“Descanse en paz, Papa Francisco. Que su recuerdo sea una bendición". Fue el mensaje que, acompañado de la fotografía del Papa en el Muro de las Lamentaciones, compartió el lunes el Gobierno israelí en su cuenta de X @Israel tras anunciarse desde el Vaticano el fallecimiento del Pontífice. Poco después, sin embargo, la publicación fue eliminada entre el silencio general del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu en represalia por las reiteradas declaraciones en las que el argentino pidió el fin de la operación militar israelí en la Franja de Gaza y censuró los bombardeos indiscriminados o el bloqueo de la ayuda humanitaria en el enclave palestino.

Según el diario israelí The Jerusalem Post, la cuenta está administrada por el ministerio de Asuntos Exteriores israelí. El mensaje fue compartido en Instagram, Facebook y X y en todos los casos fueron eliminados el mismo lunes, poco después de su publicación. Según el ministerio, “se difundieron por error” y alegaron “las declaraciones contra Israel” del Papa. “Respondimos a las declaraciones del Papa contra Israel y la guerra durante su vida, y no lo haremos tras su muerte. Respetamos los sentimientos de sus fieles”, señalaron.

Silencio de Netanyahu y su gabinete

Ni el ministerio de Exteriores Gideon Saar ni el primer ministro Benjamin Netanyahu han expresado su pesar en público por la muerte del Papa Francisco. Solo el presidente del país Isaac Herzog expresó escuetamente sus condolencias y su esperanza de que “su memoria inspire actos de bondad y esperanza para la humanidad”.

En Tel Aviv no ocultan que este llamativo silencio está relacionado con las llamadas del argentino al fin de lo que consideraba una agresión israelí al enclave palestino. El Papa llegó a señalar que lo que está ocurriendo en Gaza “no es una guerra, es crueldad”, y acusó a Israel de “bombardear a niños y acribillarlos con ametralladoras”. “Lo que está ocurriendo en Gaza tiene características de genocidio”, deslizó.

La falta de humanidad del Gobierno israelí con el Papa ha suscitado incluso debate interno en Israel.  “Creo que la decisión es un error. No deberíamos llevar la cuenta de esta manera después de la muerte de alguien”, asegura Raphael Schutz, que hasta el verano pasado fue embajador de Israel en el Vaticano, en declaraciones a The Jerusalem Post. “Ahora no estamos hablando solo de un jefe de Estado, sino también de un líder espiritual para más de mil millones de personas, casi el 20 % de la humanidad. No creo que el silencio envíe el mensaje adecuado”, arguye.

De momento, no se ha confirmado presencia israelí en el funeral de este sábado en el Vaticano. “Será un funeral al que asistirán líderes mundiales. Si no estamos presentes, se notará y dará una mala imagen. Podría reforzar la sensación de aislamiento, ya acentuada por la guerra en curso, y echar más leña al fuego innecesariamente. Sería lamentable”, opina Schutz.

En 2014 Francisco visitó el Muro de las Lamentaciones, el lugar de oración más sagrado del judaísmo, y también rezó en una sección del muro de cemento levantado por Israel en la Cisjordania ocupada que divide Jerusalén y Belén.