Susana Díaz ha pronunciado sus últimas palabras como presidenta de la Junta de Andalucía, un cargo que heredó en 2013 de José Antonio Griñán tras su dimisión, y que renovó en las elecciones autonómicas de 2015. En su despedida institucional, la presidenta no ha dado tregua. Ni siquiera a la hora de agradecer la mano tendida a la colaboración que le había ofrecido Juanma Moreno en su discurso de investidura, un "buenismo" del que "no se fía" por el tono "revanchista y de rencor" que ha detectado en la intervención de la portavoz del PP, Carmen Crespo.
La dirigente socialista ha denunciado que este "cambio a peor" en Andalucía deja a Vox "con la sartén por el mango" y que el PP ha pactado "con los herederos del franquismo" y no ha tardado "ni tres minutos en blanquear a Vox" para permitir que "este bloque de involución dirija el destino de Andalucía". Al igual que Juanma Moreno, ayer la presidenta en funciones ha hablado de la Transición. "Suárez enterró la dictadura y ahora usted va a ser presidente con los herederos del franquismo", ha reprochado, en un discurso sin concesiones. En esta línea, Díaz ha sembrado dudas sobre el "pacto oculto" con el partido de Santiago Abascal y ha recitado el nombre de varias mujeres asesinadas por sus parejas para erigirse en defensora de las políticas contra la violencia de género.
En materia de inmigración, también ha atacado a Vox, recurriendo también a su fe cristiana a la hora de responder a su portavoz, Francisco Serrano, que ha hablado de religión en la tribuna del Parlamento. "Nosotros pedimos que todas las comunidades autónomas asumieran su parte con los menores no acompañados que llegan a Andalucía. Las del PP, se negaron. Ahora se dice que habrá 52.000 personas deportadas en Andalucía. Yo soy creyente, y nunca he escuchado que Cristo dijera 'deportaos los unos a los otros'", ha criticado.
Díaz también ha tenido palabras de reproches a sus ex socios de Ciudadanos, a los que también ha señalado como cómplices de Vox. "Los amigos de sus amigos son sus amigos", ha espetado a Juan Marín, que ha mantenido las distancias siempre con el partido de Francisco Serrano. "Usted y el PP son cómplices de que se cuestionen las políticas de igualdad y contra la violencia de género. Vox ha dicho claro que no van a parar hasta que se deroguen. Señor Moreno Bonilla, tiene que contar cuál es el acuerdo oculto", ha insistido.
En su estreno en la oposición, Díaz también ha cuestionado el objetivo de la futura Consejería de Familias, a la que acusa de crear "miedo y temor" en familias como la de "Pedro y Gonzalo" con cuya hija juega su hijo en un parque de Triana, según ha relatado. "Pedro y Gonzalo le van a dar un valor incalculable: la van a hacer mejor persona", ha asegurado, citando otros casos de madres solteras y de familias gays reestructuradas. "Para el PSOE las familias son todas las familias, las formen quiénes las formen, siempre en libertad", ha proclamado.
En su retahíla de reproches ha afeado, incluso, que el nuevo presidente del PP cite a Lorca, Machado o a Blas Infante, cuando Vox plantea la supresión de la Ley de Memoria Histórica que permite la búsqueda de los restos del poeta granadino o que se repare a las madres de los "bebés robados" durante el franquismo. En respuesta, Juanma Moreno le ha preguntado si también se va a "apropiar" de los artistas universales andaluces y si le tiene que pedir permiso para citarlos. "Mire usted, esa maternidad suya de sus colegios y sus hospitales ya se ha terminado. Andalucía es mucho más que el PSOE", ha decretado el nuevo presidente de la Junta.
El líder del PP también le ha afeado a Díaz que hable de "inestabilidad" del nuevo Gobierno cuando no ha agotado ninguna de las dos últimas legislaturas y cuando dedicó un año de su mandato a derribar a Pedro Sánchez al frente del PSOE y por sustituirle. "Aquí puedo citar a Bécquer. Inestabilidad, ¿y tú me lo preguntas?", ha asegurado Moreno, levantando los aplausos de la bancada del PP.
Díaz ha respondido así al discurso de investidura de Juanma Moreno, que ha ofrecido un diálogo “sin complejos, sin prejuicios y sin cordones sanitarios”, consciente de que “necesita el apoyo de la mayoría de esta Cámara” para dar cumplimiento al mandato de los andaluces en las urnas de alternancia política tras 40 años de gobiernos socialistas. “No se puede tener miedo a la democracia”, ha asegurado, antes de prometer un “cambio conciliador pero real”. Desde la “humildad”, Moreno se ha mostrado dispuesto a “hablar con todos” y a ejercer el poder “desde la normalidad” como en su día prometió Adolfo Suárez, al que ha citado como ejemplo en varias ocasiones para afrontar una especie de “Transición” en Andalucía.
Con ese espíritu de concordia, el candidato se ha dirigido a la presidenta en funciones, Susana Díaz, para reconocerle los aciertos y la “buena voluntad” en los errores, así como para ofrecerle colaboración. “Mi puerta siempre estará abierta y mi mano tendida a todos los partidos y por supuestos al que saldrá del Gobierno”, le ha indicado.
Por su parte, Francisco Serrano, portavoz de Vox en Andalucía, ha presentado a su partido como la “herramienta democrática” que viene a ocupar el “vacío existencial político” de una nueva oleada de “indignados” que están “hartos y hasta la gorra” de lo políticamente correcto y de lo que consideran el “adoctrinamiento”, la “supremacía moral” y las “imposiciones ideológicas” de los partidos de izquierda.
“Son los nuevos fascistas disfrazados de demócratas que ya no disimulan actitudes totalitarias, antidemocráticas y sectarias, los Dorian Grey y el retrato que dicen odiar que es el de ellos mismos”, ha advertido. En esa línea, ha advertido de que Vox “ha venido para quedarse” y de que no renunciará a ninguna de sus propuestas como la supresión de las leyes contra la violencia de género. “Los españoles no tienen género, tienen sexo”, ha insistido, tras soltar toda su artillería contra el PSOE y Podemos por la respuesta “antidemocrática” que han tenido a su llegada a las instituciones como la manifestación ayer ante el Parlamento de Andalucía. “Nosotros somos gente de orden, creemos en la verdad, en la paz, en la luz y en la alegría”, ha asegurado, citando a los místicos españoles, en los que se inspirará para “traer luz a las tinieblas”.
Después de que Juanma Moreno haya aludido durante el debate de investidura en el Parlamento de Andalucía, al “casoplón” del secretario general de Podemos -Pablo Iglesias-, Teresa Rodríguez, líder de Adelante Andalucía, ha afeado falta de “argumentos” al candidato del PP y le ha invitado a “tomar café en mi piso de 40 metros cuadrados en Cádiz”.
Mientras el pleno de investidura comenzaba el miércoles en el Parlamento andaluz, unas 2.000 personas se manifestaban a sus puertas alentadas por Podemos, IU y el PSOE, que incluso ha fletado autobuses desde municipios como Osuna. Los líderes de PP y Cs han rechazado esta agitación de las calles, que han considerado antidemocrática. Ante los temores de que Vox, aliado parlamentario del nuevo gobierno, imponga cambios en la lucha contra la violencia de género, Moreno ha garantizado protección y apoyo a las víctimas para que puedan salir del maltrato. “El maltrato es una lacra social que debemos erradicar. Y hay que hacerlo construyendo sobre lo que ya tenemos, sumando, enriqueciendo y mejorando las leyes”, ha asegurado. “Quienes sufran violencia física, psicológica o social, de cualquier tipo y en cualquier ámbito, encontrarán en mi Gobierno un refugio seguro, una mano para acogerle y otra para ayudarle a salir del infierno en que viven”, ha añadido.
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