Nutrición

Comer alimentos ultraprocesados se asocia con mayor riesgo de depresión

Comer alimentos ultraprocesados se asocia con mayor riesgo de depresión
Alimentos ultraprocesados.

Cada vez son más las evidencias que apuntan a que comer ultraprocesados es perjudicial para la salud. Ahora también para la psíquica, pues un nuevo estudio relaciona el consumo regular de alimentos ultraprocesados (productos elaborados con varios ingredientes a través de procesos industriales) con un mayor riesgo de desarrollar depresión.

La investigación, coordinada por el CIBER en su área temática de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), ha realizado un seguimiento de más de 14.000 voluntarios dentro del proyecto SUN, una cohorte de graduados universitarios de toda España a los que se siguió durante una media de 10 años.

De los 14.907 voluntarios - que nunca habían sufrido depresión antes -, se diagnosticaron 774 casos de depresión. A igualdad y con independencia de otros factores, los consumidores de alimentos ultraprocesados presentaban un incremento relativo del riesgo de desarrollar depresión del 33% en comparación con quienes tenían un consumo nulo o mínimo. Este efecto adverso era todavía mayor en personas con niveles bajos de actividad física.

Ultraprocesados, alimentos de mentira

Según la clasificación NOVA, los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales elaboradas a partir de ingredientes refinados (azúcar, almidones, aceites vegetales, sal) o sintetizados (grasas trans, proteína hidrolizada, aditivos), y no contienen ningún alimento entero reconocible. Si un producto tiene más de cinco ingredientes, probablemente sea ultraprocesado. Algunos ejemplos son: los refrescos azucarados, embutidos, postres lácteos azucarados, galletas, bollería industrial o los cereales para el desayuno.

Se caracterizan por su baja calidad nutricional, conveniencia (están listos para consumir en cualquier momento, sin necesidad de preparación), disponibilidad (el entorno favorece su consumo) e hiper-palatabilidad (son extremadamente sabrosos). Además, desplazan el consumo de alimentos beneficiosos y se alejan de los patrones alimentarios verdaderamente saludables como la Dieta Mediterránea tradicional, que se ha asociado con un menor riesgo de depresión en la cohorte SUN y con una fuerte reducción de riesgo cardiovascular y de cáncer de mama en el estudio PREDIMED.

Según Clara Gómez Donoso, investigadora del Departamento de Medicina Preventiva y primera autora del trabajo, “estudios previos del Proyecto SUN, también dirigidos por Maira Bes-Rastrollo, la investigadora senior de este trabajo, ya habían encontrado que los ultraprocesados aumentaban el riesgo de hipertensión y obesidad. Estas condiciones cardiometabólicas comparten mecanismos fisiopatológicos y factores de riesgo con la depresión. El hallazgo novedoso sobre la depresión contribuye a la evidencia científica creciente sobre los graves efectos perjudiciales que tienen los productos ultraprocesados y confirman los de la cohorte francesa NutriNet-Santé, que valoró síntomas depresivos, pero no nuevos casos de depresión clínica, y encontró resultados similares".

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