Ya lo advertíamos ayer, que en la Pradera de San Isidro, con la primavera haciendo reales tapices con Madrid, los candidatos iban a formar la verbena del mantón enjarrado, la chaquetilla braguero y los claveles apañuelados. San Isidro, un vago con enchufe que conseguía que mandaran a los bueyes / ángeles a arar con las alas como soldados cavando con sus cascos, ilumina hasta a la izquierda. Bueno, o lo que sea ya Carmena en la izquierda, Bruja Avería, suegra de malcasados o madrastra con magdalena y estricnina. “Al santo le voy a pedir que sea para Madrid todo lo mejor. De eso se deduce que el santo me va a decir ‘Manuela, quédate’. Estoy casi segura de que el santo me va a decir que continúe”.

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