P 500 cayendo un 0,2% y el Nasdaq subiendo un 0,2% tras extenderse una noticia falsa sobre que el presidente podría haber decidido detener los aranceles. Un terreno mixto que ha salvado las caídas con las que abrió el parqué y que hacían temer que el S&P acabase el día entrando en terreno bajista por las decisiones arancelarias del presidente estadounidense y los efectos que podrían tener en la economía.

El S&P 500 arrancó la sesión cayendo un 4,7%, siguiendo el camino de las bolsas asiáticas y europeas, y en lo que suponía una caída de más del 17% desde su último máximo, en febrero. Se considera que un indicador entra en terreno bajista cuando cae un 20% con respecto a su anterior máximo, un hito que ya cumplió el Nasdaq el viernes y que el S&P podría alcanzar también si mantiene las pérdidas actuales al final del día.

La impresión de los expertos es que la noticia falsa de que el presidente estadounidense podría estar considerando una pausa de 90 días para los aranceles ha calmado a los mercados. Porque hasta que empezó a circular el bulo, los mercados acumulaban fuertes caídas. Varios medios de comunicación publicaron que el asesor económico de Trump Kevin Hassett había dicho en la cadena de televisión Fox que el presidente valora una pausa de 90 días a los aranceles, cuando no fue así. "Creo que el presidente va a decidir lo que el presidente va a decidir", fue la respuesta que realmente dio a la pregunta de los periodistas sobre si Trump podría paralizar la medida. Después, la Casa Blanca negó que el presidente estuviese valorando cualquier pausa.

Pero el episodio consiguió que la jornada terminase con el Dow Jones cayendo un 0,9%, muy por debajo de lo que lo hacía en las primeras horas de cotización; mientras que las bolsas europeas sí cerraron cayendo un 4% y las asiáticas incluso más: el principal índice de China perdió un 13%, en su peor día desde la crisis financiera asiática. La semana pasada, la bolsa americana vio desvanecerse 6,6 billones de dólares en tan solo dos días después de los anuncios de nuevos aranceles de Trump.

La bolsa se ha mostrado frenética ante los comentarios de Trump, que este lunes y poco antes de que abriese el mercado dijo que los aranceles son "una cosa preciosa" y descartó cambiar su hoja de ruta. También volvió a presionar a la Reserva Federal para que recorte sus tipos de interés, pese a que su presidente, Jerome Powell, ya dijo el viernes que hacerlo supondría impulsar aún más el crecimiento de la inflación. Más tarde, decidió amenazar a China con imponerles aranceles del 104% este martes si no retira las medidas en respuesta a los productos estadounidenses que hoy han entrado en vigor.

Asimismo, el domingo dijo que no quería que la bolsa cayese, "pero a veces tienes que tomar medicinas para cambiar algo". Poco antes de que el mercado abriese, publicó "¡no seáis débiles!" en lo que parecía una señal para los inversores. En su opinión, Estados Unidos tiene ahora la oportunidad de "hacer algo que debería haberse hecho hace DÉCADAS" y pidió no ser un "PANICAN", un término que parecía haberse inventado y que acto seguido definió como "un nuevo partido lleno de gente débil y estúpida". "Sed fuertes, valientes y pacientes y la GRANDEZA será el resultado".

Del mismo modo se ha pronunciado el gurú de los aranceles de Trump e ideólogo de la medida, que en televisión ha dicho que los aranceles van a permitir que EEUU pueda bajar los impuestos muy pronto. "Vamos a llegar a un punto en el que América fabrique sus cosas otra vez, en el que crecerán los salarios y crecerán los beneficios", ha dicho Peter Navarro.

El foco mediático del día estará en el caos de los mercados, después de que analistas como JP Morgan advirtiesen el viernes de que han recortado sus previsiones de crecimiento para la economía estadounidense de un avance del 1,3% a un retroceso del 0,3% en el conjunto del año, así como que el desempleo crecerá hasta el 5,3%. Al mismo tiempo, espera que la inflación crezca y que se produzca un escenario de estanflación, es decir, de fuerte inflación y poco o ningún crecimiento, lo que supondría un problema para la Reserva Federal y sus decisiones sobre si bajar o subir tipos de interés.

Media hora después de la apertura del mercado, el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, anunciaba que el bloque ha ofrecido a EEUU una política de cero aranceles en ambos sentidos para automóviles y bienes industriales. A día de hoy, la UE cobra aranceles del 10% a los productos estadounidenses de ambas categorías que entran en su territorio, mientras que Estados Unidos impuso el sábado aranceles del 10% a todos los productos procedentes de la UE, que aumentarán hasta el 20% el miércoles, 9 de abril. "Estamos preparados para responder con contramedidas y defender nuestros intereses", ha amenazado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

"Se trata de equilibrar nuestra economía con los países que se han aprovechado de nosotros", ha dicho Trump este lunes en otro de las muchos mensajes que ha publicado en Truth Social en pocos minutos, insistiendo en el argumento falso según el cual se ha visto obligado a aprobar los gravámenes. "Hay países que, durante décadas, se han hecho ricos a costa del trabajo de las espaldas de los trabajadores estadounidenses". "NO ES SOSTENIBLE. Estados Unidos no puede perder 1,9 billones de dólares en comercio", ha recalcado poco antes de recibir en su despacho al equipo de béisbol de Los Angeles Dodgers.

"Nos lo están diciendo países de todo el mundo. Gravámenes duros, pero justos, se están imponiendo. He hablado con el primer ministro japonés esta mañana, ¡está enviando a un equipo top para negociar! Han tratado muy mal a Estados Unidos en materia comercial. No compran nuestros coches, pero nosotros compramos MILLONES de los suyos. Igualmente pasa en agricultura y muchas otras "cosas". ¡Todo eso tiene que cambiar, pero especialmente con CHINA!", ha insistido.

Goldman Sachs también ha empeorado sus previsiones sobre el dólar, diciendo que esperan que la debilidad que está experimentando este primer trimestre sea más profunda en los próximos meses. Entre las razones que han citado, la incertidumbre sobre las políticas públicas, que ya están afectando a la confianza de consumidores y empresas y la implementación de los aranceles que complican que la bolsa suba.