Fomento mueve pieza tras un 2019 cargado de incidentes en las vías de tren. El Gobierno ha decidido incluir en los Presupuestos Generales del Estado de 2019 un espectacular incremento del 33% de la inversión en infraestructuras ferroviarias. Tras la decisión están los graves problemas que vienen castigando a los usuarios del tren en Extremadura o el aislamiento de Granada, que ha estado 1.300 días sin tren.
Aunque Fomento dice el incremento es de un 40%, este porcentaje inflado se debe a que la comparativa sobre lo ejecutado y no sobre lo presupuestado (5.675 millones) por el anterior Ejecutivo. "Uno de los mayores incrementos lo registra la política de infraestructuras, cuya dotación asciende a 7.572 millones de euros, lo que representa un aumento de 2.161 millones, un 39,9%", reza el libro amarillo, la Biblia de los Presupuestos Generales del Estado. Aun así, la subida es muy fuerte. Los anteriores presupuestos consumaron una inversión ejecutada final de 5.411 millones, mientras que la idea ahora es gastar 2.000 millones de euros más.
Y se produce una novedad casi histórica: por primera vez, la inversión en ferrocarriles (que se come más del 50% de lo destinado a infraestructuras) equipara la red convencional con la de alta velocidad. El prisma realizar estas mediciones son las proyecciones de Adif en los PGE: si la inversión del administrador de infraestructuras ferroviarias fue de 848 millones en 2018, para 2019 esta asciende a 2.244 millones de euros. Y ahí no se incluyen, por ejemplo, los Cercanías. Por su parte, la partida de Adif Alta Velocidad cae ligeramente: de un año para otro pasa de 2.713 millones a 2.660 millones de euros.
Desequilibrio histórico
Por poner un ejemplo, en los Presupuestos Generales del Estado para 2016 presentados en agosto de 2015 Fomento destinó 3.679 millones al AVE y solo 420 millones a la red convencional. El de 2019 se trata del mayor aumento de los últimos años: en lo que va de siglo, se ha consagrado siempre un capítulo especial a la alta velocidad, cuando ésta recibe menos de un 10% de los viajeros totales de Renfe cada año. En 2014 la proporción fue similar: 3.194 millones a la alta velocidad y 373 millones para la red convencional.
El titular de Fomento, José Luis Ábalos, se ha mostrado en distintas ocasiones favorable a enmendar esta situación, que venía siendo muy desfavorable para el tren de toda la vida. "El AVE tampoco es la panacea", ha llegado a decir el ministro. Especialmente tras los problemas en Extremadura pero también en otras partes del país.
Imposible inaugurar AVE en 2018
Destinar muchos recursos en AVE no implica además una apertura ordenada de líneas: todas las puestas en servicio del AVE van con retraso desde hace años, cuando no han generado problemas, caso de Granada o Murcia. El nuevo equipo socialista lo dejó claro nada más acceder al ministerio tras la moción de censura: en 2018 era imposible inaugurar ni uno solo de los AVE prometidos por el anterior gabinete de Íñigo de la Serna.
No transcurre un día sin polémica en las Cercanías de Madrid. Y hay trayectos de la red convencional que languidecen. De acuerdo con las inversiones previstas, se harán "actuaciones de mejora de la red referidas a su modernización y la mejora de las estaciones". Esto se traducirá, siempre según los planes ministeriales, en la "accesibilidad, la supresión de pasos a nivel, la modernización de las infraestructuras y los trenes y nuevos sistemas de pago más eficaces".
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