Que hoy una noticia falsa se extienda a toda velocidad es fácil, las redes sociales están repletas de mentiras y parte del periodismo contemporáneo se esfuerza en desmentir noticias falsas que nos llegan al móvil por WhatsApp o por Twitter. Pero en los años 80, una noticia en un telediario de TVE1 era una verdad como un templo.
El telediario de la noche del viernes del 11 de junio de 1982 recogió una noticia que conmovió a la audiencia, especialmente a los más jóvenes: Ana Torroja, cantante de Mecano, de 22 años, había fallecido en un accidente de tráfico.
La trágica noticia fue remitida por la Agencia Efe sobre las 20 horas a todos los medios, además de Televisión Española varias radios dieron la noticia por válida. Viniendo de Efe, una noticia así, hoy en día la darían todos los medios de manera inmediata con notificaciones a sus audiencias en sus ediciones web y en sus redes sociales.
Igual que era complicado, en aquellos años, dar una noticia falsa, igual de complicado resultaba desmentirla. En nuestro presente hiperconectado para volver de entre los muertos a un famoso le basta tener un móvil y hacer una llamada de teléfono a algún periodista de su agenda de contactos y publicar un tuit. Hoy, todos los medios que nos hubiéramos apresurado a dar por muerta a la cantante, tendríamos que retractarnos rápidamente por los mismos canales. Pero aquel viernes muchos españoles se tomaron una copa en homenaje a Ana Torroja. Pero quien lo llevó peor fue la cantante.
“El aquel momento se dijo que era una maniobra de la compañía de discos para testar si verdaderamente Mecano eran famosos, no quedó claro. El caso es que fue mentira y Ana Torroja se llevó un disgusto. Cuando llegó a su casa estaban sus familiares cercanos llorando en casa, y entre ellas, la famosas hermanas Hurtado [las Tacañonas del programa Un, dos, tres] que eran vecinas y amigas de la familia”, explica Javier Adrados autor del libro Mecano (Plaza & Janes). A este surreal panorama que se encontró Ana Torroja hay que añadir, según recuerda el hermano de la cantante, que a la casa llegaban flores con condolencias.
“Llamé de inmediato a la tele para desmentirlo y me dijeron que lo habían cogido de un teletipo de Efe
Ni Ana Torroja pudo frenar el bulo, según recoge Adrados en su libro, la cantante lo intentó: “Llamé de inmediato a la tele para desmentirlo y me dijeron que lo habían cogido de un teletipo de Efe y que tenía que llamar a la agencia porque no creyeron que fuera yo, seguían manteniendo que era verdad”.
“Este hecho marcó mucho a Ana Torroja que se ha caracterizado por su discreción a pesar de lo famosa que es y ha sido. Le hizo saber de qué iba todo esto de la fama. Era muy joven pero hermetizó su vida privada para los demás”, explica Adrados.
La cantante en poco tiempo había sido víctima de varias mentiras y montajes mediáticos. En una cena de su discográfica se sentó junto a Javier Herrero, miembro del dúo de moda, Los Pecos. Una sola foto juntos sirvió para unirles sentimentalmente.
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