El mercado del alquiler gana peso sobre el tradicional de compra de vivienda en España. Pero no solo por un incipiente cambio cultural, sino también por necesidad y por cambios fiscales introducidos en los últimos años. Dicho de otro modo, porque muchos jóvenes, azotados por la crisis primero y por la precariedad laboral ya con la recuperación, no han visto otra opción para poder emanciparse, y por la reducción de incentivos a la adquisición de una vivienda en propiedad.
Así lo constata el Banco de España, que recuerda, sin embargo, que "la proporción de la población en situación de alquiler en España es todavía reducida" --pese a que ha pasado del 14,2% en 2008 al 16,9% en 2017--, y que aún queda margen para mejorar los beneficios fiscales a los hogares que arriendan viviendas si se hace una comparación con el entorno internacional.
Esta situación se ha puesto claramente de manifiesto en las cifras de recaudación tributaria de 2018. Ponen de relieve que los beneficios fiscales de los que gozan los propietarios de viviendas --reducción del 60% sobre las rentas obtenidas-- subieron más de un 11%, frente a la reducción superior al 16% en los que benefician a los inquilinos, después de que se suprimiera la deducción por alquiler de vivienda a nivel nacional para los hogares a partir de 2015.
Según precisa el banco emisor en un artículo analítico titulado Evolución reciente del mercado de la vivienda en España, la tendencia hacia un mayor peso del alquiler es generalizada, pero más significativa en el caso de los jóvenes de entre 16 y 29 años, seguidos de aquellos entre 30 y 44 años.
"Esta evolución se podría explicar, al menos en parte, mediante factores ligados al impacto que la crisis económica ha tenido en estos segmentos de población, pero posiblemente también recurriendo a factores sociológicos ligados a cambios en las preferencias", señala el Banco de España, antes de añadir que, además, el sesgo impositivo que favorecía la compra de vivienda sobre el alquiler se ha reducido en este período debido a los cambios fiscales introducidos".
Entre los factores económicos, el Banco de España destaca el impacto que la recesión ha tenido sobre las condiciones del mercado laboral, en especial de los jóvenes. Con datos de la Encuesta de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE), destaca que la ganancia media de los trabajadores entre 20 y 24 años cayó 15% entre 2o08 y 2016, y un 9% para los que tenían edades comprendidas entre los 25 y 29 años.
Y no solo eso, "los jóvenes también vieron cómo se deterioraban otras condiciones laborales", como es el propio empleo. El paro en los tramos de menor edad alcanzó el 42,4% en su punto máximo durante la crisis, en 2013, con una incidencia del paro de larga duración del 52,1% un año después y una ratio de temporalidad del 57,4% ya en 2017. En 2018, estos indicadores mejoraron: la tasa de paro baja al 29,3%, el del larga duración se reduce al 35,8% y la temporalidad, al 56,3%.
Supresión de la deducción por compra
Por la vía de la fiscalidad, la deducción por inversión en vivienda habitual fue suprimida, por última vez, a partir del 1 de enero de 2013. Posteriormente, el Banco de España recuerda que también se han incrementado los impuestos sobre la tenencia y compra de vivienda, en concreto los de transmisiones en algunas comunidades autónomas y el IVA, que afecta a todas. Por ello, los ingresos tributarios asociados a la vivienda en propiedad han incrementado su peso sobre el PIB en esos años.
Ahora bien, la institución señala que el sesgo fiscal a favor del alquiler se explicaría básicamente por estos cambios, "ya que los beneficios fiscales sobre el alquiler para los hogares continúan siendo reducidos en la comparativa internacional". Y eso pese que las rentas del alquiler han mostrado un incremento significativo con la recuperación.
El informe recurre a datos del portal inmobiliario idealista para ilustrar que el crecimiento de las rentas del alquiler habría sido del 9,3% en 2018, aunque, al igual que la compra, con cierta heterogeneidad por regiones. Ahora bien, tomando como referencia los dos grandes mercados del alquiler, Madrid y Barcelona, el Banco de España señala que "mientras que el precio de la compraventa no ha alcanzado el nivel previo a la crisis, el precio de los alquileres se situaría por encima de ese nivel".
Los grandes partidos pasan por encima
Estas observaciones del Banco de España tienen lugar en plena recta final hacia las elecciones del 28-A. Algunos de los grandes partidos ya han mostrados sus programas electorales, entre ellos PSOE, Podemos y el PP. Y ninguno de ellos contempla medidas para mejorar los beneficios fiscales de los inquilinos.
En todo caso, el PSOE se plantea recuperar la renta básica de emancipación, que puso en marcha José Luis Rodríguez Zapatero, y por la que, por cierto, había que tributar en el IRPF. Por su parte, Podemos propone como medida estrella intervenir directamente el mercado del alquiler para frenar subidas de precio abusivas,
En el caso del PP, sí se recogen medidas puramente fiscales, pero en beneficio de los caseros. Los de Pablo Casado proponen Incrementar la deducción fiscal a los arrendadores por los ingresos derivados de la renta de los alquileres de las viviendas que sirvan de residencia habitual, especialmente cuando los inquilinos sean jóvenes o mayores de 65 años con ingresos bajos.
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