Vender ibuprofeno 600 sin receta conlleva multas de hasta 90.000 euros a la farmacia

Aunque haya saltado a los medios de comunicación en los últimos días, el problema de la venta de medicamentos sin la receta correspondiente (y su consumo indiscriminado) viene de lejos. Fármacos tan habituales en los botiquines españoles como el ibuprofeno 600, el paracetamol de 1 gramo o el omeprazol no pueden adquirirse sin receta y, sin embargo, así se hace en muchas farmacias.

Los farmacéuticos lo consideran una cuestión "cultural". "Es lo mismo que ocurría hace años con los antibióticos, que en todas las farmacias se daban sin receta hasta que se dijo 'hasta aquí'. Ahora hay suficiente evidencia científica sobre los efectos negativos de medicamentos como el ibuprofeno y por eso empiezan a cambiar las cosas", explican fuentes del sector.

Así se explica en parte que, pese a que la ley no haya cambiado en los últimos años, sea ahora cuando se quiere concienciar tanto a farmacéuticos como a ciudadanos de que no se pueden vender ni tomar medicamentos que necesitan receta si no se dispone de ella.

También sale a la palestra, en conversación con el vicepresidente tercero del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Luis Panadero, la cuantía de las multas (vigentes según la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos de 2015): "Van desde 3.000 euros pero pueden llegar a 90.000. Veíamos necesario que tanto los farmacéuticos como los ciudadanos empezaran a tener conciencia del problema".

Para tamaña empresa, el Colegio de Farmacéuticos de Madrid lanzó, junto a médicos, fisioterapeutas y odontólogos la campaña "Tus medicamentos siempre con receta médica. Por tu seguridad", el pasado 28 de marzo. Panadero niega que la campaña se haya lanzado ni por el aumento de las inspecciones sanitarias a las oficinas de farmacia (y consiguientes multas a farmacias) ni por el sistema Sevem (de verificación de medicamentos, aunque persigue fundamentalmente medicamentos falsificados).

Un sistema "incongruente" para los farmacéuticos

Panadero afirma que la campaña se ha lanzado porque detectaron "que la situación se estaba yendo de mano y se había establecido como costumbre algo que estaba prohibido". "A lo mejor hemos reaccionado tarde, pero había que hacerlo y si no lo vemos lógico, pues tendremos que intentar cambiar la normativa", explica uno de los vicepresidentes del colegio madrileño.

Porque en la "lógica" de esta situación se encuentra otro de los quids de la cuestión. El sistema que determina qué medicamentos pueden venderse con o sin receta establece que el mismo principio activo, incluso en la misma concentración, pueda venderse sin prescripción o no según el número de comprimidos que contenga la caja. "Lo que nos gustaría es que las determinaciones legales se revisen y sean un poco más lógicas. Porque no nos parece razonable, más bien una incongruencia, que un mismo ibuprofeno de 400 mg se pueda vender sin receta en el formato de 10 o 12 comprimidos pero no en el de 30", incide Panadero.

Mientras tanto, la campaña trata de ir modificando la "cultura" del suministro y consumo de medicamentos sin su receta necesaria por lo que parece que comprar ibuprofeno 600 o paracetamol de 1 gramo sin receta cada vez será más difícil. Sin embargo, desde el COFM subrayan que es la mejor opción: "En casi todos los casos el formato de 400 mg en el caso del ibuprofeno y de 650 en el caso del paracetamol, que pueden adquirise sin receta, son suficientes para aliviar a quien lo consume. En caso contrario, debería acudir a su médico".