La convención nacional que los populares celebran este fin de semana pretende un "rearme ideológico", una vuelta a las señas de identidad del PP, de las que el líder popular, Pablo Casado, considera que se hizo dejación en la última etapa de Mariano Rajoy. Es, en definitiva, una cita continuación del congreso extraordinario de julio del año pasado, donde sólo se acometió la elección del nuevo presidente del partido y su equipo. Se trata pues, de un cónclave fundamental para Casado, que ha dejado la organización del mismo a dos personas a las que se identifica con el sector más conservador del PP, esto es, su director de gabinete, Javier Fernández Lasquetty, y su número dos, Isabel Benjumea.
Hay coincidencia en que ambos tuvieron que coger las riendas de la preparación de la convención popular ante la imposibilidad de hacerlo otros departamentos de Génova desbordados por un triple frente. Y es que en apenas tres meses han tenido que afrontar la campaña andaluza, las negociaciones para un gobierno de coalición que facilitara el relevo político en esta Comunidad y la designación de los candidatos para las elecciones locales y autonómicas del próximo 26 de mayo. "Tanto la secretaría general, como el área de organización, han estado en otros temas, por lo que ha sido el gabinete de Pablo el que se ha encargado de la convención", explican fuentes populares a El Independiente.
Benjumea fue especialmente beligerante con Rajoy, que también estará en la convención
Fernández Lasquetty, persona muy próxima tanto a José María Aznar como a Esperanza Aguirre, que se autodefine liberal, y Benjumea, que fue miembro destacado de la Red Floridablanca, un think tank conservador profundamente crítico con Rajoy, representan en muy buena medida una vuelta de tuerca a la derecha bastante alejado de los postulados de otros dirigentes populares. Para empezar, del propio Rajoy que el viernes acude a la convención donde hablará con Ana Pastor de los 30 años de historia del PP. Pero no sólo. Porque también es el caso del presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo en quien recae, precisamente, la presidencia de la convención, pero no sólo, porque otros como los vascos Borja Semper y Alfonso Alonso o la valenciana Isabel Bonig, han expresado sus reservas al riesgo de un viraje que les aproximara a Vox, aunque fuera en un intento por evitar sangría de votos por su derecha.
Que haya sido el gabinete de Casado sobre quien ha caído el peso de la convención, justifica en muy buena medida cierto secretismo en cuanto al contenido y el formato de la cita, también la confusión entre los barones territoriales, convencidos de tener reservado un espacio prevalente en la misma que les sirviera de pistoletazo de salida de su precampaña electoral. Lo cierto es que desde el principio la dirección popular puso el acento en dar protagonismo a la sociedad civil, en contar con expertos, todos ellos próximos al PP, pero sin carné de partido, en detrimento de ese modelo endogámico de largos discursos encadenados y de actos paralelos de dirigentes del partido.
"No se da protagonismo ni a a los sorayistas, ni a los de Cospedal ni siquiera a los pablistas", señala un dirigente popular
Incluso un antiguo sorayista justifica que "para eso están los directores de gabinete, ¿quién se iba a encargar entonces?". Destaca que "no se da protagonismo ni a a los sorayistas, ni a los de Cospedal ni siquiera a los pablistas", porque esta "no es una convención de nosotros sino para escuchar a la sociedad civil".
Otra persona que se ha implicado de lleno en la organización de la cita del "rearme ideológico" ha sido el presidente de la Fundación Libertad y Concordia, Adolfo Suárez Illama, en su caso para convocar a muchos de los más de 15 expertos en diversos temas que acuden este fin de semana al acto, que tendrá lugar en Madrid. Lo cierto es que muchos de ellos se significaron desde el principio con Casado, como es el caso del economista Daniel Lacalle, uno de los asesores externos del líder del PP que también estuvo presente en el congreso de julio. También los economistas Carlos Rodríguez-Braun y Lorenzo Bernaldo de Quirós, asesoran a Casado. De hecho, los tres participan en una de las mesas de la convención que debatirá sobre economía, empleo pensiones y bajada de impuestos.
Unidad de España, violencia de género y prisión permanente revisable
También se hablará de unidad de España y del futuro de Cataluña con el ex presidente de Sociedad Civil Catalana, José Rusiñol; con la presidenta de la organización Concordia Cívica, Teresa Freixas y el portavoz de la plataforma Tabarnia, Jaume Vives. Los opositores venezolano, cubano y nicaragüense Leopoldo López, Rosa María Payá e Irving Cordero, respectivamente, tratarán sobre respeto a los derechos humanos frente a las tiranías, mientras que Juan José Cortés y Marimar Bermúdez, ambos padres de niñas asesinadas, más la ex delegada del Gobierno para la violencia de género Blanca Hernández, intervendrán para defender "una legislación eficaz contra la delincuencia y la violencia contra las mujeres".
Son algunos de los debates que se suscitarán en la cita del próximo fin de semana -con la intervención del mismísimo José María Aznar- cuyas conclusiones servirán además en la elaboración del programa-marco con el que los populares se presentan a las elecciones locales, autonómicas y europeas del 26 de mayo.
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