El Brexit ha vuelto a irrumpir con fuerza en los mercados financieros. Han pasado ya más de tres años desde aquel 24 de junio de 2016 en el que la victoria del voto a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea aterró a los inversores -lo que se plasmó en el mayor desplome en la historia del Ibex- y aún hoy se muestran incapaces de lidiar con un problema al que no se le atisba una solución sencilla.
La llegada al cargo de primer ministro británico del exalcalde de Londres Boris Johnson ha obligado a los inversores a replantearse la posibilidad de que la ruptura entre ambos bloques se produzca sin un acuerdo que evite el escenario de un Brexit caótico de consecuencias imprevisibles -pero a todas luces nocivas.
Y es que Johnson ha llegado al número 10 de Downing Street con la premisa de concluir el proceso en la fecha límite actualmente establecida, del 31 de octubre, "pase lo que pase". Y los nervios del mercado no han tardado en hacerse patentes, siendo el revés acumulado por la libra la prueba más evidente.
"Aunque es difícil estimar la repercusión de un Brexit sin acuerdo, el impacto sería, a buen seguro, severo. No hay precedentes históricos de una ruptura tan abrupta en un régimen comercial. Al hilo de las sucesivas declaraciones de Johnson, los mercados se han ido sintiendo crecientemente inquietos ante la probabilidad de que se materialice el peor de los escenarios", explica David Page, economista senior de Axa Investment Management.
Los expertos consideran que los mercados no están preparados para enfrentarse a un Brexit sin acuerdo
Entre los expertos impera la idea de que el mercado no está preparado para enfrentarse a una ruptura total entre Reino Unido y la Unión Europea. Y no lo está porque, aunque el riesgo ha estado presente desde hace mucho tiempo, entre los inversores se ha ido imponiendo la idea de que al final se evitaría el peor de los escenarios.
"Ha habido cierta ingenuidad con este tema, porque desde un principio era evidente que la solución no era fácil y el mercado no se ha preparado para un asunto que va a afectar mucho a Europa", comenta el director de Análisis de Capital Bolsa, Juan Carlos Castillo, quien recalca que las probabilidades de un Brexit sin acuerdo se han elevado en apenas unos días del 10% a cerca del 50%.
Esta situación ha vuelto a situar el foco de la tensión sobre las compañías europeas más expuestas al mercado británico y entre ellas figuran grandes empresas del Ibex, que tienen en la isla uno de sus principales mercados. No es casualidad que en el revés sufrido este martes por el índice bursátil español figuraran entre los valores más afectados la aerolínea IAG o los bancos Santander y Sabadell, todos ellos con notables intereses en territorio británico.
Impacto por varias vías
Para estas empresas, los riesgos de un Brexit sin acuerdo se pueden plasmar a través de muy diversas vías. Una de las más inmediatas es la pérdida de valor de sus ingresos en libras por la depreciación de la moneda británica, que ya ha perdido un 7,5% frente al euro en poco más de cuatro meses.
Más preocupante resulta la pérdida de negocio que pueda producirse por el previsible deterioro de la economía británica -amén de la europea- en el caso de una ruptura desordenada de las relaciones comerciales entre ambos bloques. Y precisamente, esa ruptura comercial puede suponer trabas para el normal funcionamiento de sus respectivos negocios, ya sea por la imposición de nuevos aranceles o dificultades para operar en determinadas regiones.
Uno de los casos más significativos es el de IAG. La compañía aérea, que este martes se dejó cerca de un 6% de su valor, se juega en el Brexit incluso su capacidad para seguir operando en Europa. La matriz de British Airways e Iberia se enfrenta a la amenaza de que las aerolíneas de mayoría británica se queden sin licencia para volar en territorio europeo. Ante ese riesgo, IAG ha defendido en todo momento que el control de los derechos políticos de Iberia por parte de El Corte Inglés garantizaba su españolidad, pero esta teoría no parece estar respaldada ni siquiera por la propia compañía de grandes almacenes.
Si IAG ve tambalearse su estrategia "antibrexit" en el resto de compañías españolas con negocio en Reino Unido el mensaje predominante es que cuentan con los planes pertinentes para enfrentarse a cualquier escenario. Así lo afirmaba recientemente el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez. El mercado británico es uno de los principales para el banco que dirige Ana Botín, que obtuvo allí en 2018 un beneficio de 1.362 millones de euros. Sin embargo, el negocio se ha visto afectado en los últimos tiempos por una serie de debilidades que han reducido de forma notoria su importancia dentro del grupo.
Más determinante ha sido en los últimos tiempos para Sabadell su presencia en Reino Unido. La compra de TSB, poco antes de la votación del Brexit, se ha convertido en un lastre para el banco que amenaza con agravarse en caso de que se plasme un Brexit sin acuerdo.
Entre las empresas del Ibex que tienen en Reino Unido una pata fundamental de su negocio también figura Telefónica, cuyos ingresos en este mercado rozaron los 7.000 millones en 2018. La operadora trató de desprenderse de su filial en el país en 2016, pero el veto de Bruselas al traspaso del negocio a Hutchinson Wampoa frustró la operación pocos meses antes de que el referéndum elevara la complejidad de la presencia en el país.
Aunque Ferrovial prepara la venta de su negocio de Servicios en el país, mantiene una importante presencia en aeropuertos
La apuesta británica también se ha convertido en los últimos años en un quebradero de cabeza para Ferrovial, que trabaja para desprenderse de su negocio de servicios en el país (Amey), tras saldar el conflicto que mantenía con el ayuntamiento de Birminghan y que le ha obligado a pagar unos 238 millones de euros. Pero la presencia de Ferrovial en el país también comprende su participación en diversos aeropuertos, entre los que resalta el de Heathrow, que le generaron en 2018 ingresos superiores a los 3.000 millones de euros.
También superan los 3.000 millones de euros las ventas en el país de Iberdrola, mientras que los de Aena -a través de su participación en el aeropuerto de Luton- apenas rebasan los 200 millones. Menos precisos son los datos sobre otras compañías con negocio en la región pero que no los desgranan, aunque empresas como Siemens Gamesa no han dudado en aclarar este mismo martes que un Brexit sin acuerdo supondría una mella significativa para sus cuentas.
Inditex, con 108 tiendas en la isla, o Meliá Hotels, que cuenta con hoteles en el país y también tiene en los ciudadanos británicos una parte fundamental de sus clientes en España, son otras compañías que deben observar con atención el desarrollo de las negociaciones.
Unas negociaciones que, de saldarse de forma favorable, a buen seguro brindarían un alivio nada desdeñable a sus cotizaciones, pero que, atendiendo al enconamiento de las posiciones y el creciente nerviosismo de los inversores, es probable que antes generen muchas tardes de tensión sobre el parqué.
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