Después de haberse tragado el aumento del gasto en defensa de 10.471 millones, Sumar se ha topado con la compra de balas a Israel por 6 millones de euros. Parece una burla. No querías taza,.. pues toma taza y media.

Yolanda Díaz, que ha hecho todo lo posible para viajar en representación del Gobierno al funeral del Papa Francisco, fingió enfado y dijo que el PSOE no está cumpliendo los compromisos que se firmaron cuando se acordó la "coalición progresista" tras las elecciones generales de julio de 2023. Pero no amenazó con salirse del Gobierno. "No estoy en eso", comentó a los periodistas en privado. El portavoz de IU, Enrique Santiago, fue más duro e incluso llegó a amagar con la ruptura, con la salida del Gobierno de los cinco ministros de la cuota de Sumar. Pero después, ya más en frío, fuentes del partido rebajaron el enfado. "No estamos en eso", dijeron.

El problema con la compra de balas por parte de la Guardia Civil a Israel es que fue el propio ministro del Interior el que dijo el pasado 24 de octubre que el contrato quedaba paralizado como consecuencia de la guerra de Gaza. Los socios del PSOE en el Gobierno acusan a Israel de "genocidio" y presionaron a Sánchez para que suspendiera todo comercio de material militar con Tel Aviv. Sánchez cedió a la presión e hizo un gesto de cara a la galería. En la izquierda española, incluidos muchos votantes socialistas, la defensa de la causa palestina es una cuestión de principios.

Pero la realidad se ha impuesto. El viernes santo, fecha muy oportuna, se adjudicó la compra de 15,3 millones de balas por parte de la Jefatura de Asuntos Económicos de la Guardia Civil.

Ni Sumar, ni Izquierda Unida romperán el gobierno de coalición. El ministro del Interior puede dormir tranquilo

Interior ha justificado la adquisición por un informe de la Abogacía del Estado que advierte de las consecuencias económicas que podría acarrear el incumplimiento de contrato con la empresa israelí Guardian Defense & Homeland Security. Más parece una excusa. Cuando el pasado mes de octubre Interior informó de que suspendía la compra ya debía saber cuáles serían las consecuencias de esa decisión. Y si Grande-Marlaska actuó sin saberlo debería presentar su dimisión por incompetente.

No creo que un Gobierno que acaba de aprobar un gasto extra en defensa de 10.471 millones pueda temer las consecuencias del incumplimiento de un contrato de 6 millones. Es absurdo.

España no sólo compra munición a Israel, sino, sobre todo, tecnología, como hoy informamos en El Independiente. Nos guste o no, Israel es un país puntero en tecnología militar y de doble uso. ¿O es que ya hemos olvidado a quien compró el sistema Pegasus el CNI?.

Sánchez no tiene ningún problema a la hora de rectificarse a sí mismo. De hecho, en su comparecencia del pasado martes tras el Consejo de Ministros, justificó su cambio de opinión sobre el gasto en defensa: "Las circunstancias han cambiado". Todavía no ha explicado a qué se debió el cambio de posición sobre el Sahara, cediendo la soberanía a Marruecos... y la extrema izquierda lo único que ha hecho desde entonces, al traicionar el Gobierno del que forman parte una de sus banderas emblemáticas, sólo han sido son declaraciones más o menos grandilocuentes. Nada más.

Sánchez le tiene tomada la medida a esta izquierda que grita mucho pero que, a la hora de la verdad, prefiere seguir instalada plácidamente a la sombra del poder que le permite el PSOE.

El ministro Grande-Marlaska puede dormir tranquilo. Sánchez no le destituirá, al menos por esta causa. Y el Gobierno tampoco se romperá. Ni Sumar, ni Izquierda Unida forzarán una situación irreversible para Sánchez. La justificación la dio ayer el propio Santiago: "No vamos a facilitar la llegada de un gobierno de derechas".

Tiene gracia que la campaña del gobierno tras la guerra comercial desatada por Donald Trump incida una y otra vez en el mensaje de que "se pueden vender nuestros productos, pero no nuestros principios". ¿Principios? ¿Cuáles?