La estrategia de Telefónica de "reducir su exposición" en Hispanoamérica le ha llevado a desprenderse de tres de sus filiales en los últimos dos meses: Argentina, Colombia y Perú. Una decisión coherente con la apuesta de la compañía de minimizar riesgos en una región en la que ha acumulado pérdidas económicas y juicios millonarios en los últimos años, y donde la inestabilidad política de algunos países le ha dificultado aún más poder operar.

El plan en Hispanoamérica se configuró bajo el mando de José María Álvarez-Pallete, pero ha sido Marc Murtra quien lo ha acelerado desde su llegada a la presidencia el pasado enero. A cambio, Murtra quiere orientarse cada vez más hacia los mercados clave de la operadora: Europa y Brasil.

Múltiples analistas financieros han aplaudido las desinversiones que la compañía ha efectuado en Hispanoamérica. Pero lo cierto es que, a falta de conocer qué decisión se tomará con el resto de filiales que operan bajo el paraguas de Telefónica Hispam (Chile, Ecuador, México, Venezuela y Uruguay), los movimientos que se han hecho hasta ahora también han provocado que la 'teleco' pierda en 2025 57,9 millones de clientes (sumando los distintos segmentos de banda ancha, móvil, y teléfono fijo) de su base de 390 millones de usuarios a nivel global.

La última venta anunciada fue la de la filial peruana, que se comunicó este pasado domingo. Según la documentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Telefónica vendió el 99,3 % del capital social a Integra Tec International por aproximadamente 3,7 millones de soles peruanos (unos 900 mil euros al tipo de cambio actual). Una cifra que puede parecer baja, pero que se explica teniendo en cuenta que Telefónica del Perú había solicitado acogerse de manera voluntaria a un proceso de concurso de acreedores para afrontar una crisis financiera que lastraba enormemente al grupo. En el país andino la compañía de telecomunicaciones contaba con 13 millones de usuarios.

En Colombia la operadora tenía 24,4 millones de clientes al cierre de 2024. A mediados de marzo de este año, Telefónica comunicó que había alcanzado un acuerdo con Millicom para venderle la totalidad de las acciones que ostentaba en esa filial, representativas del 67,5 % de su capital social. El precio total de la operación fue de 400 millones de dólares estadounidenses (aproximadamente 368 millones de euros).

Antes de eso, a finales de febrero la primera gran operación corporativa tras la llegada de Murtra fue la venta de la filial argentina a Telecom Argentina, controlada por el grupo mediático Clarín. En ese caso el total de acciones traspasadas fue del 99.999625 % del capital social, a cambio de 1.245 millones de dólares (en torno a 1.190 millones de euros).

Telefónica no ha dado cifras actualizadas del número de clientes que tenía en Argentina, ni siquiera consultada por este periódico. Pero el portal de fact-checking argentino Chequeado recogió que en total contaba con 20,5 millones, citando cifras de Global Media & Internet Concentration Project (GMICP), una compañía dedicada a analizar los mercados de comunicaciones, Internet y medios en casi 40 países. La cifra concuerda con que la que otros medios como La Nación dieron en el momento de informar sobre la venta de la filial.

De acuerdo con los datos de GMICP, los usuarios de Telefónica Argentina se repartían de la siguiente manera: 2,6 millones de clientes en telefonía fija (38% del mercado); 16,6 millones de líneas de telefonía móvil (27% del mercado) y 1,3 millones de clientes de banda ancha fija al hogar (12% del mercado). 

En medio de todos esos movimientos, Telefónica anunció que invertirá unos 500 millones de dólares (casi 480 millones de euros) en Venezuela durante los próximos años. El dinero irá destinado a desplegar tecnología 5G y a reforzar la red 4G/LTE que ya operan allí. Pero lo relevante es que se trata de una apuesta a contracorriente, teniendo en cuenta el resto de decisiones que se han tomado en Hispanoamérica.

El peso de Hispam en Telefónica

Al cierre de 2024 Hispam representaba el 22 % de los ingresos del grupo Telefónica y contaba con más de 108 millones de clientes. Pero su influencia en las cuentas no fue positiva. Y es que, aunque a nivel global la operadora mejoró un 1,6 % sus ingresos, el deterioro de activos en mercados como Perú, Chile o Argentina fue el principal responsable de que Telefónica se anotara finalmente unas pérdidas netas de 49 millones de euros el año pasado.

Las desinversiones en Hispam van ligadas precisamente a prevenir más situaciones así, en línea con lo que comentó el propio Murtra el pasado jueves durante la Junta General Ordinaria de Accionistas, en la que prometió que la 'teleco' tendrá "una disciplina financiera de hierro" y apostará por "simplificar" la compañía. 

Ese mismo día, Murtra aseguró que la prioridad para Telefónica sería "Europa, Europa y Europa", donde están bien posicionados en mercados importantes como el de España, Reino Unido o Alemania. Entre esos tres países suman cerca de 150 millones de clientes.

La otra apuesta es Brasil, el único país de Sudamérica que no opera bajo el nombre de Hispam, utilizando en su lugar la marca Vivo. En ese mercado Telefónica cuenta con 116 millones de clientes, y no deja de mejorar sus cifras. Solo en 2024 aumentó un 7,2 % sus ingresos y un 10,3 % su beneficio neto.