Ha hecho de su defensa de Marruecos una de sus misiones en la opinión pública española. José Luis Rodríguez Zapatero, resucitado por el PSOE de Pedro Sánchez como asesor en la sombra de su política exterior, defiende en su último libro las bondades del plan de autonomía para el Sáhara Occidental presentado por Marruecos en 2007 y nunca desarrollado y lo llega a equiparar con el estatuto catalán. Una comparación que suscita las críticas abiertas de los expertos en derecho internacional consultados por El Independiente.
“Asumiendo que la posición de España es delicada, creo sin duda que nuestro país debe apoyar la solución de autogobierno político para el Sáhara y trabajar para un acuerdo de las partes; en primer lugar, por coherencia, y en segundo lugar, por inteligencia. Somos un modelo de experiencia de la capacidad de convivir de culturas y naciones diferentes”, desliza el expresidente del Gobierno en su último libro La solución pacífica, un breve ensayo en el que Rodríguez Zapatero se promociona como mediador y defensor del “diálogo”.
A juicio del socialista, “resulta muy negativo que en el Magreb, que podría ser una gran área de desarrollo económico para todo el norte de África, exista esa división entre Marruecos y Argelia, cuya relación continúa bloqueada por este conflicto”. “Hay un proyecto de autonomía que puede ser un camino útil, en el que ha profundizado el Movimiento Saharaui por la Paz, que se parece mucho al Plan Baker II —el Plan de Paz para la Autodeterminación del Pueblo del Sáhara Occidental—, de 2003, la resolución con la que Naciones Unidas intentó resolver definitivamente el proceso de descolonización de la región”, señala Rodríguez Zapatero aludiendo al movimiento que él patrocina y que el CNI considera una organización pantalla de los servicios secretos marroquíes.
Marruecos le consultó el plan de autonomía del Sáhara
“A veces la Historia se retrasa. Es así. Pero este es el destino y, en algún momento, llegará la solución en forma de un gran autogobierno político para el Sáhara y los saharauis, que merecen el bienestar y la afirmación definitiva de su identidad. Durante los ocho años de mi Gobierno, recuerdo haber hablado con saharauis en Madrid. Todavía tenían muy presentes los bombardeos, y había cierto rencor que se traducía en rechazo a la posibilidad de que se votara su autonomía. Para el Frente Polisario, aceptar la propuesta de que se celebrara una votación sobre su autonomía significaba ceder frente a Marruecos, y no estaban dispuestos. Coincidiendo con esa etapa y después de algunas consultas, Marruecos lanzó por primera vez un proyecto de autonomía parecido en algunos aspectos, por cierto, al Estatuto de Autonomía de Cataluña, aunque mucho más genérico”, desliza.
En el libro, el expresidente llega a reconocer que los marroquíes consultaron con Moncloa el plan presentado en 2007. “Antes de hacerlo público, consultaron al Gobierno de España. Recuerdo muy bien el momento en que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, me puso el proyecto encima de la mesa para que opináramos y empezáramos a trabajar. Sirva esta anécdota para ilustrar sobre el alto nivel de confianza que recibimos entonces por parte de Marruecos y el compromiso que siempre mantuvimos en favor de la resolución del conflicto. Las posibilidades de autonomía y autogobierno del Sáhara son muy grandes. Debemos alcanzar, de manera definitiva, un estatus de no confrontación, no belicista. Es incuestionable que el hecho de tener a tantas familias en esos campamentos, en tales condiciones, es una asignatura pendiente, suspendida hasta ahora, de la comunidad internacional. Y no estamos demandando diálogo y soluciones a potencias tan alejadas como, por ejemplo, China. Estamos hablando de tener como interlocutores a Marruecos y Argelia, países con los que se puede avanzar realmente en dirección a esa autonomía del Sáhara”, concluye.
El derecho de autodeterminación, "indudable" en el Sáhara
La defensa cerrada de Rodríguez Zapatero del plan de autonomía y su equiparación al 'estatut' de Cataluña provoca rechazo entre los académicos. “El derecho de autodeterminación es reconocido por el derecho internacional a los pueblos sometidos a dominación colonial, extranjera o racista. Es el caso indudable del Sáhara Occidental. El derecho internacional no reconoce ese derecho a los pueblos que forman parte de un Estado democrático, como es el caso de Cataluña”, replica sin titubeos Juan Soroeta, profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)
“La autodeterminación es un derecho que crearon las Naciones Unidas para llevar a cabo la descolonización, y que nada tiene que ver, como pretendió el Consejo Asesor Nacional de Cataluña, con pueblos que forman parte de un Estado democrático”, subraya. “En el ejercicio del derecho de autodeterminación, un pueblo como el saharaui, al que el derecho internacional se lo reconoce, puede optar entre la independencia y la integración. Ese pueblo puede elegir entre integrarse en un Estado centralista, como el marroquí, o descentralizado, como el español. Pero ambos son una versión de la integración en otro estado”, arguye. “En otras palabras, apoyar la solución de la autonomía es apoyar la integración en Marruecos , o lo que es lo mismo, apoyar la ocupación militar y negarle al pueblo saharaui el derecho de autodeterminación”.
Precisamente en 2018, con la marejada de fondo del proceso independentista en Cataluña, Soroeta publicó un artículo académico en el Anuario Español de Derecho Internacional en el que, bajo el título de “Quo vadis Cataluña? La unilateralidad, un viaje de corto recorrido”, refuta cualquier similitud entre los escenarios catalán y saharaui y explica la base jurídica del derecho a la libre determinación de los pueblos. “Como muestra de las contradicciones en que se incurre cuando no se quiere hablar con rigor de conceptos jurídicos nada indeterminados, como es el derecho de autodeterminación, cabe recordar que el Parlamento catalán se pronunció en julio de 2012 en contra del reconocimiento de este derecho a dos pueblos a los que explícitamente se lo reconocen las Naciones Unidas: el palestino y el saharaui”, rememora.
La autodeterminación es un derecho que creó la ONU para llevar a cabo la descolonización, y que nada tiene que ver, como pretendió el Consejo Asesor Nacional de Cataluña, con pueblos que forman parte de un Estado democrático
Y agrega: “Es difícil entender que se reclame para sí lo que se niega a quien el Derecho internacional reconoce de forma palmaria. Más aún cuando se trata de pueblos que viven bajo ocupación militar, algo afortunadamente muy lejano de la realidad catalana. Los casos de Palestina y del Sahara Occidental son ejemplos de libro de los destinatarios del derecho de autodeterminación de los pueblos en Derecho internacional. Como queda dicho, tan solo dos meses más tarde, el 27 de septiembre de 2012, el Parlamento catalán aprobó una resolución en la que afirmaba el 'derecho a decidir' del pueblo catalán. Si ya la afirmación de que el Derecho internacional reconoce a Cataluña el derecho de autodeterminación en su dimensión externa no tiene fundamento jurídico alguno, negárselo a pueblos sometidos a dominación colonial y extranjera, como es el caso de los pueblos mencionados, es algo más que una inocente contradicción”.
Ni regionalización seria ni comunidad autónoma "a la española"
En la misma línea se halla Alejandro del Valle, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Cádiz. Del Valle subraya que “han pasado 18 años” desde la presentación del plan de autonomía para el Sáhara, apenas tres folios que no han sido desarrolladas desde entonces. La Ley Orgánica 6/2006, de 19 de julio, de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña tiene 76 páginas. “La propuesta marroquí era contraria a los acuerdos internacionales y a las resoluciones de Naciones Unidas que habían establecido como condición del alto el fuego la celebración de un referéndum de autodeterminación en un territorio pendiente de descolonización”.
“Han pasado 18 años y no ha habido una concreción de esta propuesta. Lo que sí sabemos, y parece que no se expone con claridad por parte de Rodríguez Zapatero, es que cuando surgió la propuesta también hubo muchas voces en Marruecos pidiendo regionalización. Lo que nosotros conocíamos como el café para todos. En la parte del norte, en el Rif, y aquello se tranquilizó completamente desde el círculo de poder porque podía dar un mal ejemplo”, recuerda Del Valle, que subraya dos elementos clave para evaluar la propuesta y su imposible aplicación en el Marruecos actual.
Marruecos juega con cierta ingenuidad por parte del PSOE en cierto momento, pero ya ha pasado mucho tiempo
“La primera es que no ha habido el menor detalle. Parece que iba a haber una propuesta legislativa interna de la que nunca más se supo por parte de Marruecos. Lo segundo es que es altamente improbable que esto tenga algún recorrido real. Unos requisitos mínimos sería, como ya en el plan Baker apuntaba, una una supervisión de Naciones Unidas y una consulta, cosa que está suprimida, y no se sabe muy bien, en definitiva, qué es lo que puede salir de un proyecto al que se le da un cheque en blanco”, arguye el catedrático.
El acto reflejo español es que pensamos que toda regionalización es una especie de comunidad autónoma española, con parlamento, leyes propias y acción exterior propia
A su juicio, “Marruecos juega con cierta ingenuidad por parte del PSOE en cierto momento, pero ya ha pasado mucho tiempo y aquí se juega con un acto reflejo español. El acto reflejo español es que pensamos que toda regionalización es una especie de comunidad autónoma española, con parlamento, leyes propias y acción exterior propia. Proyectamos en otros sitios, como puede ser este del Sáhara, lo que ha pasado aquí en España. Ese trasplante es irreal porque nunca se ha hecho efectivo en un país musulmán con las características que se ha hecho en Europa occidental y, en particular en España. Marruecos no permitiría una regionalización de tal porte. Para eso habría que modificar la constitución. Esta propuesta no es posible ni cierta ni realizable”, asevera.
Para Del Valle, se trata más de “una especie de trampantojo hacia España y hacia la comunidad internacional” y “una pantalla para desviar, en definitiva, las propuestas hacia la plena integración en Marruecos”. “Lo sorprende del libro de Rodríguez Zapatero es la aparente ingenuidad del 2007 pero que se oculten todos estos datos después de 18 años y de que la propuesta, en definitiva, se hizo contra la el marco jurídico previsto para el Sáhara Occidental de Naciones Unidas y que esa propuesta no tiene el apoyo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.
"Una agresión al derecho"
“Es un atentado más al derecho y a las obligaciones que España tiene como potencia administradora y antigua metrópoli del territorio no autónomo del Sáhara Occidental”, responde tajante Inés Miranda, presidenta de la Asociación Internacional de Juristas por el Sáhara Occidental (IAJUWS). “La resolución 2625 de la ONU establece que un territorio que ha sido ocupado por la fuerza de ninguna manera puede formar parte del territorio de la potencia que lo ha ocupado. Lo que hay aquí es un acto de colaboracionismo con la ocupación por parte de Zapatero”, agrega quien recalca que “no cabe otra opción que la de un referéndum en la que la independencia sea la opción y el pueblo saharaui decida”.
Miranda recuerda, además, que las recientes sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea reconoce que Marruecos y el Sáhara Occidental son territorios diferentes. “El Tribunal de La Haya, en su dictamen de 1975, establece que no existe vinculación ni histórica ni cultural ni territorial ni de organización conjuntas a lo largo de la historia entre Marruecos y el Sáhara Occidental”, evoca.
Las manifestaciones de Zapatero llevan también a la jurista a preguntarse “qué concepción tiene Zapatero de Cataluña”. “¿Lo ve como un territorio independiente de España, con una descentralización y un poder mayores que el que puedan tener el resto de las comunidades autónomas que sí integran el territorio del Estado español o entiende que tiene que tener un trato preferencial y le equipara a un territorio no autónomo como el Sáhara? Es un absoluto disparate y una agresión al derecho al que ya nos tiene acostumbrado el PSOE”. “Diga lo que digan Zapatero o Sánchez no cambia en nada la naturaleza jurídica del Sáhara”.
Te puede interesar
1 Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registradoLo más visto
- 1 El juez Peinado multa a Vox y Hazte Oír con 500 euros y al abogado de Begoña Gómez con 5.000
- 2 La Promesa: RTVE confirma la duración de la última temporada
- 3 La "decadencia intelectual" de Mario Vargas Llosa: "Fue perdiendo la memoria"
- 4 La familia de la tele: lo que esconde la llegada de Sálvame a RTVE
- 5 ¿Es posible quitar la IA de WhatsApp?
- 6 Japón se tambalea víctima de la inflación y la deuda
- 7 Tarifa y Barbate en alerta por el riesgo de la pesca del atún
- 8 Motosierra Trump EEUU dejará de contribuir a la OTAN y la ONU
- 9 Carmen Pano, en la Audiencia Nacional: "Cuando Aldama me dice que hay que llevar el dinero a Ferraz no me dice para qué es"
hace 4 minutos
Han hablado con argumentos tres expertos en la materia, y poco más hay que añadir.
El que quiera entender, que entienda.
El que quiera seguir dando crédito a los argumentos insostenibles de un personaje de la catadura moral de Zapatero y de quien lo ha convertido en su alter ego para hacerle el juego sucio de justificar lo injustificable, allá él.
¡Por el derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia, pese al PSOE de Sánchez!