Una de las opiniones más extendidas y pesimistas sobre la digitalización y la evolución de la tecnología es que los robots van a destruir empleo y generar pobreza. Una especie de futuro distópico donde Skynet prefiere acabar con la humanidad dejándola en paro en vez de alzarse en armas contra sus creadores.

La digitalización y las nuevas tecnologías no sólo no destruirán empleo, hay que romper ya con el mito, sino que serán herramientas que favorecerán la vida de las personas, potenciando la empleabilidad y el trabajo digno.

Es posible que haya ciertas funciones de la empresa que puedan sustituirse por procesos tecnológicos, pero gracias a ello se aumentará la productividad de la compañía y, por ende, su rentabilidad, haciendo que pueda crecer e invertir en empleos. A la larga la tecnología no destruye, crea.

Hay que saber distinguir entre destruir empleo y evolucionar el tipo de empleo

Un informe realizado por Capgemini sobre Inteligencia Artificial sostiene que el 83 por ciento de las empresas que la han implementado en su modelo de negocio han creado nuevos empleos. Es por ello que hay que saber distinguir entre destruir empleo y evolucionar el tipo de empleo.

Es obvio que hay profesiones que no tienen mucho tiempo de vida en formato actual, pero eso no quiere decir que vayan a desaparecer, sino que van a evolucionar a otro tipo de registro gracias a la tecnología.

Los empleos del futuro

La revolución tecnológica y digital conduce inexorablemente a la creación de nuevos puestos de trabajo y a la evolución de los actuales. De hecho, según el informe La digitalización: ¿crea o destruye empleo? se generarán 1,25 millones de empleos en los próximos cinco años. Gracias a la mejora de la efectividad y de la productividad las personas podrán evolucionar hacia puestos de trabajo más relevantes y eficientes que les permita desarrollarse de manera más profunda y completa.

Las tecnologías conocidas como "exponenciales" (inteligencia artificial, Internet de las Cosas, la fabricación aditiva, realidad virtual, robótica, etcétera) provocan que la innovación crezca de manera exponencial, creándose cada vez más rápido puestos de trabajo necesarios para manejar dicha innovación. Dentro de pocos años aparecerán multitud de puestos de trabajo que hoy no existen y que no imaginamos, y todo gracias al desarrollo de la tecnología y de la innovación.

Dentro de pocos años aparecerán multitud de puestos de trabajo que hoy no imaginamos

El principal obstáculo al que se enfrenta la empleabilidad ante estos vertiginosos cambios es la formación. La mayoría de las empresas actuales ya están demandando habilidades digitales que los trabajadores no poseen. Existe una brecha entre la educación que se oferta en el actual sistema universitario y de formación profesional y las demandas tecnológicas del mercado laboral. Este vacío digital se ha aprovechado por empresas e iniciativas tales como IronHack o The Digital Business Institute, que han encontrado en este hueco una oportunidad de negocio.

La principal consecuencia de este distanciamiento entre capacidades y formación es que son los trabajadores y las empresas quienes tienen que acortar las distancias, tirando de autoformación y de iniciativa propia. O bien los trabajadores tienen que apuntarse a escuelas especializadas para adquirir estas competencias –con los riesgos de fidelización que eso conlleva– o bien la empresa tiene que comprometerse y hacer un esfuerzo extra para formar a sus empleados.


José Luis Gugel es socio director de The Key Talent